El litoral gallego se extiende a lo largo de más de 1.400 kilómetros, ofreciendo al viajero numerosos puntos donde realizar una pequeña parada o pasar el día completo: desde playas paradisiacas hasta increíbles miradores. Pero un dato que muchas personas desconocen es que las zonas del interior de la Comunidad esconden auténticas joyas para estar en contacto con la naturaleza y disfrutar de gastronomía local.
Es el caso de la localidad pontevedresa de Barro, ubicado en la comarca de O Salnés, en el corazón de Galicia. Se encuentra rodeada de bosques verdes y viñedos, por lo que es un enclave perfecto para los amantes del senderismo, que pueden completar un tramo del Camino Portugués hacia Santiago de Compostela, la ruta PR-G105, que se abre paso por el Parque de la Naturaleza del río Barosa.
Es un singular complejo natural y etnográfico y uno de los lugares imprescindible que visitar en el municipio de Barro. Una ruta de senderismo de dificultad media permite descubrir a los visitantes más de una quincena de molinos restaurantes y una impresionante cascada con un notable desnivel de aproximadamente 30 metros, con varios saltos y toboganes.
Un spa natural perfecto
En temporada estival es un magnífico sitio para pasar el día y sumergirse en las refrescantes aguas en la poza que forma la fervenza do Barosa. En un enclave rodeado de naturaleza, la prestigiosa revista de viajes National Geographic asegura que esta es la mejor piscina natural de las Rías Baixas.
"Las fervenzas do Barosa, son un auténtico balneario natural, perfecto para refugiarse de los calurosos días de verano. Abrazado por una exuberante vegetación, caracterizada por sus robles centenarios y sus helechos, se trata de un oasis de paz donde huir del alboroto urbano", destaca.
En la carretera N-550, entre los municipios de Pontevedra y Caldas de Reis, a la altura de Barrio, está la entrada al Parque de la Naturaleza del río Barosa, que forma parte de la ruta PR-G105 'Sendeiro dos Muíños do Barosa' y donde también se encuentra la Fervenza do Barosa y un conjunto de 17 molinos.
National Geographic indica que "las aguas del río descienden por la ladera rocosa de la montaña, creando una cascada natural, que convierte esta localización en un lugar de descanso ideal". "Las cristalinas agua de la conocida como Fervenza do Barosa forman una idílica piscina natural, creando un spa natural perfecto para un buen baño veraniego".
Aunque si el tiempo no acompaña, los visitantes pueden aprovechar para pasear por la zona y completar la Ruta de los Molinos. Esta transcurre por varios puntos de interés, aunque en el Ponte de San Breixo es conveniente desviarse del camino principal para acercarse a la Iglesia de San Breixo, un pequeño templo construido en el siglo XVII.
El Parque de la Naturaleza del Río Barosa dispone de un área recreativa al pie de las cascadas, varias mesas y bancos de piedra para comer al aire libre y una zona de aparcamiento. En las proximidades se encuentran los municipios de Caldas de Reis y Moraña, con el Menhir de Gargantáns y sus abundantes carballeiras y miradores.