En pleno corazón de las Rías Baixas, la majestuosa ría de Arousa emerge entre la comarca do Salnés y la península do Barbanza como la más vasta y extensa de todo el territorio. Los pueblos que envuelven a este mágico geodestino gallego son lugares cargados de historia, naturaleza, tradición y buena gastronomía, pero sobre todo de una riqueza paisajística que regala al viajero una de las estampas más bonitas del sur de Galicia.
Lo cierto es que, a lo largo y ancho de este sinuoso litoral, son muchos los miradores que asoman su cara a las serenas aguas de la ría de Arousa. De todos cuantos existen, dos de las balconadas más emblemáticas y singulares se esconden en las tierras altas de Vilanova de Arousa. Los miradores panorámicos del Faro das Lúas y Monte Lobeira son reconocidos como los auténticos balcones de la ría Arousa y el grueso del valle do Salnés. Ambos lugares se localizan muy cerca el uno del otro, entrelazados por una ruta de senderismo homologada que parte de las inmediaciones de la iglesia parroquial de András hasta la cumbre de Lobeira, situada a unos 292 metros sobre el nivel del mar.
Una ruta por la naturaleza e historia de Vilanova
El entorno más próximo a Monte Lobeira conforma un enclave perfecto para disfrutar de la naturaleza y las preciosas vistas hacia la ría de Arousa. Existe, como decíamos, un sendero homologado (PR-G 126) que conecta dos de los miradores más emblemáticos de la comarca: Faro das Lúas y Monte Lobeira. Se trata de un itinerario lineal, sencillo y bien señalizado que avanza a lo largo de 4,4 kilómetros desde el templo de San András.
La primera parada de este recorrido nos traslada hasta el mirador conocido como Faro das Lúas, nombre que recibe debido a la escultura en forma de media luna en acero inoxidable que corona lo más alto de la estructura. Este curioso monumento es obra del vilagarciano Manolo Chaoz, cuya torre representa tres lunas en cuarto menguante que proyectan unos rayos de luz por toda la comarca en función de la posición del sol a lo largo del día.
Desde allí, la ruta continúa su ascenso por una pista forestal hasta alcanzar el punto más elevado de Monte Lobeira, enclavado a unos 292 metros de altitud. Este mirador panorámica sobre la cima vilanovesa ofrece una amplia panorámica que se extiende por toda la ría de Arousa, parte de la península do Barbanza, los valles verdes y el litoral do Salnés. En los días más despejados incluso es posible distinguir con claridad las islas de Ons, Sálvora y Cortegada.
Se trata además de un lugar impregnado de historias y leyendas donde encontraremos un monumento a las víctimas del mar con una gran cruz metálica y una placa del Almirantazgo británico que recuerda a los marineros que perdieron su vida durante el hundimiento del buque escuela Serpent, naufragio ocurrido frente a las costas de Cabo Vilán, en Camariñas. El motivo de la instalación de dicha placa tan lejos del lugar del incidente se debe a que Vilagarcía era el puerto de amarre y aprovisionamiento de la armada inglesa. Fue durante una visita de los ingleses en 1896 cuando se inauguró la lámina conmemorativa. También en ese mismo año se llevó a cabo la instalación de la cruz de hierro, de casi cuatro metros de altura, que desde entonces corona la cima de Monte Lobeira.
La historia y los secretos de Lobeira
Bajo las faldas del Monte Lobeira se esconden tantos secretos como misterios. Se dice que esta cumbre arousana acogió en el pasado un antiguo Castro Lupario, y que el famoso castillo en el que habría vivido Doña Urraca, soberana del reino galaico-leonés a principios del siglo XI, también se encontraría en este mismo lugar. De hecho, al parecer existió en esa época un túnel subterráneo que se extendía entre los límites de Vilanova y Vilagarcía, uniendo dicha fortaleza de Lobeira con el mar o el convento de Vista Alegre. La leyenda asegura que entre los pasadizos de este túnel se escondía el gran tesoro de Doña Urraca y que la reina y su ejército lo utilizaban para burlar a sus enemigos durante los distintos intentos de invasión al castillo.