Hasta finales de los años 90, la magia se refugiaba en salas de fiestas a horas intempestivas, como un espectáculo más añadido al cartel de una gran actuación. Pero desde hace unos años, ha recuperado su lugar: los grandes escenarios. En ellos es donde Jorge Blass juega a epatar a los espectadores con ilusiones imposibles como las que mostrará en el teatro Afundación de Vigo el próximo sábado 11 de diciembre.
Jorge descubrió la magia alrededor del año 86, en el programa ‘Magia Potagia’, de Juan Tamariz. "Vi como un mago rompía una carta en pedacitos y después la recomponía, así que cogí una baraja de mi padre y me la cargué entera, ahí fue cuando pensé que tenía que haber algo detrás de todo eso", explica a Treintayseis.
La carrera de este mago fue meteórica y con 15 años se profesionalizó y comenzó a actuar en salas. Su formación fue, precisamente, con Tamariz. "Juan es el maestro, el que sentó las bases. La gente no sabe lo respetado y admirado que es fuera de España. Es el Dalí o el Buñuel de la magia", asegura Jorge, que confiesa que todavía sigue aprendiendo de él.
El alumno aventajado
Si Tamariz es el maestro, Jorge Blass es un alumno aventajado y uno de los responsables de que la magia volviese a entrar en los hogares de la mano del programa de Cuatro ‘Nada por aquí’, acompañado de Piedrahita, Inés la Maga o Jandro. Pero todavía hay más pasos que dar. "Desde el mundo de los magos nos queda mucho por hacer, necesitamos reinventarnos constantemente".
La sorpresa es el factor clave, y los magos se enfrentan a "un espectador muy avanzado". "Fíjate que con Shazam, puede conseguir saber qué canción está sonando, que es algo casi mágico, también, pero la magia tiene una ventaja, y es que puede con todo". La magia tanto de cerca como en grandes escenarios: desde adivinar una carta hasta lograr una teletransportación, todo es posible.
¿Cuál prefiere Jorge Blass? "Son lenguajes distintos, pero la magia de cerca es insuperable, lo recuerdan toda la vida". Y ahí entra el público. "La magia está en la mirada del espectador. Hay muchas formas diferentes de reaccionar: taparse boca, reírse, enfadarse, abrir los ojos… se puede saber cómo es alguien sólo por su reacción ante la magia".
Fuera de los escenarios, Blass lleva a cabo "la magia con mayúsculas" a través de su fundación Abracadabra, donde ya son más de 120 magos que visitan hospitales y centros asistenciales. "No podemos curarlos, pero sí recuperar su estado de ánimo, que es muy importante en casos como en el cáncer". Y es que "la magia puede ser terapéutica".
Episodio para olvidar en Vigo
El público que reaccionará a su magia es el de una tierra mágica, de meigas y conjuros como es Galicia; una tierra "con grandísimos magos", confirma Jorge Blass, que comienza a enumerar al Mago Antón, Kiko Pastur, el Mago Rafa, Román García, el Mago Teto o Pedro Volta, entre otros. "En Galicia estoy rodeado de grandes amigos".
Pero es una tierra que le trae a la memoria un amargo recuerdo; en 2017, después de actuar en el mismo teatro que acogerá este sábado su nuevo espectáculo, un conductor borracho lo arrolló camino al hotel NH, donde se hospedaba. "Fue muy tremendo. Me impactó con el retrovisor, perdí la consciencia y me rompí el cúbito y el radio de la mano derecha". Una lesión que para un mago diestro le puede arruinar su carrera.
Pasó meses sin poder cerrar el puño por completo, sin poder ejecutar ejercicios de prestidigitación. "Tuve que cancelar muchos trabajos, pero lo más importante es que no fue irrecuperable", comenta, asegurando que "a pesar de la cicatriz" y de que tiene "placas y tornillos", está recuperado "prácticamente al 100%".
Regreso con ‘Efímero Live’
El culpable del reencuentro con la ciudad es su nuevo espectáculo, ‘Efímero Live’, un show que nace en la pandemia, después de que cerrasen los teatros. Jorge y su equipo se pusieron a trabajar para salvar ese gran obstáculo, y así nació ‘Efímero’. "El 30 de mayo hice un show desde mi estudio, yo solo delante de la cámara en el que la magia ocurría en la casa de los que lo estaban viendo. Pusimos un precio económico al ticket y se conectaron más de 600 personas".
A pesar de que las restricciones se fueron levantando, el espectáculo creció y se trasladó a los escenarios para combinar "las butacas con espectadores que lo ven desde su casa y que participa en el show y aparece en la pantalla del teatro". "Las reglas del juego han cambiado, es una magia más interactiva", señala. Magia con drones y con móviles, pero donde la tecnología no es el fin, sino el medio para hacer juegos y trucos "que antes no podías".
Entre los trucos más increíbles está el que le vendió a David Copperfield, uno de los ilusionistas más importantes del mundo. "Es una teletransportación: alguien se sube al escenario y uno de sus contactos de Instagram o Facebook que selecciona por azar aparece en el escenario. Tardamos 5 años en hacerlo bien y creíble y la persona a la que se lo haces vive una emoción que nunca olvida". Es por eso que un día sonó el teléfono de Jorge Blass: "Hi, I’m David Copperfield". "Es un sueño cumplido que te llame uno de los magos a los que más admiras, fue surrealista. Quería comprar los derechos del truco para Estados Unidos". Hoy, mantienen una gran relación: "Somos buenos amigos y colegas".
Blass habla de la tecnología como un aliado para los magos, a pesar de que en Youtube se puedan encontrar canales que enseñan cómo hacer determinados trucos. "Hay magos que están muy preocupados con eso, pero yo no. El que tenga esa inquietud lo encontrará igualmente, antes ibas a una tienda y comprabas un libro, sólo que ahora es más fácil el acceso".
El próximo sábado, Vigo se llenará de magia con la presencia del ilusionista español más internacional, capaz de que suceda lo imposible sobre un escenario y que la magia traspase las pantallas hasta llegar a las casas de sus espectadores.