Ruta das Pontes do Lérez o cómo viajar al pasado a través de la etnografía de Pontevedra
Siguiendo el curso del río desde Cerdedo a Forcarei, el itinerario descubre al senderista una veintena de puentes históricos, paisajes naturales de gran belleza y otros elementos patrimoniales como molinos, monasterios o hórreos
14 febrero, 2022 06:00Dentro de los límites de la provincia de Pontevedra, el río Lérez se presenta como el eterno acompañante de todo senderista que se atreve a experimentar alguna de las muchas sendas que conforman la totalidad de su recorrido. En esta ocasión, nos desplazamos hasta la comarca de Tabeirós-Terra de Monte, entre los concellos de Cerdedo y Forcarei, para descubrir un itinerario que nos transporta al pasado entre bosques de ribera, naturaleza salvaje y una etnografía que se muestra como el fiel reflejo del patrimonio histórico del pueblo gallego.
Allí, a orillas del riachuelo, la Ruta das Pontes do Lérez discurre a lo largo de unos 28 kilómetros para descubrirnos a su paso diferentes elementos que conforman una estampa única: desde hórreos, molinos y capillas, a cruceiros o los emblemáticos viaductos―y grandes protagonistas de esta senda― que conectan caminos e historias. Un recorrido que además nos revela uno de los reductos de ecosistemas y biodiversidad enmarcado dentro de los tesoros de la "Red Natura 2000" en las Rías Baixas, la Serra do Candán.
Cómo llegar y dónde empezar la ruta
El punto de partida del sendero natural das Pontes do Lérez se sitúa a la altura del puente románico de Pedre en Cerdedo-Cotobade, una auténtica joya reconstruida en el siglo XIII . El ascenso a orillas del caudal del Lérez debería conducirnos, en caso de realizar el itinerario completo, hasta la Ponte Vella do Rabelo, en la parroquia de Aciveiro (Forcarei). Sin embargo, al tratarse de un recorrido lineal la caminata puede realizarse también a la inversa. En el trayecto, los senderistas podrán descubrir, entre otras cosas, hasta una veintena de pasarelas históricas.
Los principales accesos a la ruta se realizan desde Pontevedra por la N-541 hasta Pedre y luego por la carretera PO-230 hasta Serrapio. La entrada desde Santiago de Compostela y Ourense podrá hacerse a través de la N-525 hasta Lalín y desde allí por la PO-200 hasta llegar a Aciveiro. Una vez en cualquiera de estos dos puntos, el trazado total se estima en una duración de unas seis horas y la dificultad dependerá del lugar elegido para empezar: nivel alto de Serrapio-Aciveiro, o nivel medio en el caso contrario. De todas formas, cada visitante podrá confeccionar su propia senda y seleccionar el lugar desde el que dará comienzo su ruta.
Una veintena de puentes (y mucho más) por descubrir
Desde el puente románico de Pedre, pasando por los de Vichocuntín, Gomail, Valiñas, Nova de Andón, o Vella do Rabadelo, entre otros. La lista de pasarelas históricas que conforman el itinerario ―sumando una veintena― es tan extensa como interesante. Más allá de estos indiscutibles protagonistas, la totalidad de la ruta se encuentra plagada de elementos patrimoniales de tanta importancia como algunos de los conjuntos de hórreos más importantes de Galicia. Entre ellos destacamos el de Eira Grande en Pedre, Ermida o Filgueira, así como el de Eira da Pena en Cerdedo.
También, tomando algún que otro desvío por las proximidades del río Lérez podremos descubrir construcciones como las capillas de San Bartolomé, de Pego o la de San Antón. Y más hacia el tramo final de la ruta, una de las visitas obligadas la encontraremos en el Monasterio de Santa María de Aciveiro, un imponente edificio medieval cisterciense que vertebró toda la vida económica y social de la comarca desde su fundación allá por el siglo XII.
Por otro lado, y al tratarse de un recorrido que sigue el curso del río, otro de los elementos más característicos que podremos ver serán los molinos, unas estructuras que fueron clave para la subsistencia del rural gallego durante décadas. Además, la Ruta das Pontes do Lérez atraviesa espacios naturales donde proliferan diferentes especies de flora y fauna, lo que enriquece aún más si cabe este excepcional recorrido. En ese sentido, el río Lerez cuenta, en casi la totalidad de su cauce, con la protección de bosque de ribera de amieiros y salgueiros, acompañados también por el fento real; e incluso en otros puntos por carballos, loureiros o acivros, son sólo algunos de los ejemplos.