Con la llegada del otoño vuelven los planes de senderismo, montaña y buena gastronomía, algo que en el área de Vigo se puede disfrutar cada fin de semana sin necesidad de irse muy lejos. Una ruta apta para toda la familia, un buen plato de comida casera y una tarde de tranquilidad en el campo pueden ser los ingredientes idóneos para un sábado perfecto.
Los parques forestales de la ciudad, las zonas protegidas de la provincia y, por supuesto, sus infinitos ríos y montes son los lugares preferidos de los vigueses para disfrutar de un día en familia. En esta lista hemos querido añadir, además, los mejores lugares en los que aprovechar la buena gastronomía gallega.
Monte dos Pozos
En la parroquia de Valladares se encuentra uno de los parques forestales favoritos de los vigueses, que alberga rutas de senderismo, un enorme lago con patos y otros animales y un gran parque infantil en el que disfrutar de juegos al aire libre.
En este emplazamiento se encuentra un bar homónimo, especialista en carnes y pescados a la brasa, donde pequeños y mayores disfrutarán de una buena comida rodeados de naturaleza. Las espectaculares vistas de la ciudad que ofrece el restaurante, además, son uno de sus grandes atractivos, convirtiéndolo en el sitio ideal para descansar y pasar una tarde agradable con la familia.
Restaurante Groba
En el monte Vixiador se encuentra un asador que atrae por su emplazamiento y enamora por su comida, con un churrasco "como el de casa". Además del enorme espacio natural que alberga el parque forestal, que es el más grande de Vigo, existen multitud de opciones de ocio para toda la familia, entre rutas para hacer a pie o en bicicleta y grandes parques en los que disfrutar de los columpios.
Mirador do Cepudo
En otro de los grandes parques forestales de la ciudad, en el monte Cepudo, se encuentra este restaurante-mirador, que ofrece una de las mejores vistas de la ciudad. Situado frente al monte Alba, desde su cima se puede observar la ría desde Baiona hasta Cabo Home, con las islas Cíes como telón de fondo.
Sus recetas caseras tienen un toque de vanguardia, dando como resultado platos tradicionales de gran calidad. Uno de los mejor valorados de la ciudad y, sin duda, un imprescindible para disfrutar de una buena comida en un entorno natural.
Monte Aloia
En el municipio de Tui, en el Monte Aloia, el bar que se erige cerca de la capilla de San Xiao ofrece platos tradicionales en un merendero en el que parece estar de picnic. Especialistas en bacalao, churrasco y potajes, en temporada de otoño comienzan a elaborar cocido gallego y callos con garbanzos cada domingo, para calientar el estómago y el ánimo después de haber recorrido cualquiera de las espectaculares rutas que esconde el Aloia.
Casa da Pintora
Al sur de la provincia de Pontevedra, en el municipio de O Rosal, se encuentra este encantador restaurante, que cuenta con un enorme jardín y una carta repleta de platos tradicionales. Además de sus deliciosas (y caseras) cañitas de crema, lo bueno que tiene este establecimiento es que está muy cerca de la Ruta dos Muíños do Folón e o Picón, ideal para hacer con niños y disfrutar de un buen día en la naturaleza.