Las aulas del CEIP de Cedeira, en Redondela, son el germen de Cabezas de allo, un juego de cartas que estas navidades se presenta como un regalo solidario cuya recaudación irá destinada a la asociación Bicos de Papel, de ayuda a los Niños Oncológicos del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.

Ese nombre, "cabezas de allo", es con el que Jessica Rodríguez, profesora de Primaria, ha bautizado al aula donde imparte sus clases en este colegio redondelano al que llegó hace un par de años. "Reivindico el juego, hay que jugar en las aulas, aprender jugando", explica Jessica a Treintayseis. Con este espíritu, que es con el que prepara los materiales para sus clases, diseñó un juego de cartas en el que los protagonistas son el compostaje y esas cabezas de ajo.

El objetivo es deshacerse de la cabeza de un ajo; cada jugador cuenta con cartas especiales que la componen: el brote, un diente con piel, un diente sin piel y la propia cabeza. Para ir eliminándolas, están diferentes efectos que te pueden ayudar o perjudicar; si te toca la carta de la ristra de ajos, duplicas y tienes que eliminar dos cabezas de ajos en vez de una, y si te sale la carta del compost, puedes echar en la caja del compost lo que te sobra. Por cierto, la caja del compost es la misma que guarda el juego porque, como dice Jessica, "hay que aprovecharlo todo".

Para crearlas, contó con la ayuda de René Miní, un amigo diseñador gráfico que "de forma desinteresada" se encargó de dar forma a la idea que tenía Jessica en la cabeza. "Sin él no hubiese sido posible", asegura. René ya había colaborado con ella cuando era profesora del CEIP Doutor Suárez, de Fornelos de Montes, y creó con sus alumnos camisetas con dibujos de los niños que él digitalizó y que también tuvieron un destino solidario para Bicos de Papel.

Una vez diseñado, tocaba testarlo, y nadie mejor que sus alumnos de 7 años. "Quería que lo probaran, ver si eran capaces de comprender la mecánica, si les parecía interesante, si les entretenía o si faltaba o sobraban cartas y efectos", señala. La prueba fue del todo satisfactoria. El resultado fue un juego sencillo, de partidas cortas, para niños desde los 4 años hasta edades más avanzadas, "un juego de azar aunque interviene un poco la estrategia", remarca Jessica.

Presentación de ‘Cabezas de allo’. Foto: Cedida

Voluntad solidaria

Cabezas de allo nació con voluntad solidaria desde el primer momento, para Jessica era su "principal objetivo". "Pensé en Bicos de Papel porque ya había colaborado con ellos, así que les expliqué la idea por ver si estaba dentro de sus posibilidades"; y si de sus alumnos consiguió un sí rotundo, de la asociación, también. "Son maravillosos, a todo te dan luz verde, además en tiempo récord", ya que Jessica habló con Bicos de Papel en noviembre y el juego está a la venta desde el pasado 12 de diciembre.

Mientras, Jessica continúa con la promoción de Peúgo, o calcetín melenudo, su primera obra que escribió durante el confinamiento y que ya va por la segunda edición. "Tuvo más repercusión de la que pensaba, además la Xunta colaboró para poder sacarlo en varias bibliotecas", añade Jessica, que sigue presentando el libro por toda Galicia.

Este lunes 12 de diciembre se puso a la venta en El Corte Inglés de Vigo por un precio de 10 euros, y la intención de Jessica es que se pueda también adquirir en librerías y jugueterías de Vigo y Redondela.

Más opciones solidarias

Estas navidades hay más opciones para combinar las compras de regalos de estas fechas. El Corte Inglés, donde el lunes se presentó la iniciativa de Jessica Rodríguez y sus Cabezas de allo, tiene en marcha la campaña "Juguetes solidarios", cuya recaudación irá destinada a la Fundación Aladina y Cruz Roja Juventud.

Hasta el día 5 de enero, por cada compra de un juguete solidario, donde se incluyen marcas como Lego, Barbie, Nerf, Playdoh y Pin&Pon, además de la propia de los grandes almacenes, en la tienda, a través de la web o de la app, se donará otro a estas ONG.

Además, han puesto a la venta los peluches de marca propia Los Grinpins, 100% sostenibles, packaging incluido; en este caso, se donará un euro por cada peluche vendido y se realizará una aportación para reforestar con 2.500 árboles.

Presentación de las zapatillas solidarias de Krack. Foto: Cedida

Por otro lado, la marca gallega de calzado Krack ha lanzado unas zapatillas solidarias de la mano de la asociación Amencer-Aspace, con un dibujo inspirado en un lienzo pintado por personas con parálisis cerebral con sus sillas de ruedas. Los beneficios irán destinados a la asociación de atención integral a niños, niñas y jóvenes con necesidades de apoyo neuro-motoras.