Siete kilómetros cuadrados de superficie son más que suficientes para albergar todo un paraíso natural en las Rías Baixas. No hay más que poner el foco en la Illa de Arousa, considerada por muchos como la perla del Salnés, para darse cuenta. La localidad arousana, ubicada entre las aguas de la ría que lleva su mismo nombre, está conectada a la península gracias a un puente de dos kilómetros de longitud construido en el año 1985. Este paraíso gallego destaca por sus 36 kilómetros de costa, repartidos entre preciosas playas de arena fina, zonas rocosas que rodean gran parte del litoral y espacios arbóreos de gran vegetación.
Pero si hay un lugar de especial interés entre los límites del municipio ese es el Parque Natural do Carreirón, uno de los espacios naturales más ricos de toda la comarca. Situado en la cara sur de la isla, punta Carreirón está considerada como zona internacional de especial protección de aves para la Comunidad Europea. Este enclave privilegiado para especies aladas le valió además su integración dentro del Parque Natural Complejo Intermareal Umia-O Grove.
Carreirón, un tesoro en la ría de Arousa
Carreirón es todo un ejemplo de conversación y respeto por el medioambiente en la Illa de Arousa. Prueba de ello es el respeto del municipio por el entorno, ya que en este rincón de la isla apenas nos vamos a encontrar zonas urbanizadas. El Parque Natural se ha ganado a pulso la distinción de pulmón verde, y su conjunto conforma un amplio e importante núcleo de biodiversidad aquí en el sur de Galicia. Además, es una zona ideal para disfrutar en familia ya que cuenta con rutas señalizadas de baja dificultad, así como merenderos para poder parar a comer o descansar durante el recorrido.
El ecosistema terrestre y marino de Carreirón, que abarca casi 1,5 kilómetros cuadrados del total de la isla, es todo un lujo para los verdaderos amantes de la naturaleza. En el entorno se pueden divisar diferentes sistemas: desde grandes superficies arbóreas como pinares y matorrales, a amplios complejos dunares, marismas, lagunas y roquedos; e incluso arenales paradisíacos y paisajes submarinos (para aquellos que se atrevan a bañarse) dignos de grabar en la retina. Por todo ello, Carreirón se ha convertido en el hábitat perfecto para numerosas especies tanto autóctonas como migratorias.
Una gran reserva ornitológica
Como ya mencionamos antes, el Parque Natural do Carreirón cumple su función como hábitat para muchas especies animales y vegetales, pero en el territorio son especialmente prolíficas las especies aladas. A través de las rutas señalizadas, y casi en cualquiera de sus rincones, se pueden avistar un gran número de aves locales y migratorias. El grupo más representativo dentro del parque es el de las aves limícolas, que se diferencian de otras por tener unos picos extensos que les permiten pescar con mayor facilidad, y patas finas con "dedos" largos para poder desplazarse sin hundirse ni mojarse. Entre todas las variedades de Carreirón, destaca la presencia de la Garza Real, nativa de áreas de climas cálidos de Europa y Asia.
Más allá de las clases predominantes, en el parque podremos distinguir variedades como la cerceta común, los correlimos, petirrojos, curruzas o el ánade azulón, entre otras. Además, esta zona sur de la Illa de Arousa cuenta en el territorio que abarca el parque natural con dos zonas habilitadas para el avistamiento de aves. Aunque tal y como decíamos, lo más probable es que puedan divisarse diferentes especies de pájaros casi en cualquier momento del recorrido.
Rutas a a pie o en bicicleta
La Illa de Arousa posee toda una red de senderos de baja dificultad que permiten acercarse a casi cualquier rincón de la costa o el interior, ya sea haciendo senderismo o en bicicleta. En el extremo sur de la isla, la Ruta del Parque Natural do Carreirón se extiende a lo largo de unos 5 kilómetros, dejando a su paso un entorno natural protegido de gran valor, formado por multitud de ecosistemas. Esta ruta se divide a su vez en otras dos vías de menor recorrido bajo el nombre de Sendero de Pilros. El punto de partida de la ruta se encuentra a la altura de la caseta de información y turismo del parque, a la altura de la playa Salinas. Empresas locales como Piragüilla organizan excursiones guiadas o alquiler de bicicletas (ahora también eléctricas) para recorrer punta Carreirón.
Durante el itinerario, los viandantes y ciclistas podrán descubrir paisajes repletos de cons, ―piedras que han adquirido una forma peculiar debido a la erosión del viento y las mareas― calas (Praia Lontreira, Lombeira, Petóns o das Margaridas, entre otras) puntas y cabos (como los de Revello, Carreirón, da Cruz…), y bonitas panorámicas que miran hacia el vecino municipio do Grove, el famoso islote do Areoso y la península de O Barbanza hacia el norte, entre otros puntos de interés.
Aunque cualquier momento es ideal para disfrutar de un paseo por la naturaleza, en el caso concreto de la Ruta dos Pilros se recomienda reservar una fecha durante la primavera para poder disfrutar del espectáculo de la naturaleza en su estado más puro. Durante estos meses, las primeras aves migratorias comienzan a llegar a este punto de las Rías Baixas para anidar. De hecho, y como cabe esperar, una de las especies que podremos observar en este itinerario será la de los "pilros", aves nómadas muy pequeñas que tienen por costumbre volar y corretear por los suelos arenosos.
El sendero, de forma circular, tiene dos variantes, una que recorre el litoral del parque de 3,6 kilómetros y 2 horas y media de duración; y una segunda que acorta mitad de la vía, de alrededor de 2,4 kilómetros para realizar en una hora y media. Todo el trayecto se encuentra balizado por unos barrotes de madera numerados que señalizan el trayecto y las limitaciones del mismo. Con todo, punta Carreirón se ha convertido, por méritos propios, en un lugar a marcar en la agenda de cualquier viajero, para recorrer con calma y regresar a casa con la maleta llena recuerdos de un entorno natural único de la ría de Arousa.