Muy cerca del conocido Monasterio de Armenteira, en el concello de Meis (Pontevedra), se sitúa un alojamiento de lo más singular y moderno, que entremezcla instalaciones de lujo con un entorno paisajístico inmejorable dentro de la comarca do Salnés. La Pousada Armenteira es el claro ejemplo de integración con el medio, y es que el espacio está proyectado sobre un entorno rural que permite a sus huéspedes disfrutar de la naturaleza y su tranquilidad con todas las comodidades.
Más allá de la oferta y ubicación privilegiada, la Pousada Armenteira se ha convertido en un auténtico icono de la arquitectura gallega contemporánea. El espacio está formado por diferentes edificaciones que se distribuyen en bancales a lo largo y ancho de la parcela, adaptándose a la perfección a la orografía irregular de la zona. De hecho, todo el entramado exterior y sus bloques se encuentran unidos a través de recorridos accesibles para todos los usuarios. En conjunto, la Pousada Armenteira conforma un espacio funcional, original y moderno donde los visitantes pueden desconectar de la rutina y reconectar con el entorno.
En las entrañas de un hotel de lujo
Hay que desplazarse hasta la zona más elevada de la Pousada para poder acceder a las entrañas de este característico hotel de 4 estrellas en el corazón de Meis, a través de una entrada en forma de claustro que recuerda al del Monasterio anexo. Desde este punto tendremos conexión con los diferentes espacios privados y comunes del hotel, desde el restaurante y la cafetería con sus fachadas de vidrio, a las habitaciones de lujo o la piscina exterior y zona ajardinada, entre otras.
En total, la Pousada Armenteira se compone de unas 26 habitaciones de lujo totalmente nuevas y equipadas con servicios de primera calidad. Las estancias ―tanto en su parte exterior como interior― están inspiradas en las entrañas del Mosteiro de Santa María da Armenteira, al igual que ocurría con el hall principal. Los suelos, techos y paredes de piedra y los detalles en madera, así como una fachada realizada también en piedra texturizada, aportan un carácter moderno y único a cada habitáculo.
De hecho, una de las particularidades de estos alojamientos tienen que ver con la forma en que se distribuyen en el espacio, agrupándose en módulos que se entierran formando bancales, como si de una bodega se tratase. De puertas para dentro, cada habitación dispone de una pequeña terraza privada, parqué de madera y un moderno mobiliario de diseño. Además, todo el hotel se encuentra totalmente adaptado para personas con movilidad reducida.
Estas pendientes del terreno permiten a su vez generar espacios comunes de reunión, con terrazas escalonadas donde unas singulares chimeneas suspendidas de tragaluces piramidales, así como otros elementos, destacan en el paisaje. Los exteriores también cuentan con una inmensa piscina privada cuyas vistas se pierden entre la naturaleza de este rincón de la comarca, el propio Monasterio de Armenteira, zonas de cultivo de explotación familiar e incluso la ría de Arousa en el horizonte.
Un proyecto de Pousadas-Jardín
La construcción y puesta en marcha de la Pousada Armenteira tuvo su origen, hace ya más de una década, en un proyecto conjunto denominado "Pousadas Jardín: creación de un producto turístico", impulsado por la propia Diputación de Pontevedra. Por aquel entonces, el desarrollo de estos hoteles en O Salnés cayó en manos del arquitecto gallego Mauro Lomba Martínez y su equipo profesional.
En el caso concreto de la obra de la Pousada Armenteira, el presupuesto de ejecución alcanzó la cifra de más de tres millones de euros (unos 10 millones entre las cuatro posadas). El proyecto se prolongó por casi dos años, hasta el 28 de diciembre de 2012, cuando este singular hotel de 4 estrellas en Meis estuvo listo para abrir sus puertas al público general. Desde entonces, la afluencia de visitantes en este pequeño oasis en el rural gallego ha sido una constante que, al menos por ahora, parece no tener fin.
Sin embargo, en esta historia de las "pousadas" de lujo en la comarca do Salnés, no todos los alojamientos planteados corrieron la misma suerte que las construcciones de Armenteira o el antiguo sanatorio de A Lanzada, que pudieron iniciar su actividad de la mano de la cadena Arlea Hotels (del grupo Hotusa-Eurostars), propiedad del empresario gallego Amancio López Seijas. Por ejemplo, en el caso del espacio creado en Ribadumia, sus instalaciones nunca llegaron a funcionar como hotel y a día de hoy, la puesta en marcha de las mismas todavía sigue inmersa en un eterno proceso de irregularidades y obras mal ejecutadas.