En el sur de Galicia, las Rías Baixas se muestran como un auténtico paraíso para la conservación del patrimonio natural, cultural y paisajístico de todo el territorio. El conjunto de la provincia de Pontevedra cuenta con numerosos enclaves naturales, entre paisajes de costa e interior, que desprenden una belleza singular digna de descubrir y recorrer de principio a fin.
Entre todos estos lugares, destacan los catalogados dentro de la Red Natura 2000, una cadena ecológica a nivel europeo de áreas de conservación de la biodiversidad y los tipos de hábitats esenciales para las especies autóctonas más sensibles en Europa. Esta red se divide al mismo tiempo en Zonas de Especial Conservación (ZEC) y Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA). En el caso concreto de Pontevedra, la provincia suma unos 18 espacios dentro de la Red Natura que se distribuyen entre el litoral, zonas de interior y las principales cuencas fluviales.
El tridente ornitológico
La provincia de Pontevedra cuenta con un total de tres Zonas de Especial Protección de Aves, entre ellos el Parque Nacional das Illas Atlánticas,); el estuario del río Miño, en la frontera entre Galicia y Portugal; así como el Complejo Intermareal Umia-O Grove, ya en las zona de la comarca do Salnés. Este último conforma uno de los humedales más importantes de la comunidad, con cerca de 13.000 aves y más de 200 especies diferentes que invernan cada año.
En cuanto al Parque Nacional, las Islas Cíes alojan a la mayor colonia de gaviotas patiamarillas del mundo (también en Sálvora destaca este género) y una abundante población de cuervo marino (o cormorán moñudo). Al final, la combinación de marismas, arenales y acantilados conforman un escenario idóneo para la proliferación de diferentes grupos. De hecho, en todo el archipiélago se concentran más de una veintena de especies identificadas y registradas.
Los tres enclaves conforman lugares de una enorme riqueza biológica y ornitológica, con numerosos escenarios ideales para las rutas de observación de aves. Por poner un ejemplo, la comarca do Salnés se ha posicionado como el paraíso del birding en todo el territorio. Y es que, desde el litoral de Sanxenxo hasta las localidades arousanas, existen multitud de puntos habilitados para llevar a cabo dicha actividad.
Espacios a pie de mar
Los paisajes costeros tienen un encanto natural innato para descubrir y recorrer con calma. La mayoría de ellos conforman escenarios geográficos idóneos para la conservación de diferentes especies. Desde el concello de Baiona a la península o Morrazo, existen varios puntos de interés catalogados dentro de la Red Natura 2000 que merecen la pena visitar, tales como A Ramallosa y las Illas Estelas en el sur de Galicia; la Costa da Vela y Cabo o Udra en el Morrazo, o la propia ensenada de San Simón en la ría de Vigo.
A Ramallosa y las Illas Estelas, entre las localidades de Nigrán y Baiona, forman dos de las áreas ZEC más importantes del sur de Pontevedra. La primera se ubica junto a la playa y punta de A Ladeira, con más de 90 hectáreas de marisma y una importante zona de dunas donde residen 17 especies diferentes. En el caso de los islotes, estos conforman un total de 700 hectáreas, con un 99% de área marina, que protegen hasta a 6 especies de aves diferentes.
En la península do Morrazo, Costa da Vela y Cabo Udra suman en conjunto más de 2.000 hectáreas de espacios ZEC, la gran mayoría de zonas marinas. Y ya en la ría de Vigo, la ensenada de San Simón cuenta con cerca de 2.200 hectáreas, formadas en un 95% por áreas marinas, con más de 26 especies protegidas (21 aves y 3 mamíferos). Además, la ensenada alberga una importante representación de hábitat intermareal, con una población de anátidos que supera los 3.500 ejemplares y una colonia de aves limícolas en temporadas migratorias.
Entre el interior y la ribera de los ríos
En lo que respecta a las Rías Baixas, las zonas de interior agrupan más de la mitad de los espacios de especial protección de la Red Natura 2000. Por un lado podemos distinguir los lugares que limitan con los diferentes ríos y afluentes pontevedreses, como es el caso del río Lérez, con 150 hectáreas de superficie y unas 30 especies protegidas; el Tea, que cuenta con más de 35 especies bajo la tutela de la Red Natura y es un importante curso fluvial para el Salmón Atlántico; o el sistema fluvial Ulla-Deza, cuyo territorio superas las 1.600 hectáctereas, que agrupan 24 especies de aves, 9 invertebrados, 6 mamíferos y otras 6 especies de peces.
Más allá de las zonas próximas a las riberas de los ríos, el interior de la provincia reúne otros siete lugares de especial protección para la biodiversidad y los diferentes hábitats. En las comarcas de Deza e Tabeirós (entre Forcarei, Estrada y Silleda), destacan las Brañas de Xestoso, una serie de lagunas y humedales compuestos de matogueiras y turbeiras donde podremos divisar hasta 16 especies sensibles diferentes. También, las Gándaras de Budiña conforman otro de los especias de especial interés y belleza natural en Porriño, con formaciones de bosques de ribera cerca de la cuenca del río Louro.
En cuanto a las zonas montañosas, en esta lista resalta el Monte Aloia, en Tui; y el Monte Faro,entre los límites de Lugo y Pontevedra. El primero de ellos goza de la designación de Parque Natural, único en Pontevedra y sexto de toda Galicia. En el caso de Monte Faro, este singular enclave de media montaña suma más de tres mil hectáreas y una veintena de especies protegidas, la mayoría aves. Asimismo destacan dos sierras entre los espacios ZEC: Serra do Cando, con 5.000 hectáreas de paisajes de bosques atlánticos y de ribeira; y Serra do Candán, más de 10 mil hectáreas que acogen la convivencia de 36 especies y un núcleo reproductor de lobos.
Por último, la lista de la Red Natura 2000 en las Rías Baixas se cierra con las Sobreiras de Arnego, una área forestal formada principalmente por sobreiras, o alcornoques, en el límite de diferentes municipios del norte interior de la provincia de Pontevedra. Un terreno ideal para recorrer en familia, formado en total por mil hectáreas de zonas boscosas de carácter atlántico e influencia mediterránea y más de 30 especies sensibles.