En el litoral meridional de la provincia de Pontevedra, concretamente en el municipio de Oia, se encuentra el primer Espacio Privado de Interés Natural (EPIN) de Galicia, que es a su vez el bosque mediterráneo más occidental de toda Europa, conocido como las Sobreiras do Faro. Este tesoro oculto frente a la costa atlántica gallega, justo en los márgenes del cañón del río Broi, alberga una riqueza natural de lo más singular, con especies frondosas autóctonas, ejemplares foráneos y multitud de árboles centenarios repartidos por toda la zona.
Este bosque de alcornoques en Oia está situado a unos 200 o 300 metros sobre el nivel del mar, en unos terrenos propiedad de la Mancomunidad de Montes Vecinales de la parroquia de Viladesuso, quienes gestionan este espacio privado y la conservación de sus valores naturales. De hecho, desde el año 2017 este bosque mediterráneo enmarcado en las Rías Baixas también forma parte del Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia.
Más sobre las Sobreiras do Faro
La esencia del mediterráneo se concentra en forma de naturaleza en este pequeño rincón de la costa gallega. Entre los montes vecinales do Pousiño y Faro se oculta este particular bosque de alcornoques (Quercus Suber), un árbol de porte medio y hoja perenne, originario de Europa y el norte de África. Se trata de una especie muy extendida antrópicamente debido a la explotación de su corteza, utilizada para la obtención del corcho. De hecho, los ejemplares del entorno de las Sobreiras do Faro todavía muestran en los corchos de sus cortezas los signos de la devastadora ola de incendios que asoló Galicia en el año 2006.
Las Sobreiras do Faro abarcan una extensión de terreno de 6,78 hectáreas, repletas en su totalidad por distintos estratos arbóreos, principalmente alcornoques, pero también otras especies como el roble, el peral bravo y el rusco, o el sauce y el aliso en representación de los bosques de ribera de la zona. Entre la fauna existente en la zona, destacan como grupos con mayor contribución de especies de interés los anfibios, reptiles, mamíferos y aves. Cabe destacar que quince especies de herpetos (reptiles y anfibios) se encuentran tipificadas en la categoría de interés especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Por su parte, en cuanto a las aves se refiere podemos destacar varios tipos de alados en la zona, como la Laberca Totovía, el Murciélago Orelludo o el Aguiacho Pálido, la cual entraría dentro del Catálogo Gallego de Especies Amenazadas (CGEA) junto a otras especies de murciélagos.
Ruta Máxica de Oia
Una buena forma de descubrir la riqueza natural y patrimonial que alberga el municipio de Oia es hacerlo a través de la Ruta Máxica creada por la Asociación Costa de Castros. Se trata de un itinerario de unos 20 kilómetros de recorrido que harán al visitante avanzar de sur a norte ―aunque también posible realizar el camino a la inversa―, entre los 100 y 300 metros sobre el nivel del mar a lo largo de las parroquias de Pedornes, Viladesuso y Mougás.
La primera parada de esta senda nos transporta hasta el entorno de los petroglifos de A Pedreira, formado por un conjunto de doce rocas grabadas (símbolos y cazoletas en su mayoría) descubiertas en el año 1990 por varios trabajadores del Museo Municipal de Vigo. Además, desde este punto se obtienen unas increíbles vistas del litoral gallego y el Monasterio Cisterciense de Santa María de Oia, datado del siglo XII. El siguiente punto de interés es conocido como la zona de O Viveiro, lugar en el que se reparten vairios grupos de grabados rupestres desde O Alto do Visiña hasta Figueirido, destacando tres embarcaciones de origen mediterráneo, la famosa Pedra do Cazador y otro outeiro santurario llamado A Pousadela.
A partir de este punto, la senda avanza hacia la ribera del cañón del río Broi, donde se emplazan las Sobreiras do Faro. Casi en el kilómetro diez de la ruta, muy cerca de este excepcional paraje natural, se sitúa el recinto fortificado de Cano dos Mouros, orientado hacia la impresionante costa de Oia y las cumbres de la sierra de A Groba. El recorrido continúa por una pista asfaltada hata el Outeiro da Cheira, con visión directa sobre las reconocibles Pozas de Mougás. Después, será necesario cruzar el río da Fervenza para alcanzar los grabados de O Pousiño y As Pozas del río Peito. El tramo final de la Ruta Máxica de Oia progresa en sus últimos kilómetros en dirección a una interesante zona de grabados que perdura en Pedra Lan, así como hacia el entorno de A Cabeciña y su recinto fortificado; para finalizar poco después a la altura del barrio de A Mata.