La naturaleza nos regala escenarios increíbles que no podríamos imaginar de otro modo. Cuando la ciudad resulta abrumadora, tenemos la suerte sobre todo en Galicia de poder encontrar a poca distancia paisajes donde la huella de la acción humana es prácticamente imperceptible. Bosques frondosos, riachuelos, playas de arena fina o miradores espectaculares; las opciones son casi infinitas y en la propia provincia de Pontevedra hay múltiples puntos que visitar.

Entre toda la variedad de espacios naturales, las cascadas son uno de los fenómenos más bonitos de contemplar. Las llamadas fervenzas abundan a lo largo y ancho de la provincia, algunas veces escondidas en pleno monte. Acudir a ver en directo este espectáculo de la naturaleza puede ser un gran plan para un día en el que el cielo esté despejado, ya que dichos fenómenos suelen estar rodeados por un paisaje que también merece la pena visitar.

Si necesitas unas cuantas ideas sobre dónde localizar estos lugares en la provincia de Pontevedra, sigue leyendo. Desde Treintayseis recopilamos las cascadas más espectaculares que puedes visitar en la zona. ¡No te las pierdas!

Poza da Moura (Moaña)

Poza da Moura Concello de Moaña

La Poza da Moura, en Domaio (Moaña), es la descripción perfecta de un entorno idóneo para pasear y ver el agua caer entre las piedras. En verano se convierte en uno de los lugares favoritos para los vecinos de la zona y es habitual encontrarse con dueños de mascotas que acuden con sus peludos a darse un baño.

Este entorno destaca por su proximidad a la ciudad de Vigo en coche y sus impresionantes vistas a la ría. Durante el otoño y el invierno es un espacio muy tranquilo para hacer senderismo. La carretera queda próxima a la zona de las pozas para poder acceder con el coche, pero hay que aparcar a cierta distancia y atravesar un agradable camino a pie.

El nombre, Poza da Moura, hace referencia a una antigua leyenda que relata cómo una joven, hija de un "moro", se enamoró de un campesino de la zona. Se dice que el padre desaprobaba la relación y procedió a matar al chico, por lo que ella enloqueció y se sumergió en las pozas, desde donde se supone que se la oía llorar por las noches.

Fervenza del río Barosa (Barro)

Fervenza del río Barosa. Foto: Turismo.gal

El río Barosa transcurre por el municipio de Barro (Pontevedra) siguiendo la ruta del Camino portugués hacia Santiago de Compostela. A su paso se encuentra el sendero de los molinos, compuesto por 17 infraestructuras en total que plagan de interés el paseo. Además de ellos, impresiona la belleza de las cascadas que se forman en el río, que alcanzan hasta 30 metros de desnivel.

Por el sendero que recorre el entorno del río Barosa hallamos un área recreativa con una taberna, desde donde se inicia un sendero circular que cruza el puente de A Búa y retorna por la orilla derecha del río hasta el puente de San Breixo, en donde está marcado el final de la ruta.

El acceso a este espacio está indicado con una placa en la N-550 entre Pontevedra y Caldas de Reis, a la altura del municipio de Barro.

Fervenza de Férveda (Silleda)

Fervenza de Férveda o Escuadro. Fotografía: Turismo Rías Baixas

Continuando con el listado, la fervenza de Férveda (también conocida como fervenza de Escuadro) tal vez sea una de las más espectaculares por el paisaje en el que se enmarca, las Brañas de Xestoso, un bosque de ribera con árboles autóctonos como robles o castaños. Esta cascada se encuentra en Silleda y representa un salto de agua de 15,70 metros de altura. Hay otra más pequeña por la zona, de 4,80 metros, situado en el curso alto del río Férveda-Escuadro, afluente del Toxa.

Catarata del río Toxa (Silleda)

Fervenza do río Toxa, en Silleda Deputación de Pontevedra

Sin abandonar el municipio de Silleda nos encontramos con otra espectacular cascada en caída libre, la del río Roxa. Es famosa por estar considerada la más alta de Galicia, con una altura de 30 metros. Al igual que en el caso anterior, la fervenza de Toxa está situada en un paisaje que te dejará boquiabierto. No te puedes perder la ruta de senderismo que recorre el lugar y que regala puntos mágicos como un mirador sobre el agua, la Ponte do Demo o el monasterio de Carboeiro. Sin duda, una opción recomendada para amantes de los largos paseos en cualquier época del año.

Fervenza de Casariños (Fornelos de Montes)

Fervenza de Casariños, en Fornelos de Montes. Shutterstock

Más cerca de Vigo podemos visitar la fervenza de Casariños, en Fornelos de Montes. Los múltiples saltos de agua trazan un recorrido escalonado que conforma un curioso paisaje. Para llegar a ella hay un fácil acceso desde la carretera PO-9303 y en la visita podrás aprovechar para descubrir interesantes espacios como los chozos de O Suído, pequeñas construcciones en piedra donde se resguardaban los campesinos.

Cascada de Segade (Caldas de Reis)

Otra cascada enmarcada en un paisaje impresionante es la de Segade, en Caldas de Reis. Sin embargo, si se decide visitar en invierno, hay que tener cuidado con las zonas de posibles inundaciones que empañarían la belleza del paseo, como avisa la página oficial de Turismo de Galicia. El acceso a esta ruta está al lado del jardín botánico de la villa y transita junto al río Umia.

Después de caminar durante aproximadamente un kilómetro se encuentra un puente de madera que nos permitirá cruzar el río y subir hasta el puente romano de Baxe, construido en el siglo I y remodelado en el año 1729. Asimismo, por la zona están las ruinas de la antigua fábrica de la luz y molinos. La cascada en sí mide cerca de 30 metros y forma varias pozas donde los vecinos acuden a darse un baño cuando hace buen tiempo.

Fervenza de Parrelos (Covelo)

Seguramente, esta fervenza sea el tesoro más oculto de la lista. Surge del río Tea y está escondida en una zona rocosa con una gran riqueza natural e incluida en el proyecto Red Natura 2000. El acceso a pie a este lugar es bastante reciente y recibe el nombre de Camiño das Estrelas. Como recogen en varios foros los visitantes de este lugar, el mejor acceso es a través la carretera PO-9304 que une Maceira con Camposancos y, en la intersección en donde existe el desvío para subir a la Ermida da Xestosa, detenerse para bajar desde allí a pie.

Cascada de A Feixa (Redondela)

La siguiente cascada imprescindible se ubica en Santo Paio de Abaixo, en la parroquia de Reboreda, en el río Alvedosa. La fervenza de A Feixa salva un desnivel de 15 metros y en sus proximidades hay un pintoresco paseo con escaleras y plataformas de madera desde las que apreciar el movimiento del agua. El río Alvedosa, por su parte, presenta múltiples cataratas de pequeño tamaño a lo largo de su cauce.

Cascada de Callobre (A Estrada)

Cascada de Callobre, en A Estrada. Fotografía: Turismo de Galicia

Comenzamos la ruta para acceder a la cascada en las proximidades del castro de Callobre, antiguo poblado castreño de la Edad de Hierro rodeado por una gran cantidad de robles y situado a 250 metros de altitud. Para acceder a la parte superior de la fervenza, como recoge Turismo de Galicia, deberás elegir la senda de la izquierda llevando el río Curantes a la derecha.

Desde allí, caminarás entre robles y pinos, encontrarás dos molinos y varias pasarelas de madera y todo ello facilitará el recorrido hasta el mirador, que te regalará una postal desde arriba de este salto de agua de nueve metros de altura

Fervenza de Raxoi (Valga)

Fervenza de Raxoi en el río Valga. Fotografía: Turismo Rías Baixas

Para llegar a las cascadas que nos ofrece este paseo, desvíate de la carretera N-550 hasta llegar a la zona de Raxoi. Tal y como explican desde Turismo Rías Baixas, "después de Raxoi, el río bordea una montaña y se dirige hacia al norte entre la vieja carretera N-550 y la autopista, formando sobre el plano una gran V geográfica. Es entre Raxoi y Pedrafita en donde el río entra de lleno en una zona rocosa flanqueada por el monte Cerquido que lo encaja y lo hace descender 50 metros en una distancia de tan solo 200″.En el camino podremos localizar distintos molinos conocidos como Los Molinos de Pedrafita u Os Muíños de Parafita.