El verano llega a su fin. Los turistas comienzan a abandonar sus lugares vacacionales para volver a casa, las familias con hijos empiezan planificar el pronto inicio del curso escolar, los días se acortan sin remedio. La estampa más melancólica aparece cuando el mes de agosto se despide y septiembre asoma tras la esquina del calendario. Con todo, aún quedan oportunidades para disfrutar de la temporada estival en Vigo, Pontevedra y sus alrededores.
Tal vez no hayas podido disfrutar todavía de tus vacaciones de verano o tengas pendientes unos días libres antes del otoño. Si estás en uno de estos casos y no dispones de demasiado margen de tiempo para organizar un viaje fuera, no te preocupes: existen cientos de opciones para una escapada inolvidable sin salir de la provincia de Pontevedra.
Desde una estancia mágica bajo las estrellas en Sanxenxo, pasando por dormir en un hotel flotante o alojarte en una antigua fábrica. ¿Quién dijo que el turismo de proximidad no podía ser original? A continuación recopilamos cinco opciones singulares para reservar unos cuantos días y despedir el verano por todo lo alto.
Torre do Río
Creerás formar parte de una película cuando llegues a las instalaciones de este hotel ubicado a pocos minutos de Caldas de Reis. La Torre do Río era una fábrica textil del siglo XVIII a las orillas del río Umia. Ahora, completamente restaurada, dispone de 13 habitaciones con vistas al paisaje fluvial, un amplio jardín de ambiente íntimo y tranquilo y una piscina natural con cascada. También cuenta con servicio de restaurante, donde podrás degustar entrantes varios (como tortilla, pulpo o tabla de ibéricos), carnes y pescados y una copa de un buen vino denominación de origen.
Burbujas astronómicas Albarari
Seguramente hayas visto imágenes de estos curiosos compartimentos acristalados, pero ¿sabías que están en Sanxenxo? La empresa Albarari fundó sus primeras burbujas astronómicas en A Coruña y después probaron suerte en las Rías Baixas, donde disponen de cinco cúpulas: Australis, Centaurus, Borealis, Spica y Áuriga, cada una de ellas con su jardín privado y zona chill out. Cada noche en este exclusivo glamping tiene un precio aproximado de 137 euros y permite dormir contemplando las estrellas como nunca antes lo habías imaginado.
Barco Navis Siren
Mecerse con el movimiento del mar y vivir una experiencia única sin pisar tierra. Esa es la premisa del apartamento Navis Siren, atracado en el puerto de Baiona y que está dotado con todas las comodidades. El barco está compuesto por dos camarotes independientes con cama, cocina equipada con placas de inducción y demás útiles, salón interior, baño y una magnífica terraza para desconectar al sol. El catamarán tiene capacidad para cuatro personas (dos en camarotes y otras dos en el sofá cama que se encuentra en la sala).
Además, cuenta con plaza de aparcamiento para dejar tu vehículo mientras estás en alta mar, aire acondicionado, conexión wifi, lavadora, plancha y sombrillas y sillas de playa.
O Balcón do Oitavén
El Banco do Oitavén ofrece una experiencia perfecta de turismo rural en Ponte Caldelas. No querrás abandonar sus instalaciones, donde además de erigirse una bonita casa con capacidad para 15 personas (ideal para viajes en grupo), hay un hórreo singular convertido en un espacio donde relajarse contemplando el paisaje. Los niños lo pasarán en grande aquí, ya que además del amplio jardín para corretear hay cama elástico, pingpong o raquetas para jugar al bádminton.
Aloia Nature
En los últimos años se ha puesto de moda el concepto de glamping, alojamientos en plena naturaleza perfectos para vivir unos días de desconexión. Por ejemplo, no te puedes perder el complejo Aloia Nature, ubicado en el Monte Aloia, en Tui. Allí encontrarás tres cabañas elevadas equipadas con jacuzzi y todas las comodidades para tu estancia y otras tres cabañas asentadas sobre la tierra. Cada una de estas curiosas casas tiene un tamaño diferente, por lo que podrás venir tanto en pareja como en una escapada familiar.