El país vecino esconde decenas de pueblos con encanto perfectos para visitar durante el otoño, estación en la que la belleza de los parajes queda resaltada por los colores cobrizos de las hojas de los árboles, que anuncian la llegada del invierno. Además, con el frio las masas de turistas se dispersan y la experiencia de viajar se vuelve mucho más placentera, pudiendo sumergirte en la cultura y la rutina de estas localidades.
Por todo esto, como sabemos que el otoño es una de las mejores épocas para viajar, en Treintayseis hemos hecho una recopilación de los cinco mejores pueblos al norte de país luso que visitar durante la temporada otoñal.
Sistelo, el Tíbet portugués
Escondido entre las montañas del en el municipio de Arcos de Valdevez se encuentra el pequeño pueblo de Sistelo, popularmente conocido como el Tíbet portugués. Con apenas 200 habitantes, este pequeño pueblecito destaca por su integración con la naturaleza y sus empinadas pasarelas. Pero, además de por su belleza natural, Sistelo también destaca por sus estrechas calles de piedra y por la Casa do Castelo, un palacio renacentista del siglo XIX por Manuel Gonçalves Roque cuando regresó de Brasil.
A tan solo una hora de la ciudad olívica, Sistelo es el lugar perfecto para disfrutar de una escapada otoñal en medio de la naturaleza y desconectar de la rutina y el estrés.
Viana do Castelo, la meca de la arquitectura portuguesa
Al margen del río Limia, muy próxima a la frontera con Galicia, se encuentra Viana do Castelo. Considerada una de las ciudades más bonitas del país luso, Viana do Castelo destaca por las bonitas calles de su casco histórico y sus imponentes monumentos. Entre los lugares imprescindibles que visitar en la ciudad no puede faltar el monte de Santa Luzia, en el que se encuentra la Basílica de Santa Lucia una construcción del siglo XX de inspiración románico-bizantino. Además, desde la Basílica se tienen unas impresionantes vistas de toda la ciudad.
Otras edificaciones de admirable belleza son el edificio de la Misericordia y el chafariz, ambos del siglo XVI; la antigua Casa consistorial y la Catedral de estilo románico. También es importante destacar que la ciudad es conocida por su filigrana de oro, tradición que se puede apreciar en el Museo del Traje, el Museo de Arte y Arqueología o el buque Gil Eanes.
Santa María da Feria convertida en Perlim
La ciudad de Santa Maria da Feira, a poco menos de dos horas de Vigo, permite realizar un viaje a Edad Media gracias a su castillo en perfecto estado de conservación. El castillo de Santa María da Feira fue un bastión regional desde los siglos XI al XV y, en la actualidad, conserva grandes piezas de arquitectura de aquella época.
Durante la temporada navideña, el castillo se convierte en un Perlim para hacer vivir la magia de la Navidad a grandes y pequeños. Desde que el proyecto comenzó en el año 2008, este Perlim ha ido creciendo hasta convertirse en el parque temático más grande de Portugal, extendiendo las celebraciones navideñas a toda la ciudad. El parque temático estará abierto del 25 de noviembre al 30 de diciembre.
Durante el resto del año, Santa María da Feira destaca por sus importantes museos como el Europarque, un centro de congresos con frecuentes eventos culturales; el Visionarium, el museo de ciencia interactivo; y el Museo del Papel.
Un viaje a través de la historia en Lamego
A dos horas y media de Vigo se encuentra la ciudad de Lamego, una localidad famosa por sus construcciones religiosas que relatan la antiquísima historia de la localidad. Esta pequeña ciudad, situada entre las colinas del Alto Duero, fue el lugar de coronación del primer rey de Portugal, Alfonso I, en el año 1139.
Siglos más tarde, la ciudad fue conquistada por los árabes, periodo del que se conserva un hermoso castillo. Entre los siglos XVI y XVIII se llevaron a cabo múltiples construcciones conservadas en la actualidad, como es el caso de la catedral gótica o la iglesia de Nossa Senhora dos Remédios, la cual está precedida por una larga escalinata de más de 600 metros de altura.
Vila Real, la mezcla perfecta entre naturaleza y arquitectura
Vila Real es una ciudad situada al norte de Portugal que destaca por su arquitectura aristocrática y su fusión con la naturaleza. Entre los monumentos que uno no se puede perder destaca la Casa de Mateus, un palacio del siglo XVIII; la Iglesia de Sao Pedro, datada del año 1528; y la Capela Nova, de estilo barroco y renacentista.
Por otra parte, para aquellos que busquen estar en contacto con la naturaleza, Vila Real tiene algunas de las mejores rutas de senderismo del norte del país. Entre ellas destacan la ruta de As Gralleiras de Pitoes, la ruta circular de Sete Lagoas y la ruta circular Pitões das Júnias-As Gralleiras.