¿Sabías que Galicia fue el primer reino medieval de Europa? Los romanos conquistaron la Península Ibérica y denominaron la zona norte como la provincia de Gallaecia, un territorio que en el año 409 conquistarían los suevos. Este pueblo decidió establecer aquí su reino y posteriormente, los visigodos fijaron también aquí su corte; en concreto, el rey visigodo Witiza se asentó en Tui (Pontevedra).
Es por este motivo que el sur de Galicia cobró gran relevancia durante la Edad Media. El río Miño ejercía de frontera comercial y militar, al tiempo que era el escenario de sucesivas guerras feudales. Aunque parte de los vestigios de aquella época han desaparecido, hoy todavía siguen en pie importantes restos medievales.
En el sur de la provincia de Pontevedra, partiendo desde esa primera villa visigoda que fue en su día Tui, es posible trazar un recorrido por las infraestructuras medievales más relevantes y mejor conservadas de toda Galicia. Descubre a continuación la Ruta Medieval del Geodestino Rías Baixas e Baixo Miño y viaja en el tiempo a través de sus impresionantes monumentos.
Catedral de Tui
La primera parada de esta Ruta Medieval no podía ser otra que la catedral de Tui, la única de las Rías Baixas. Está catalogada como un Bien de Interés Cultural desde el año 1931 y su construcción se remonta a comienzos del siglo XII. La planta de la iglesia es de estilo románico, pero la práctica totalidad de la estructura es gótica: de hecho, su fachada occidental (erigida en torno al año 1125) se considerada la primera obra gótica de la península ibérica. Además, su claustro es el único de estilo gótico que se conserva en la actualidad en Galicia.
Para conocer toda la historia de esta imponente joya arquitectónica, nada mejor que acudir a verla en primera persona. La catedral abre de lunes a domingo y aunque se puede visitar por libre (el precio general es de 5 euros, con descuentos para grupos o estudiantes, e incluye la audioguía), lo mejor es acudir con un guía que desgrane detalle a detalle el monumento (cuesta 9 euros).
Monasterio de Santa María de Oia
Tampoco falta en la ruta el Monasterio de Santa María de Oia, construido en el año 1149 gracias a una donación del rey Alfonso VII. Aunque era una edificación de carácter religioso, su posición al lado del mar le otorgó usos defensivos y llegó a ser nombrado Real e Imperial Monasterio de Oia por el rey Felipe IV. El monumento se declaró Bien de Interés Cultural en 1931 y durante la Guerra Civil fue un campo de concentración para presos republicanos.
Este lugar es un reducto histórico único y en la actualidad es propiedad de la sociedad privada Kaleido (antes Vasco Gallega), que planea construir un hotel de cuatro estrellas con spa. Las obras podrían comenzar el mes que viene. El Monasterio de Oia ha sido durante mucho tiempo un secreto para los vecinos de Oia y el resto de ciudadanos: en 2019 abrió por primera vez al público en 850 años. En estos momentos, las visitas están inactivas.
Isla de San Simón
Un enclave más sorprendente de la Ruta Medieval del Geodestino Ría de Vigo e Baixo es la isla de San Simón. La cara más conocida de su historia se remonta al siglo XX y la época de la Guerra Civil, pero este pequeño islote ya era una fuente de inspiración para los trovadores de la Edad Media. La cantiga de amigo de Meendinho es una de las obras más importantes de la lírica gallegoportuguesa del siglo XIII y está ambientada aquí, en San Simón.
¿Pero cómo se puede visitar la isla? La Consellería de Cultura, Educación y Universidad de la Xunta de Galicia mantiene un estricto control sobre las excursiones a San Simón para proteger el patrimonio y el entorno natural del lugar, por lo que toda visita debe ser consultada con carácter previo.
La naviera Mar de Ons ofrece rutas hasta la isla, disponibles a partir de Semana Santa hasta, aproximadamente, el día 12 de octubre, (festivo nacional), desde los puertos de Cangas y Vigo. Las excursiones para grupos están disponibles durante todo el año y el precio varía según el número de participantes y la fecha. La oferta de la naviera dura cuatro horas e incluye una ruta guiada a pie por San Simón y un paseo marítimo por la ría para conocer su historia y sus leyendas.
Castillo de Soutomaior
El imponente castillo de Soutomaior está en el ‘top’ de los más bonitos de Galicia y es, sin duda, una de las fortalezas mejores conservadas del territorio. Su origen se remonta al reinado de Alfonso VII, durante el siglo XII, aunque su época de mayor esplendor tuvo lugar en el siglo XV gracias al noble Pedro Álvarez de Sotomayor, más conocido como Pedro Madruga (y quien según algunas teoría sería en realidad Cristóbal Colón).
La fortaleza cambió de manos en múltiples ocasiones a lo largo de los años, arriesgándose a caer en el abandono total. En el año 1917 salió a subasta y no fue hasta 1982 cuando se hizo con él la Diputación de Pontevedra, que impulsó su mayor rehabilitación. En la actualidad el castillo de Soutomaior es un enclave mágico que alberga además un espectacular jardín, el primero de España reconocido como Jardín de Excelencia Internacional por la Sociedad Internacional de la Camelia y miembro del Itinerario Europeo de Jardines Históricos.
La entrada general para visitar la fortaleza de Soutomaior y su musealización, así como a sus jardines y a la exposición temporal, cuesta 5 euros por persona (hay tarifas familiares y con descuento para pensionistas o usuarios del Carnet Joven). La visita guiada al castillo cuesta 6,50 y por un euro más, se puede incluir la zona de los jardines.
Fortaleza de Monterreal
El archiconocido parador de Baiona es también uno de los monumentos medievales destacados de la provincia de Pontevedra gracias a su muralla, una de las más grandes que se conservan actualmente en España con tres kilómetros de recorrido. La fortaleza se construyó entre los siglos XI y XVI porque la península de Monterreal (así se llama el territorio sobre el que se asienta) era un punto estratégico clave para la defensa de las Rías Baixas.
El 1 de marzo de 1493 se registró el suceso más importante de la historia de la villa, que se conmemora cada año en la fiesta de la Arribada: la carabela Pinta, una de las que conformaban la expedición de Cristóbal Colón, atracó en Baiona con la noticia de que habían "descubierto" América. Los Reyes Católicos ordenaron construir toda una villa en el interior de la fortaleza, pero su esplendor se fue perdiendo con el paso del tiempo. Hoy se conserva como un parador turístico abierto al público.
Puente medieval de Ramallosa
Finalizamos la ruta en Nigrán, en el conocido popularmente como puente románico de Ramallosa y que, para sorpresa de muchos, en realidad data de la época medieval. Los expertos descartan que ese sea su origen, tanto por sus características arquitectónicas (por su estilo, encaja en una construcción de la primera mitad del siglo XIII, de estilo románico final o protogótico) como por su ubicación en el tramo final del río Miñor.
El viaducto formaba parte de un camino medieval (que también se identificó por error como una vía romana) que conectaba con Tui, la capital de la diócesis. En el centro hay un crucero con la imagen de San Telmo, el patrón de los navegantes, y según la información del Concello de Nigrán, esto se deba a que el sacerdote Pedro González Telmo (1180/1190- 1246), de la Orden de los Predicadores, tuvo algo que ver en su construcción.