Los puentes, infraestructuras tan aparentemente simples pero de una utilidad inestimable, pueden convertirse en algo más que una herramienta para conectar dos puntos de un mapa, pueden ser auténticas atracciones de interés turístico por las que merezca la pena realizar una excursión. Los puentes colgantes en la naturaleza son un claro ejemplo de cómo una obra de ingeniería puede ser a su vez un lugar turístico.

En los últimos años se ha popularizado las pasarelas colgantes sobre ríos o en pleno bosque como una manera de dinamizar los espacios naturales y potenciar su atractivo. Galicia cuenta con diferentes ejemplos, como el puente de Xirimbao, uno de los más largos de la comunidad (80 metros), que se encuentra sobrevolando el río Ulla, en A Estrada (Pontevedra).

Sin embargo, la longitud de esta plataforma no es nada comparada con la de un puente situado muy cerca de Galicia y que gozaba hasta el año 2022 del título de ser el más largo del mundo. Sí, como lo oyes: el segundo puente colgante peatonal más extenso del planeta está a solo dos horas en coche de la frontera gallega, en Portugal. Se trata del llamado Arouca 516 o Ponte Sospensa, una imponente infraestructura construida en el año 2020 en el Geoparque de Arouca, en el municipio homónimo.

El parque dispone de otros puntos de gran interés como los Pasadizos del Paiva, una ruta de pasarelas de madera que acompañan el curso del río Paiva. De hecho, el Geoparque fue reconocido por la Unesco en 2009 debido a su importante valor geológico. Ya solo por esto el espacio merece una visita, pero sin duda, la presencia del puente Arouca 516 lo convierte en un destino aún más llamativo.

516 metros de longitud

Este famoso puente luso tiene una longitud de 516 metros y se eleva a 175 metros de altura, por lo que no es una visita recomendada para personas con vértigo. La inauguración del Arouca 516 desbancó en 2020 del primer puesto como puente peatonal más largo del mundo al Charles Kuonen, ubicado en Suiza y que mide 494 metros.

La pasarela suiza se inauguró en 2010 y le robó en su momento el puesto del puente peatonal más extenso al japonés Kokonoe Yume, que se estrenó en 2006 y cuenta con una longitud de 390 metros. Ahora todos ellos forman parte del ranking que lidera el puente Sky Bridge 721, en República Checa, que se extiende 721 metros.

En cuanto al Arouca 516, la infraestructura está hecha de metal y el suelo de la plataforma deja entrever a los pies del visitante el curso del río Paiva. Para atravesar este puente es necesario reservar previamente entrada (aquí). El ticket general (adultos de 18 a 65 años) cuesta 12 euros y hay diferentes descuentos para colectivos y precios especiales para visitas en familia. Los menores de 6 años tienen prohibido el acceso.

El horario de visitas varía en función de la época del año: de noviembre a marzo se puede entrar a las 09:30, a las 11:00, a las 14:00 y a las 15:30 horas; de abril a octubre, a las 09:30, a las 11:00, a las 13:00, a las 14:30, a las 16:00 y a las 17:30 horas; y de mayo a septiembre, los accesos a Arouca 516 se pueden realizar a las 08:30, a las 10:00, a las 11:30, a las 14:00, a las 15:30, a las 17:00 y a las 18:30 horas.

Así es Arouca 516, el segundo puente en suspensión más largo del mundo. Fotos: Geoparque Arouca

Así es Arouca 516, el segundo puente en suspensión más largo del mundo. Fotos: Geoparque Arouca

Así es Arouca 516, el segundo puente en suspensión más largo del mundo. Fotos: Geoparque Arouca

Así es Arouca 516, el segundo puente en suspensión más largo del mundo. Fotos: Geoparque Arouca

Así es Arouca 516, el segundo puente en suspensión más largo del mundo. Fotos: Geoparque Arouca

Así es Arouca 516, el segundo puente en suspensión más largo del mundo. Fotos: Geoparque Arouca