Fervenza de Segade

Fervenza de Segade Shutterstock Caldas de Reis

Escapadas

El pueblo de Pontevedra cruzado por el Umia con una de las cascadas más bonitas de Galicia

Naturaleza e historia se dan la mano en este destino enmarcado en el extremo norte de la provincia de Pontevedra, famoso por sus aguas termales e importante zona de paso del Camino de Santiago

24 septiembre, 2024 05:00

Entre la suave brisa del Atlántico y los imponentes perfiles montañosos que dibujan su horizonte interior, la provincia de Pontevedra se alza como un destino cautivador y repleto de contrastes en el sur de Galicia. Este territorio donde cada rincón tiene su propio carácter e idiosincrasia, combina el encanto marinero de sus pintorescas villas costeras con la serenidad tan representativa de sus aldeas rurales. De hecho, a medida que avanzamos cara el interior, los arenales paradisíacos del litoral pontevedrés dan paso a frondosos bosques y valles verdes que esconden en sus entrañas auténticos tesoros turísticos como el de Caldas de Reis, un pueblo encantador que es atravesado por el río Umia y que presume de tener una de las cascadas más bonitas de toda Galicia. 

Esta joya del interior de la provincia de Pontevedra es también famosa por sus aguas minero-medicinales, cuya existencia en el lugar se remonta hasta la época de los romanos. No es de extrañar por tanto que en el presente Caldas de Reis sea reconocida como una de las villas termales por excelencia de Galicia, convertida en un destino ideal para aquellos que buscan disfrutar de la cultura del agua. Además, el municipio caldense conforma asimismo un punto clave en la historia del Camino de Santiago, ya que por sus calles empedradas atraviesa la histórica ruta xacobea llegada desde Portugal. 

Naturaleza y patrimonio en Caldas de Reis

Carballeira de Caldas de Reis

Carballeira de Caldas de Reis Turismo de Galicia Caldas de Reis

Para aquellos viajeros que buscan una escapada especial en el corazón de las Rías Baixas, Caldas de Reis es su destino. Este rincón mágico enmarcado entre las aguas del río Umia se encuentra rodeado de preciosos saltos de agua y bosques de ribera, un pequeño paraíso que envuelve al callejero de la localidad y nos regala lugares tan extraordinarios como el conjunto formado por el jardín botánico y la carballeira de Caldas.

Este pulmón verde a orillas del Umia presume del galardón de Paraje Pintoresco y Jardín Histórico desde el año 1962, además de la catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Xunta de Galicia. El área en cuestión fue impulsada por el gobierno local ya a mediados del siglo XIX, en un período en el que la histórica villa gozaba de una gran reputación a raíz de sus aguas termales. En la actualidad, el jardín y la carballeira cuentan con un paseo embaldosado que guía al visitante por un escenario único entre árboles (exóticos y centenarios), una importante colección de camelias, fuentes y distintas zonas de descanso

Vista aérea del entorno de la Fábrica da Luz y la Fervenza de Segade

Vista aérea del entorno de la Fábrica da Luz y la Fervenza de Segade Concello de Caldas de Reis Caldas de Reis

Más allá del espectacular jardín botánico y su carballeira, Caldas de Reis también alberga entre sus límites otros grandes tesoros naturales y patrimoniales. Sin ir más lejos, la senda del agua que conecta el entorno del parque caldense con la Fervenza de Segade atraviesa algún que otro puente romano, como el de Bermaña o Segade, y un conjunto de antiguos molinos restaurados ―algunos de ellos reconvertidos en vivienda― antes de llegar a la altura de la Fábrica da Luz. Este paraje caldense es, sin lugar a dudas, uno de los escenarios más bonitos y singulares de Caldas de Reis.

Las ruinas de la antigua central hidroeléctrica, cuyos orígenes se remontan a 1899, todavía sobreviven en uno de los márgenes de la cascada. En su descenso entre las rocas como si de un tobogán se tratase, la Fervenza de Segade va formando a su paso pequeñas pozas y piscinas naturales muy frecuentadas por bañistas y amantes de la naturaleza durante la temporada estival. Pese a todo, no es un lugar masificado en exceso sino que muchos podrían incluso tildarlo como auténtico remanso de paz.

Una villa termal con mucha historia

Ribera del Umia en Caldas de Reis. Foto: Turismo de Galicia

Ribera del Umia en Caldas de Reis. Foto: Turismo de Galicia Turismo de Galicia Caldas de Reis

El termalismo en las Rías Baixas encuentra su origen en la época romana, cuando las aguas minero-medicinales de rincones como Cuntis o Caldas de Reis empezaron a ser utilizadas con fines terapéuticos. Cabe destacar que las termas y balnearios de toda Europa experimentaron su particular eclosión entre finales del siglo XIX y principios del XX, extendiéndose también por toda Galicia y dando lugar a importantes puntos de atracción turístico-termal. Uno de esos rincones era precisamente Caldas de Reis, una de las villas termales más importantes del territorio gallego. En la era del Imperio Romano, estas aguas termales eran más conocidas como Aquis Celenis. 

Las aguas caldenses se enmarcan dentro del grupo de aguas sulfurosas cloruro-sódicas hipertermales, unas de las más interesantes tanto por su composición como por su temperatura. No es de extrañar que la cultura termal encontrase en esta localidad pontevedresa un escenario perfecto para la proliferación de balnearios. De hecho, el municipio todavía presume de dos espacios termales de larga tradición situadas junto a los márgenes del Umia: el Balneario de Acuña, una muestra extraordinaria de la arquitectura gallega del siglo XX; y el Balneario Dávila, cuya mayor particularidad recae en un cañaveral de cañas de bambú único en su género. Al margen de estos dos baños termales, otro de los símbolos más emblemáticos relacionados con la cultura del agua en Caldas de Reis es la conocida como Fonte das Burgas, una joya neoclásica construida en 1881 sobre la salida del propio manantial.