Vigo es mucho más que una vibrante metrópolis en las Rías Baixas. A lo largo del tiempo, el eco de su historia, profundamente ligada a los compases del Atlántico, ha viajado con miles de gallegos que llevaron consigo un pedacito de su tierra a todos los rincones del mundo. Sin embargo, lo más sorprendente es que su nombre también ha sido capaz de cruzar fronteras y océanos. Pocos saben que existen más Vigos de los que nos podríamos imaginar sobre la faz de la Tierra. Desde una pequeña población en la provincia de A Coruña, la vecina Asturias y hasta alguna que otra comunidad escondida en Italia o incluso Estados Unidos, son varios los rincones del planeta que comparten el mismo nombre que esta ciudad fiel, leal, valerosa y siempre benéfica.
Ahora bien, y más allá de la ciudad Olívica, uno de los Vigos más encantadores lo encontramos a tan solo un paso de la frontera con Galicia, en un entorno privilegiado junto a la laguna glaciar más grande de Europa: el majestuoso lago de Sanabria. En los alrededores de este excepcional paraje natural se esconde Vigo de Sanabria, una pintoresca aldea que parece sacada de un cuento medieval. Con sus callejuelas empedradas y su arquitectura tradicional, este núcleo del municipio zamorano de Galende constituye un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Aquí, la historia se respira en el aire, ofreciendo a los visitantes un auténtico viaje al pasado en un enclave de belleza muy particular.
Descubriendo el Vigo de montaña
Justo a los pies del impresionante Cañón del Forcadura, las tranquilas aguas del riachuelo con su mismo nombre atraviesan el callejero del Vigo de interior, cuyo conjunto arquitectónico es el perfecto ejemplo de conservación de la cultura popular sanabresa. Cabe recordar que este tipo de arquitectura se caracteriza por el uso de piedras de la zona, corredores y miradores. Por lo general, en la planta baja de las casas solía ubicarse la cuadra para el ganado y en el piso superior la vivienda familiar. Además, los muros exteriores también acostumbraban a estar cubiertos de mortero blanco, adornado en ocasiones por esgrafiados básicos.
Este Vigo de montaña se encuentra enmarcado en la comarca de Sanabria,al noroeste de la provincia de Zamora. En el presente, Vigo de Sanabria forma parte del municipio de Galende, aunque hasta el año 1850 fue un ayuntamiento propio. Además, y si bien es cierto que el número de habitantes ha ido decayendo en las últimas décadas, la localidad todavía guarda un cierto renombre debido al curioso carnaval que organizan cada año, denominado Visparia y bastante similar al entroido típico de Ourense. Otro de los festejos más populares de este rincón de Galende recae en la celebración de la llamada Virgen de Gracias, una fiesta movible que se celebra siempre 52 días después del Jueves Santo.
En lo que respecta a su callejero, la disposición de las barriadas de esta pequeña población está condicionada por el citado curso fluvial, dividido en tramos que se reparten entre el barrio de la Iglesia, dispuesto de forma cicular junto a un templo que el pasado acogió un monasterio; y el barrio de la Ermita, envuelto tanto por antiguas viviendas tradicionales como por nuevas construcciones que han sabido seguir la línea estética de la arquitectura popular sanabresa, dejando en muchos casos sus piedras desnudas al descubierto.
Además, al estar cruzado por el río Forcadura, en este pueblito de unos 150 habitantes son varias las pasarelas que permiten salvar el cauce del riachuelo, destacando sobre el resto el caso del puente romano que da la bienvenida a los viajeros a la entrada del pueblo. A pesar de su reducido número de vecinos, la localidad zamorana se ha convertido en un importante centro turístico dada su cercanía al famoso Lago de Sanabria, y es por ello que son varios los alojamientos y restaurantes que mantienen su actividad en este pueblo.
El lugar perfecto para los amantes de la naturaleza
En los alrededores de Vigo de Sanabria podemos encontrar un sinnúmero de rutas y caminos ideales para la práctica del senderismo. De hecho, el propio Cañón del río Forcadura ha sido aprovechado para crear una ruta de senderismo homologada, integrada en el GR-84, que parte desde el barrio alto de Vigo para avanzar por el margen derecho hasta cruzar un puente de losas de piedra. La subida se puede prolongar también hasta el antiplano de la sierra y desde allí hasta la famosa laguna de los Peces, en cuyo caso estaríamos hablando de un recorrido de más de 15 kilómetros y unas 4 o 5 horas.
Otra parada obligatoria en esta zona más próxima al Vigo de interior se encuentra a la altura del Lago de Sanabria, el lago de origen natural más grande de España y el mayor de origen glaciar de Europa. Este auténtico monumento natural se originó hace unos 100.000 años y hoy por hoy constituye el escenario perfecto para los amantes de la naturaleza, el senderismo y los planes al aire libre, ya que durante la temporada estival también es posible bañarse e incluso hacer kayack.