El espíritu navideño ya empieza a latir en cada rincón de Galicia, llenando de magia e ilusión los pueblos y ciudades que se preparan para vivir una de las épocas más encantadoras del año. En medio de las luces centelleantes, los turrones y las películas clásicas, la Navidad de Galicia encuentra su epicentro más brillante en la ciudad de Vigo. Aquí las fiestas siempre llegan antes de tiempo para que miles y miles de visitantes puedan disfrutar de "la mejor Navidad del mundo", tal y como diría Abel Caballero. Este año, la ocasión especial tendrá lugar el sábado 16 de noviembre, cuando el famoso árbol gigante de la Porta do sol y el resto de movitos navideños se iluminen una vez más desde el corazón de las Rías Baixas.
Pero Vigo no está sola en su esplendor navideño, ni dentro ni mucho menos fuera de Galicia. A poco menos de una hora y media en coche de la ciudad, en tierras portuguesas, otro titán de luces desafía el trono de la Navidad en la península Ibérica. Este coloso, que alcanza los 55 metros de altura (el árbol vigués presumía de 44 metros la pasada campaña), no sólo se ha convertido en el árbol más alto de Portugal, sino también en el gran orgullo del municipio de Valongo. Desde el pasado viernes 8 de noviembre, este espectacular gigante ilumina las cercanías del Parque Urbano de Ermesinde, invitando a todos sus visitantes a dejarse sorprender por su magia y grandeza navideña.
Así es el gigante de luces de Portugal
La fiebre por exhibir los adornos navideños más deslumbrantes y encender la temporada invernal antes que nadie ha cruzado fronteras y aterrizado con fuerza en Portugal, donde este año han logrado desbancar a Vigo en ambas categorías. En el área metropolitana de Oporto, la freguesía de Ermesinde alberga desde hace varios años un imponente titán de luces que presume de ser el árbol de Navidad más alto del país. Su encendido esta temporada también ha sido uno de los más madrugadores, anticipándose incluso a la tradicional puesta en marcha de luces de la ciudad Olívica. El árbol en cuestión seguirá brillando hasta el próximo 5 de enero, cuando se despedirá definitivamente hasta las próximas navidades.
Este coloso multicolor supera con creces los monumentales árboles navideños de grandes ciudades como Oporto y Lisboa, en las cuales apenas alcanzan los 30 metros de altura. Incluso la famosa estructura de la Porta do Sol de Vigo permanece eclipsada ante su sombra, situándose a más de 10 metros de distancia del gigante portugués. Está claro que, quienes buscan disfrutar de la Navidad en su máximo esplendor encontrarán en Ermesinde una cita ineludible, un lugar único donde el espíritu navideño se vive a una escala realmente extraordinaria.
Los otros encantos navideños de Valongo
A pesar de que las luces de Navidad de Valongo se han encendido temprano este 2024, las esperadas Aldeias de Natal llegarán a la localidad lusa a partir del viernes 6 de diciembre. Los visitantes tendrán la oportunidad de vivir una experiencia navideña de lo más completa donde no faltará la artesanía, la gastronomía, los carruseles, la animación y hasta el hogar de Papá Noel, llenando de ambiente, luces y color las calles de esta bonita freguesía portuguesa. Entre los decorados más llamativos destaca el caso de una bola gigante que ilumina el núcleo histórico de Valongo, ubicada en la Praça Machado dos Santos. También en las proximidades del gran árbol de Navidad se podrá disfrutar de una gran pista de patinaje sobre hielo, perfecta para sumergirse en la atmósfera más invernal de la Navidad.
Además, ese mismo día, el Museo Municipal de Valongo también abrirá sus puertas para ofrecer una curiosa exposición y venta de belenes (Exposição/venda de Presépios), con entrada libre y gratuita para todos los públicos. En esta exhibición navideña, promovida por el Santuario de Santo Antonio do Valongo, los visitantes podrán contemplar un amplio abanico de belenes clásicos, tradicionales y contemporáneos, todos ellos inspirados en el nacimiento de Jesús y una frase atribuida a San Juan Bosco: "Nuestra vida es un don de Dios y lo que hacemos de ella es nuestro regalo a Él". En ediciones anteriores, los visitantes pudieron acercarse a todo tipo de obras únicas elaboradas en bronce, tela, madera, barro y hasta con técnicas de crochet y puntillismo.