Rincones de las Rías Baixas

Rincones de las Rías Baixas Collage Rías Baixas

Escapadas

Las 12 maravillas naturales de las Rías Baixas que no puedes perderte este 2025

Cascadas que se precipitan al mar, senderos que serpentean entre bosques de cuento e islas paradisíacas ocultas en el corazón de las rías descubren la belleza más mágica y genuina de estes destino del sur de Galicia

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Hablar de Galicia es adentrarse en una tierra donde la naturaleza se despliega con una belleza arrebatadora. Es dejarse envolver por la brisa atlántica que acaricia sus costas, mientras la mirada atenta del viajero se pierde en paisajes interiores que parecen recién extraídos de un cuento. En las Rías Baixas, cada rincón esconde un mosaico de contrastes y emociones: playas de arena dorada que invitan al sosiego, acantilados que desafían el horizonte y montañas que, entre susurros al viento, cuentan historias de otros tiempos. 

Hay lugares en las Rías Baixas que han conquistado el corazón de todos cuantos los visitan y otros, más discretos, que aguardan a ser descubiertos. En cualquier caso, estas 12 maravillas naturales que presentamos se presentan como escenarios que merecen ser explorados al menos una vez en la vida. Es por ello que, en este artículo, te invitamos a un recorrido inolvidable por algunos de los paisajes más bonitos y sorprendentes del sur de Galicia, donde cada paso revela un mundo plagado de belleza y autenticidad.

Fervenza do Ézaro (Dumbría)

Fervenza do Ézaro

Fervenza do Ézaro Shutterstock

En la zona más septentrional de las Rías Baixas se encuentra una de las joyas naturales más conocidas y visitadas de toda Galicia: la impresionante Fervenza do Ézaro, cuyo tramo final avanza por los límites de la localidad coruñesa de Dumbría. Lo que hace especial este parja no son sólo las dimensiones de este salto de agua, sino que es de los pocos ríos de Europa que desemboca en cascada en el mar. La Fervenza do Ézaro entrega las aguas procedentes del río Xallas al océano Atlántico tras un desnivel de 150 metros y una caída libre que alcanza los 40 metros. En la parte alta de la cascada se sitúa un mirador que permite disfrutar de una vista panorámica espectacular que se extiende desde la desembocadura del curso fluvial hasta las laderas rocosas del legendario Monte Pindo y el propio pueblo costero de Ézaro. 

Castro de Baroña (Porto do Son)

Castro de Baroña, Porto do Son, Galicia.

Castro de Baroña, Porto do Son, Galicia. Shutterstock

Otro escenario de las Rías Baixas que destaca por su excepcionalidad es el entorno más próximo al Castro de Baroña, un asentamiento de la Edad del Hierro enclavado en los límites costeros de Porto do Son. Este yacimiento arqueológico a pie de mar conforma uno de los castros más emblemáticos y mejor conservados de toda Galicia, totalmente integrado en un enclave salvaje donde la fuerza del Atlántico es la gran protagonista. Cabe recordar que se trata de uno de los pocos poblados de dicha era que basaban su economía en la producción marítima y agrícola. Hoy por hoy, su ubicación privilegiada sobre el istmo rocoso de Punta do Castro permite disfrutar de unas vistas preciosas de la playa de Area Longa o Baroña y de un entorno prácticamente virgen.

Parque Natural das Dunas de Corrubedo (Ribeira)

Entorno de las dunas y playa de Corrubedo

Entorno de las dunas y playa de Corrubedo Shutterstock Ribeira

El Parque Natural de Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán alberga en su dominios varios ecosistemas de enorme valor medioambiental, destacando el caso del complejo dunar y las lagunas litorales. Este desierto en la costa de Ribeira conforma la duna móvil más grande del noroeste peninsular, cuya superficie se extiende a lo largo de cuatro kilómetros de longitud, unos 250 metros de ancho y otros 20 metros de altura. En el entorno también se concentra el mayor número de túmulos megalíticos de Galicia y se emplazan varias marismas y lagunas de agua dulce y salada, en un espacio natural excepcional declarado como Zona especial de conservación (ZEC), Zona de especial protección para as aves (ZEPA), Zona húmida protexida galega y Zona húmida de importancia internacional Ramsar.

Islote do Areoso (Illa de Arousa)

Islote do Areoso en la ría de Arousa

Islote do Areoso en la ría de Arousa Turismo de Galicia Rías Baixas

La ría de Arousa, la más grande de Galicia, oculta entre sus aguas un pequeño paraíso que muchos viajeros conocen como el Caribe gallego. El islote do Areoso conforma una superficie de unas 9 hectáreas rodeada de aguas cristalinas y una extraordinaria capa de arena blanca y fina que envuelve toda la isla. Refugio también de una flora y fauna protegidas, su espectacular paisaje dunar y los restos aqueológicos que allí se conservan hacen de este lugar una parada imprescindible en las Rías Baixas. El acceso hasta el islote se puede hacer tanto en kayak como en barco, siendo necesaria la tramitaciónn de una solicitud web, emitida a través de la Xunta de Galicia, que desde hace unos años permite controlar la entrada de visitantes y preservar este espacio natural único en la ría de Arousa. 

Parque da Natureza do río Barosa (Barro)

Molinos del Río Barosa, en Barro (Pontevedra).

Molinos del Río Barosa, en Barro (Pontevedra). Shutterstock

Al norte del municipio de Barro se esconde un auténtico espéctaculo de la naturaleza, un paraje excepcional marcado por el descenso entrecortado del río Barosa. Enmarcado entre bosques, caprichosas formaciones rocosas y las antiguas huellas de la molienda, el Parque da Natureza do Río Barosa permite contemplar el recorrido de este curso fluvial entre rápidos y fervenzas, en una zona que salva un desnivel de 60 metros en la que fueron construidos más de una docena de molinos, algunos de ellos rehabilitados por la Escuela Obradoiro "Camiño de Santiago-Barro". En la parte baja del parque también existe una pequeña laguna muy frecuentada por los bañistas durante el verano, rodeada por varias pasarelas y puentes que comunican ambas riberas del río con un pequeño islote acondicionado como área recreativa. 

Parque Nacional das Illas Atlánticas

Panorámica de las islas Cíes.

Panorámica de las islas Cíes. Shutterstock

Son pocas las personas en Galicia que no hayan visitado en algún momento uno de los archipiélagos que dan forma al Parque Nacional das Illas Atlánticas, elegido como uno de los más atractivos de Europa por los usuarios de Jetcost. Esta maravilla natural del sur de Galicia alberga la esencia más genuina de las Rías Baixas, con distintos rincones distribuidos entre las rías de Vigo y Pontevedra, repletos de vida marina y terrestre en los que confluyen todo tipo de ecosistemas de alto valor biológico. Las islas de Cíes, Ons, Sálvora y Cotegada configuran este espacio único en el que el viajero tiene la oportunidad de adentrarse en la naturaleza salvaje de Galicia y los extraordinarios paisajes naturales que envuelven a las Rías Baixas. 

Salinas de Ulló (Vilaboa)

Muro entre los dos vasos de la Salina

Muro entre los dos vasos de la Salina Shutterstock

En los límites de Vilaboa se conserva un tesoro natural y patrimonial que muy pocos conocen: las Salinas de Ulló, el mayor complejo salinero conservado en Galicia cuyos orígenes se remontan al siglo XVII. En este punto el paisaje todavía revela los dos vasos en los que estaba dividida la salina: uno más grande que ronda las 12 hectáreas y que era utilizado para estancar el agua para la evaporación; y un segundo de unas 8 hectáreas que se estructuraba en una cuadrícula de pequeños cocederos que alcazaban los 23 grados y terminaban de cristalizar la sal. En el presente, las Salinas de Ulló son el punto de partida de varios senderos homologados que se sumergen en la historia y naturaleza de Vilaboa. Destaca la Ruta da Croa, que recorre las aldeas de Acuña y laracha y visita asimismo las ruinas de la Granja de Ulló, un antiguo caserón en el que se alojaban las personas que explotaban el molino de mareas construido tras el abandono de la actividad salinera. 

Cabo Home (Cangas do Morrazo)

Costa da Vela, península do Morrazo. Foto: Shutterstock

Costa da Vela, península do Morrazo. Foto: Shutterstock

La silueta sinuosa, salvaje y entrecortada de la Costa da Vela se extiende por el extremo más occidental de la península do Morrazo, regalando paraísos naturales y casi virgenes tan espectaculares como el de Cabo Home. En estas coordenas de las Rías Baixas, enclavadas justo en el límite natural entre las rías de Vigo y Pontevedra, el viajero encontrará un mosaico de paisajes y constraste dibujados entre arenales, faros, cabos, acantilados y hasta algún que otro yacimiento arqueológico como el del Monte do Facho, desde donde se puede divisar una de las panorámicas más bonitas del sur de Galicia. 

Cabo Silleiro (Baiona)

Faro Cabo Silleiro. Foto: Shutterstock

Faro Cabo Silleiro. Foto: Shutterstock

Naturaleza, historia y patrimonio se dan la mano en los límites de Cabo Silleiro, un precioso paraje costero situado muy cerca del núcleo urbano de Baiona. Con la mirada fija en el horizonte del Atlántico, esta imponente punta es el hogar de uno de los faros más emblemáticos de las Rías Baixas, guardián de la entrada a la ría de Vigo por su zona sur desde su puesta en marcha en 1866. Merece la pena recordar que en el entorno más próximo al vigía también se conservan los restos abandonados de un antiguo fuerte militar, una ventana abierta al pasado que nos permite disfrutar al mismo tiempo de unas magníficas vistas del faro y las islas Cíes. 

Fraga de Catasós (Lalín)

Fraga de Catasós, Lalín.

Fraga de Catasós, Lalín. Turismo Rías Baixas

Este extraordinario bosque mixto, declarado Monumento Natural en el año 2000, es un auténtico tesoro escondido en el corazón de la provincia de Pontevedra. Lo cierto es que la Fraga de Catasós alberga algunos de los castaños más altos de toda Europa, reconocidos por la ONU ya en el año 1954. Esta gran superficie boscosa se extiende a lo largo de 4,5 hectáreas a las afueras de Lalín, justo a medio camino entre Santiago y Ourense. En su interior se alzan robles y castaños centenarios como guardianes de un paraje único, algunos de ellos superando los 30 metros de altura. Pasear por sus senderos significa sumergirse en un mundo donde los colores del bosque cambian con las estaciones y el silencio únicamente se ve interrumpido por el susurro del viento y el canto de los animales que lo habitan. 

Monte Aloia (Tui)

Monte Aloia, Tui. Foto: Turismo Rías Baixas

Monte Aloia, Tui. Foto: Turismo Rías Baixas

El primer Parque Natural de Galicia, declarado como tal en el año 1978, ocupa un lugar destacado entre las maravillas naturales de las Rías Baixas. Situado en la comarca do Baixo Miño, sobre los límites del municipio de Tui, el Parque Natural del Monte Aloia se erige como una majestuosa atalaya a unos 700 metros de altitud, ofreciendo unas vistas espectaculares de los valles del Miño y del Louro. En pleno corazón de la Serra do Galiñero, este idílico paraje invita a recorrer sus más de 10 kilómetros de senderos que serpentean entre frondosos bosques, riachuelos y miradores que dejan sin aliento. Sin duda, todo un paraíso para los amantes de la naturaleza y los planes al aire libre. 

Monte de Santa Tegra (A Guarda)

Santa Trega, A Guarda.

Santa Trega, A Guarda. Turismo A Guarda

En el sur de la provincia de Pontevedra se sitúa uno de los ejemplos de cultura castrexa más importantes de todo el noroeste peninsular: el legendario castro de Santa Trega, en A Guarda. Su origen y ocupación se remonta a un período que se extiende desde el siglo IV a.C hasta el siglo III d.C, ocupando en la actualiadad alrededor de 20 hectáreas de superficie en lo más alto del monte guardés. Ahora bien, más allá de su evidente valor histórico y patrimonial, esta cima enclavada a unos 340 metros de altitud presume de una de las vistas más espectaculares de Galicia, con el trazado urbano de A Guarda y el estuario del Miño en primera línea de la panorámica, así como los territorios fronterizos de Portugal y la inmensidad del Atlántico como telón de fondo.