La empanada gallega es un plato tradicional de Galicia. De hecho, es uno de los productos más emblemáticos de la gastronomía gallega y tiene siglos de historia.
Se cree que originalmente era preparado para los viajeros y peregrinos del Camino de Santiago, debido a su facilidad para transportar y su capacidad de conservarse bien durante largos períodos de tiempo. En cualquier caso, su origen es muy antiguo y puede resultar incierto.
De la empanada gallega llama la atención la gran cantidad de rellenos que puede tener, si bien es cierto que existen una serie de variedades tradicionales, caso del atún o bonito. Sin embargo, también hay otra opción para los amantes del sabor del mar: la empanada de zamburiñas.
Empanada gallega de zamburiñas
La empanada gallega suele elaborarse con un relleno de atún o bonito, junto con cebolla, pimiento, tomate y ajo. Sin embargo, hay otras variedades también muy populares entre los amantes de este plato tradicional.
Entre ellas, la empanada gallega de zamburiñas, que es otra de las variantes más apreciadas de la tradicional empanada gallega, especialmente en la costa de Galicia, donde los mariscos juegan un papel fundamental en la gastronomía local.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que las zamburiñas son un tipo de molusco bivalvo similar a la vieira, pero más pequeñas y con un sabor suave, delicado y ligeramente dulce. Son muy valoradas en la cocina gallega por su frescura y textura, por lo que puede ser una idea perfecta incorporarlas como relleno de una empanada gallega.
Con respecto a la masa, no habría variaciones. En este sentido, la empanada gallega se elabora con una masa que puede ser de trigo, maíz o una combinación de ambos. Se trata de una masa fina, crujiente por fuera y suave por dentro, que envuelve el relleno, sea cuál sea.
El ingrediente principal del relleno son las zamburiñas, que se limpian bien y se saltean antes de añadirse a la empanada. Luego está el sofrito que acompaña las zamburiñas suele incluir cebolla, pimiento rojo y ajo, que se cocinan lentamente para que liberen todo su sabor.
A veces se agrega un toque de tomate natural, que le aporta jugosidad, o incluso un poco de pimentón dulce o azafrán para darle color y matices de sabor. En cualquier caso, esta es una muy buena opción para los que gustan de este plato en tanto que la empanada de zamburiñas tiene un sabor suave pero lleno de matices marinos, que se equilibra con el dulzor de la cebolla y el pimiento del sofrito.
Las zamburiñas se mantienen jugosas dentro de la empanada, y la masa, con su textura crujiente, lo que crea un contraste perfecto entre este exquisito relleno y su exterior.
La empanada gallega tiene raíces muy antiguas. De hecho, se cree que su origen podría remontarse a tiempos romanos o incluso antes, con influencias de los pueblos celtas que habitaban Galicia.
Como ya se ha mencionado anteriormente, durante la Edad Media, las empanadas eran populares entre los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago, ya que ofrecían una forma práctica de transportar y consumir alimentos. Incluso se ha representado en los frescos del Pórtico de la Gloria en la Catedral de Santiago de Compostela, lo que demuestra su relevancia cultural e histórica.
Actualmente, es un plato que sigue siendo muy valorado y preparado en Galicia, tanto en ocasiones festivas como en el día a día. Además, no es solo popular en esta región, sino que se puede encontrar en muchas otras zonas de España.