En Galicia, cuando llega el frío del otoño e invierno, la gastronomía se adapta a platos más contundentes, calientes y reconfortantes, ideales para combatir las bajas temperaturas. Estas recetas son tradicionales y aprovechan los productos de temporada, como los grelos, las castañas y el cerdo, típicos de las matanzas.
El caldo gallego es el plato por excelencia durante el invierno. Es un plato de cuchara muy nutritivo que se prepara con productos de temporada, especialmente las verduras.
Sin embargo, también hay otra receta muy típica de la época de frío en Galicia: el lacón con grelos, uno de los platos más tradicionales de Galicia, especialmente consumido durante el Carnaval (Entroido) y en el invierno.
Se trata de un plato elaborado con lacón (parte delantera del cerdo curada), grelos (las hojas tiernas de la nabera o col rizada), chorizo y patatas (cachelos). El lacón se cuece y se sirve con los grelos y los cachelos cocidos, creando un plato muy sabroso y contundente, ideal para los meses fríos.
En cuanto a los pasos que hay que seguir para la elaboración del lacón con grelos, tienes que tener en cuenta los siguientes:
- Se comienza cocinando el lacón en agua. Se suele hervir durante un tiempo para que suelte su sabor en el caldo.
- Una vez que el lacón está tierno, se añaden los grelos a la olla y se cocinan hasta que estén tiernos.
- Se añaden las rodajas de chorizo y las patatas peladas y cortadas. Todo se cocina junto hasta que las patatas estén tiernas.
- Se sirve el plato caliente, a menudo presentando primero el caldo como sopa y luego los ingredientes sólidos en el plato.
También cabe destacar que el lacón con grelos es especialmente popular durante el Entroido, donde se considera un plato festivo. También se prepara en reuniones familiares y ocasiones especiales.
Aunque la receta tradicional es muy apreciada, cada hogar puede tener su propia versión, variando en el tipo de embutido o las proporciones de los ingredientes. Además, cabe destacar que es común acompañar el lacón con un buen pan gallego, ideal para mojar en el caldo. También se suele servir con un vino blanco o tinto de la región, complementando así la rica experiencia gastronómica.
Las propiedades nutricionales del lacón con grelos
El lacón con grelos es un plato muy nutritivo, rico en proteínas (por la carne y el chorizo) y en vitaminas y minerales (por los grelos). Las patatas aportan carbohidratos, lo que lo convierte en un plato muy energético, ideal para los meses fríos.
En primer lugar, el lacón es una buena fuente de proteínas de alta calidad, que son esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos en el cuerpo. Contiene una cantidad moderada de grasa, principalmente grasa saturada. Sin embargo, el lacón curado puede ser más bajo en grasa que otras carnes.
Aporta vitaminas del grupo B, como B1 (tiamina), B3 (niacina) y B12, que son importantes para el metabolismo energético y el funcionamiento del sistema nervioso. También es rico en minerales como hierro, que es esencial para la formación de glóbulos rojos, y zinc, que juega un papel importante en el sistema inmunológico.
En segundo lugar, los grelos son ricos en fibra, lo que favorece la salud digestiva y ayuda a mantener la saciedad. Son una excelente fuente de vitamina C, que es importante para el sistema inmunológico, y vitamina K, que es esencial para la coagulación de la sangre.
Los grelos también aportan minerales como calcio y potasio, que son importantes para la salud ósea y el equilibrio de líquidos en el cuerpo. También contienen antioxidantes que ayudan a combatir el estrés oxidativo y pueden contribuir a la prevención de enfermedades crónicas.
En tercer lugar, las patatas (cachelos), que son una buena fuente de carbohidratos complejos, que proporcionan energía sostenida. Además, si se comen con la piel, también son una buena fuente de fibra. Son ricas en vitamina C, B6 y potasio, lo que ayuda a mantener la función cardiovascular y la salud del sistema nervioso.
Finalmente, el chorizo, que al igual que el lacón, el chorizo aporta proteínas de alta calidad. También contiene grasas, incluyendo grasas saturadas, y puede ser más alto en calorías, por lo que se debe consumir con moderación. Aunque aporta un sabor característico al plato, también añade ciertas cantidades de vitaminas del grupo B y minerales como el hierro.
En definitiva, se trata de un plato completo que proporciona una combinación equilibrada de proteínas, carbohidratos, fibra, vitaminas y minerales, lo que lo convierte en una opción nutritiva y saciante.