Los calamares son un ingrediente muy valorado en la gastronomía española, debido a su versatilidad y su capacidad para absorber sabores. España, con su extensa costa y rica tradición pesquera, ha hecho del calamar una de las estrellas de la cocina, apareciendo en una amplia variedad de recetas que van desde tapas y aperitivos hasta platos principales.

El calamar es un molusco cefalópodo con un cuerpo alargado y tentáculos. Su carne es blanca, tierna y ligeramente dulce cuando se cocina correctamente. Los calamares son ricos en proteínas, bajos en grasa y tienen un contenido moderado de colesterol. Se consumen tanto frescos como congelados, y sus partes principales utilizadas en la cocina son los tentáculos, las aletas y el cuerpo (también conocido como tubo).

Y como no, los calamares están presentes en la cocina gallega. En este sentido, los calamares a la gallega son un plato típico de la gastronomía de Galicia, donde el marisco y los productos del mar tienen un papel protagonista. Aunque no existe una receta estricta y uniforme de los calamares a la gallega, el plato sigue el estilo de cocina sencillo, pero sabroso, que caracteriza a la gastronomía gallega, respetando la frescura y calidad del producto.

La esencia de los calamares a la gallega radica en su preparación sencilla, que suele resaltar el sabor natural del calamar mediante técnicas básicas de cocción y aderezo. Generalmente, los calamares se cocinan a la plancha o a la parrilla y se sazonan con ingredientes básicos como aceite de oliva virgen extra, sal gruesa, pimentón (dulce o picante, dependiendo del gusto) y perejil.

Si bien es cierto que la receta de los calamares a la gallega puede variar, entre los ingredientes principales suelen encontrarse los siguientes:

  • Calamares frescos: preferentemente pequeños, aunque también se pueden utilizar medianos.
  • Aceite de oliva virgen extra: ingrediente clave en la cocina gallega.
  • Ajo: para darle un toque aromático.
  • Pimentón: dulce o picante, que añade el toque típico de muchas recetas gallegas, como en el pulpo a la gallega.
  • Sal gruesa: que se añade al final para resaltar los sabores del calamar.
  • Perejil fresco: picado, que añade frescura al plato.
  • Vino blanco gallego (opcional): a veces se usa para desglasar la sartén y añadir un toque de acidez y sabor al plato.

En lo que respecta a los pasos para su elaboración, son los siguientes:

  1. Lo primero es limpiar bien los calamares, retirando las entrañas, el cartílago y la piel exterior, si es necesario. En Galicia, muchas veces se cocinan los calama
  2. Los calamares se cocinan a la plancha o a la parrilla con un poco de aceite de oliva. El secreto es que el fuego esté bien caliente para que los calamares se cocinen rápidamente, evitando que queden duros o gomosos. Se doran ligeramente por ambos lados, lo que les da un sabor delicioso y una textura tierna.
  3. Si se prefieren más jugosos, algunos cocineros añaden un chorrito de vino blanco al final de la cocción, lo que ayuda a desglasar la sartén y aporta un toque ácido.
  4.  Una vez cocidos, se sazonan con sal gruesa, pimentón (a menudo una mezcla de dulce y picante para equilibrar los sabores), perejil picado y un generoso chorro de aceite de oliva virgen extra.
  5. Se sirven calientes, recién sacados de la plancha, acompañados de un trozo de pan gallego o incluso con alguna guarnición sencilla, como patatas cocidas o ensalada.

En algunas zonas de Galicia, los calamares a la gallega se sirven sobre una base de patatas cocidas o cachelos, al estilo del famoso pulpo a la gallega. Las patatas se sazonan de manera similar, con aceite de oliva, sal y pimentón, y absorben los jugos del calamar, creando un plato muy sabroso y tradicional.

Este plato suele acompañarse con un buen vino blanco gallego, como un Albariño de las Rías Baixas o un Ribeiro, que complementa perfectamente los sabores del mar. El pan gallego, con su corteza crujiente y miga densa, también es un acompañante excelente para absorber los jugos y el aceite del plato.

El enfoque de los calamares a la gallega es similar al de otros platos icónicos de la región, como el pulpo a la gallega, en los que el respeto por el producto fresco es fundamental. Galicia es conocida por sus excelentes mariscos, y los calamares son un pilar en la gastronomía marina gallega.

En resumen, los calamares a la gallega son una deliciosa muestra de la cocina simple pero sabrosa de Galicia. El uso de ingredientes frescos y de alta calidad, como los calamares recién pescados, el aceite de oliva virgen extra y el pimentón, hace que este plato sea un verdadero manjar del Atlántico.

Las propiedades nutricionales de los calamares a la gallega

Los calamares a la gallega son una opción sabrosa y saludable, ya que se preparan con ingredientes naturales y nutritivos, como el calamar fresco, el aceite de oliva virgen extra, ajo y pimentón.

El calamar es bajo en calorías y rico en proteínas, lo que lo convierte en un alimento ideal para quienes buscan opciones nutritivas sin excesivas grasas. Además, tienen un bajo contenido en grasas totales, aunque contienen una pequeña cantidad de grasas omega-3, que son beneficiosas para la salud cardiovascular. También cabe destacar que los calamares son ricos en vitaminas y minerales.



El aceite de oliva es un ingrediente clave en la dieta mediterránea y muy valorado por sus propiedades saludables. Es rico en ácidos grasos monoinsaturados, especialmente ácido oleico, que ayuda a reducir el colesterol LDL ("malo") y mantener los niveles de colesterol HDL ("bueno").



Además, el pimentón no solo aporta sabor, sino que también ofrece algunos beneficios nutricionales en tanto que contiene capsaicina y carotenoides, que son potentes antioxidantes. 

El ajo es conocido por sus múltiples propiedades beneficiosas: tiene propiedades antimicrobianas, cardioprotectoras y es antioxidante, es decir, ayuda combatir el estrés oxidativo.

En conclusión, los calamares a la gallega son un plato equilibrado y nutritivo, ideal para una dieta saludable. Combinan la proteína magra de los calamares con los beneficios del aceite de oliva virgen extra y los antioxidantes del ajo y el pimentón. Además, incluye carbohidratos cuando va acompañado de la patata cocida.