Las almejas son un molusco bivalvo muy valorado en la gastronomía española, especialmente en Galicia, donde son un ingrediente esencial de muchas recetas tradicionales. Su versatilidad, sabor delicado y textura suave las convierten en un manjar apreciado tanto en platos sencillos como en preparaciones más elaboradas. A lo largo del territorio español, las almejas se incorporan a distintas recetas, pero es en Galicia donde tienen una gran relevancia cultural y culinaria.
Entre las recetas típicas con almejas se encuentran, sin duda, las almejas a la marinera. Este es uno de los platos más icónicos de Galicia. Las almejas se cocinan en una salsa de tomate, ajo, cebolla, vino blanco y perejil, lo que realza su sabor natural. Es un plato sencillo pero lleno de sabor que se sirve como entrante o tapa.
Se trata de un guiso de almejas muy sencillo de hacer y muy típico de la gastronomía de Galicia, particularmente de la zona de las Rías Bajas, siendo también muy popular en otras zonas de España como Cantabria o Asturias.
La expresión "a la marinera" hace referencia a una forma de cocinar que se basa en el uso de ingredientes como cebolla, ajo, vino y tomate, y que se emplea para preparar mariscos o pescados. Este tipo de salsa es habitual en varias recetas de la costa atlántica española.
Almejas a la marinera.
Con respecto al resto de ingredientes necesarios para elaborar esta receta, son los siguientes: 1 cebolla mediana, 3 dientes de ajo, 1 cucharada de harina, 1 vaso de vino blanco (preferentemente albariño o ribeiro), 2 tomates maduros o 200 ml de salsa de tomate natural, 1 hoja de laurel, perejil fresco picado (al gusto), aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta (al gusto) y 1 guindilla (opcional, para un toque picante).
En cuanto al proceso de elaboración de las almejas a la marinera, si bien es cierto que resulta una receta bastante sencilla de hacer, es importante tener en cuenta los siguientes pasos:
- Coloca las almejas en un bol con agua fría y un puñado de sal gruesa durante 1 o 2 horas para que suelten la arena. Cambia el agua un par de veces si es necesario. Luego, enjuágalas bien bajo agua fría.
- En una sartén grande o cazuela, calienta un chorro de aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada finamente y sofríela hasta que esté transparente.
- Agrega los ajos picados y la guindilla (si decides usarla). Cocina durante unos minutos más, removiendo para evitar que se quemen.
- Añade los tomates rallados o la salsa de tomate y la hoja de laurel. Cocina a fuego lento durante unos 10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que la salsa espese un poco.
- Vierte el vino blanco y cocina unos 5 minutos más para que el alcohol se evapore.
- Una vez que la salsa esté lista, añade las almejas a la cazuela. Tapa la cazuela y cocina a fuego medio-alto durante unos 5 minutos o hasta que las almejas se abran. Remueve de vez en cuando para que las almejas se impregnen de la salsa. Desecha las almejas que no se abran tras la cocción.
- Retira la cazuela del fuego, espolvorea perejil fresco picado por encima, ajusta la sal y la pimienta al gusto y sirve de inmediato.
Consejos para hacer almejas a la marinera
En primer lugar, asegúrate de comprar almejas frescas en una pescadería de confianza. Deben estar vivas, lo que significa que deben cerrar si las tocas. Evita aquellas que estén abiertas o que tengan un olor desagradable.
También es fundamental la calidad del sofrito (cebolla, ajo y tomate). Cocina la cebolla a fuego lento hasta que esté transparente y dulce antes de añadir el ajo y el tomate. Esto dará profundidad de sabor a la salsa.
¿Cuáles son las propiedades nutricionales de las almejas a la marinera?
Las almejas a la marinera son un plato nutritivo y sabroso. En primer lugar, cabe destacar que las almejas son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos.
También son bajas en grasa, lo que las convierte en una opción saludable, así como ricas en vitaminas y minerales, entre ellos, el hierro, que contribuye a la formación de hemoglobina.
En cuanto a la cebolla tiene un bajo contenido calórico y aporta sabor sin muchas calorías. También contiene compuestos antioxidantes que ayudan a combatir el daño celular. Igualmente, contribuye a la salud digestiva.
El ajo cabe destacar que contiene propiedades antibacterianas y antivirales. El ajo tiene compuestos que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. De la misma forma, puede ayudar a reducir la presión arterial y mejorar la salud del corazón.
Finalmente, el tomate es rico en licopeno, un antioxidante que puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas, y aporta vitamina C, vitamina A y vitamina K, que son esenciales para la salud general.