La repostería gallega no solo sobresale por su tradición en platos salados, sino también por una exquisita variedad de dulces. Los postres típicos de Galicia se distinguen por su simplicidad, el uso de productos locales y sabores genuinos.
Es el caso de las filloas gallegas son un postre tradicional muy apreciado en Galicia, especialmente durante el Carnaval y otras celebraciones, aunque también se preparan en cualquier época del año.
Tienen una textura muy similar a las crepes, ya que su masa es ligera y fina, y se pueden hacer tanto dulces como saladas, dependiendo de los ingredientes que se utilicen en la masa o en el relleno.
Los ingredientes más comunes para las filloas tradicionales incluyen: harina de trigo, agua, caldo o leche, huevos, así como anteca de cerdo o aceite para engrasar la sartén.
En cuanto a la preparación, la masa se prepara mezclando harina, agua (o leche), huevos y una pizca de sal, y se bate hasta obtener una mezcla homogénea. Luego, se calienta una sartén y se engrasa ligeramente. Se vierte una pequeña cantidad de la masa en la sartén caliente y se extiende rápidamente para formar una capa muy fina. Se cocina hasta que los bordes empiecen a dorarse, luego se da la vuelta y se cocina por el otro lado.
Las filloas se pueden servir de muchas formas: espolvoreadas con azúcar, rellenas de nata o mermelada, o incluso acompañadas de compotas o chocolate. También hay versiones saladas, que se pueden rellenar con embutidos, carnes o mariscos.
Si quieres disfrutar de filloas más saludables, aquí te doy algunas ideas para modificar los ingredientes y el método de preparación:
- Sustituir la harina blanca por harina integral o de avena. Usar harina integral o harina de avena en lugar de la harina de trigo refinada aumentará el contenido de fibra, lo que ayuda a mejorar la digestión y proporciona saciedad. La harina integral también contiene más nutrientes como vitaminas y minerales.
- Usar leche desnatada o bebida vegetal. En lugar de usar leche entera o caldo graso, puedes optar por leche desnatada o incluso por bebidas vegetales como la leche de almendras, avena o coco, que aportan menos grasa y, dependiendo de la bebida vegetal, también pueden ser bajas en calorías.
- Reducir o eliminar el uso de grasa animal. En lugar de usar manteca de cerdo o mantequilla para engrasar la sartén, puedes utilizar una pequeña cantidad de aceite de oliva virgen extra o incluso un spray antiadherente, que contiene menos grasas saturadas y es más saludable para el corazón.
- Endulzar con alternativas naturales. Si prefieres la versión dulce, en lugar de espolvorear azúcar blanco, puedes usar miel, jarabe de agave o sirope de arce, que son opciones más naturales. También puedes añadir fruta fresca como relleno para endulzar de forma natural (plátanos, fresas, manzanas asadas, etc.).
- Usar menos huevos o solo claras. Aunque los huevos son una buena fuente de proteínas, si quieres reducir el contenido de colesterol o grasa en las filloas, puedes usar menos huevos o solo las claras, ya que estas no contienen grasas ni colesterol. Otra opción es usar un sustituto de huevo en su lugar.
En consecuencia, los ingredientes para hacer unas filloas en su versión más saludable son los siguientes: 100 g de harina integral o de avena; 2 huevos (o 1 huevo entero y 1 clara); 300 ml de leche desnatada o bebida vegetal (almendra, avena, etc.); 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra para engrasar la sartén y de forma opcional, edulcorante natural (miel, sirope de agave) y fruta fresca para acompañar.
En cuanto a los pasos para la elaboración, son muy sencillos: en primer lugar, batimos los huevos en un bol. Añadimos la leche o bebida vegetal y mezclar bien.
Tamizamos la harina integral o de avena y añadirla poco a poco, batiendo hasta que no queden grumos.
Luego, dejamos reposar la mezcla durante unos 15 minutos para que la harina se hidrate bien. Pasamos a calentar una sartén antiadherente a fuego medio. Engrasamos ligeramente con el aceite de oliva y vertemos una pequeña cantidad de la mezcla en la sartén, inclinándola para que la masa cubra uniformemente la superficie.
Finalmente, cocinamos durante unos 2 minutos o hasta que los bordes empiecen a dorarse. Damos la vuelta y cocinamos otro minuto. Repetimos el proceso con el resto de la masa y ya servimos con frutas frescas, miel o yogur natural.
¿Cuáles son los beneficios de la versión saludable de las filloas gallegas?
En primer lugar, tienen más fibra gracias a la harina integral o de avena, las filloas aportarán más fibra, lo que contribuye a la salud digestiva. Además, tienen menos grasa gracias al uso de aceite de oliva o spray antiadherente en lugar de manteca de cerdo reduce significativamente la cantidad de grasas saturadas, así como menos calorías por la sustitución de la leche entera por opciones más ligeras como leche desnatada o bebidas vegetales reduce el aporte calórico.
En resumen, las filloas saludables pueden ser una excelente opción para disfrutar de este clásico gallego sin renunciar a la tradición, pero haciéndolo más compatible con una dieta equilibrada.