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La ensaladilla rusa es una receta tradicional muy popular en España, presente en la mayoría de bares y hogares, especialmente en épocas veraniegas. Aunque su origen no se remonta a España, la versión española ha evolucionado hasta convertirse en un plato único y característico en el país.

En consecuencia, la ensaladilla rusa es un clásico en bares y restaurantes, y se sirve en muchas ocasiones como tapa. Cada lugar tiene su propio toque, desde la cantidad de mayonesa hasta los ingredientes adicionales que se usan. Algunos chefs incluso presentan versiones gourmet, con ingredientes como huevas de pescado o productos ahumados.

Sin embargo, lo que nos importa es: ¿Cómo elaboran la ensaladilla rusa las abuelas gallegas? Cabe destacar que las abuelas gallegas preparan la ensaladilla rusa con un toque personal y casero que la hace especial y diferente. En Galicia, se caracteriza por ser un plato sencillo y sabroso, en el que los ingredientes frescos de la huerta gallega y productos en conserva de alta calidad tienen gran protagonismo.

En primer lugar, ¿cuáles son los ingredientes que utilizan las abuelas gallegas para elaborar la ensaladilla rusa? Son los siguientes:

  • Patatas gallegas: el alma de la ensaladilla. Las patatas gallegas, como la variedad Kennebec, aportan una textura cremosa y un sabor delicioso.
  • Zanahorias: también de la huerta, cocidas hasta quedar tiernas y cortadas en dados.
  • Guisantes: frescos si es posible, aunque también pueden utilizarse en conserva.
  • Huevo duro: se utiliza para mezclar y decorar.
  • Bonito en conserva: muchas abuelas gallegas prefieren el bonito en conserva de alta calidad, en lugar de atún. Aporta un sabor más suave y sabroso.
  • Aceitunas verdes: son comunes en la ensaladilla gallega y suelen picarse finamente.
  • Pimientos del piquillo o pimiento morrón: cortados en tiras o dados para decorar y dar un toque de color.
  • Mayonesa casera: muchas abuelas elaboran la mayonesa en casa, utilizando aceite de girasol (para evitar que el sabor del aceite de oliva compita) y huevo, lo que da una textura ligera y suave.

En cuanto a los pasos para elaborar esta ensaladilla rusa al estilo gallego, tienes que tener en cuenta lo siguiente: 

  1. Cocción de las patatas y zanahorias: las patatas se cuecen enteras, con piel, para que no absorban demasiado agua. Esto ayuda a conservar su textura. Una vez cocidas, se pelan y se cortan en dados medianos. La zanahoria se cuece aparte y se corta en dados pequeños.
  2. Cocción de los guisantes y huevo: los guisantes se hierven brevemente (si son frescos) o se utilizan en conserva. Los huevos se cuecen hasta que estén duros y luego se trocean.
  3. Mezcla de ingredientes: en un bol grande, se colocan las patatas, las zanahorias, los guisantes y el huevo. Se agrega el bonito desmenuzado, las aceitunas y un poco de pimiento, y se mezcla suavemente para no romper las patatas.
  4. Incorporación de la mayonesa: se añade la mayonesa casera, mezclando con cuidado para que quede bien integrada pero sin aplastar los ingredientes.
  5. Reposo en el frigorífico: es típico que la ensaladilla repose en la nevera unas horas para que se integren bien los sabores y quede más fresca.
  6. Decoración: al servir, se suele decorar con rodajas de huevo, tiras de pimiento del piquillo, aceitunas enteras y alguna ramita de perejil. En algunos casos, las abuelas también añaden una capa fina de mayonesa por encima para darle un acabado más uniforme y atractivo.

En definitiva, las abuelas gallegas suelen preparar la ensaladilla en grandes cantidades para que dure varios días, ya que es un plato que se disfruta mejor reposado. Además, al ser un plato frío, es ideal para las reuniones familiares y las celebraciones.