Mujer cenando sopa.

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GastroGalicia

Mi abuela gallega y el chef José Andrés coinciden: el ingrediente perfecto para hacer una sopa o una crema en invierno

Las abuelas gallegas hacen la sopa y las cremas con un enfoque sencillo y tradicional, priorizando ingredientes naturales y de temporada.

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En España, las sopas y cremas son platos muy populares tanto para la comida como para la cena, aunque su consumo varía según la región, la estación del año y la tradición familiar. De hecho, durante los meses fríos, las sopas son habituales en los menús del mediodía, especialmente como primer plato. En zonas como Galicia, Castilla y León o Asturias, son un recurso común para entrar en calor.

En algunas casas, especialmente en días laborables, se toma sopa como primer plato porque es reconfortante, digestiva y permite aprovechar caldos de cocción de verduras, carnes o pescados.

Las abuelas gallegas hacen la sopa y las cremas con un enfoque sencillo y tradicional, priorizando ingredientes naturales y de temporada, además de caldos caseros llenos de sabor.

¿Cómo hacen las abuelas gallegas las sopas y las cremas? Hay algunos trucos que poseen y que también son propios de chefs internacionales de la talla de José Andrés que menciona que el hinojo fresco es un ingrediente secreto ideal para potenciar el sabor de las sopas y cremas. Su uso no es tradicional en Galicia, pero podría encajar bien en sopas de pescado o marisco, donde su toque anisado refuerza los aromas del mar.

También en cremas de verduras, especialmente con zanahoria, calabaza o patata, aportando un matiz fresco y aromático, así como en caldos de verduras, usándolo junto con puerros y cebolla para dar un fondo de sabor más complejo.

El hinojo fresco se incorpora en las sopas y cremas de varias maneras, dependiendo de la intensidad de sabor que se quiera conseguir. En primer lugar, en el caso de las sopas se puede incorporar en el sofrito. Para ello, se pica finamente el bulbo de hinojo y se sofríe junto con cebolla, puerro o ajo al inicio de la receta. Esto suaviza su sabor anisado y lo integra bien con el resto de ingredientes.

Luego, también puedes incorporarlo en el caldo: se añaden trozos grandes de hinojo al caldo de carne, pescado o verduras mientras hierve, y luego se retiran antes de servir, como si fuera un aromático más (al estilo del laurel o el apio).

De la misma forma, podrías ponerlo en láminas finas al final: para un toque más fresco y crujiente, se puede añadir hinojo cortado en láminas finas justo antes de servir la sopa, aportando textura y aroma.

Asimismo, las hojas verdes del hinojo pueden espolvorearse sobre la sopa ya servida, aportando un sabor anisado sutil y teniendo también una función decorativa.

En el caso de las cremas, ¿cómo podemos incorporar el hinojo? En primer lugar, puede ir cocido con las verduras: Se corta el bulbo de hinojo en trozos y se cuece junto con patata, calabaza, zanahoria o puerro antes de triturar. Aporta suavidad y un matiz anisado sin ser dominante.

Al igual que con las sopas, para un toque más fresco, se pueden rallar pequeñas cantidades de hinojo crudo sobre la crema antes de servir. Y además, otra opción sería antes de hacer la crema, infusionar el caldo con hojas de hinojo fresco y retirarlas antes de triturar las verduras.

En resumen, el hinojo se puede integrar de forma sutil o más intensa, según cómo se use. Su combinación con ingredientes dulces y cremosos hace que sea un gran aliado para innovar en sopas y cremas.