A escasos metros del Teatro Principal de Pontevedra, en una de las callejuelas que sube hasta la concurrida Plaza Alonso de Fonseca, se encuentra una de las coctelerías más disruptoras y singulares de la ciudad: Sopa de Gallo, la apuesta del barman portugués, Philip Luz, por la elaboración de combinados de autor capaces de poner a prueba los cincos sentidos.
"Llevo dedicándome a la coctelería desde los 17 años", rememora el propietario. "Antes de venir a España, viajaba por todo el país realizando espectáculos de coctelería acrobática", añade. Su talento y habilidades en un sector en auge le llevaron desde Peniche a Vigo hace ya más de una década. Con todo, antes de aventurarse con su propio local en el corazón de Pontevedra, Luz se dedicó a la vida de trotamundos desde el norte de España hasta la mismísima Punta Cana. "Donde aprendes de verdad es detrás de la barra y viajando", sentencia. Todo un bagaje de experiencia y vivencias que le valieron para abrir las puertas de su propio local ya en el año 2015.
Con una decoración al más puro estilo steampunk ―muy basada en la época victoriana y de corriente retrofuturista―, Sopa de Gallo empezó rápidamente a destacar y hacerse un hueco entre la esfera pública pontevedresa. "Al principio tenía un poco ese miedo de que la gente estaba muy acostumbrada a lo tradicional (…) Cuando abrí tuve que ir poco a poco, mezclando clásicos y de autor, para ir conociendo el paladar de la gente", explica Philip. A día de hoy, la coctelería de autor ya suma el grueso de la carta del local, que varía cada medio año para traer a su clientela nuevos aromas y sabores.
La vuelta al mundo en cócteles
Este año, el mes de febrero es el mes de los cambios en Sopa de Gallo. Tras haber pasado unas Navidades entre cócteles de ferrero, bastoncitos y ginger beer, en esta ocasión la nueva carta de Philip Luz promete hacernos viajar hasta los confines de la tierra: "voy a hacer una vuelta al mundo en unos 10 cócteles", confiesa Luz. "Para la nueva carta me inspiré en la novela de Julio Verne, La vuelta al mundo en 80 días". Una auténtica aventura sensorial basada en los sabores del mundo que no dejará a nadie indiferente.
La alta frecuencia a la hora de cambiar la carta permite a los clientes de Sopa de Gallo disfrutar de originales cócteles cada poco tiempo. "No suelo repetir los cócteles", asegura Philip. Aunque, el barman reconoce asimismo que siempre que un cliente le pide algún combinado antiguo, copa u otra preparación, si está en su mano y tiene los productos, lo hará de todas formas. "Para mi lo bueno de esto es que los clientes siempre pueden probar cosas nuevas", afirma.
Una suma de factores que hacen de Sopa de Gallo una de las mejores opciones a la hora de descubrir los combinados más especiales en la zona. "Lo que hago aquí es algo muy particular, muy mío. Hacemos de todo. También hay clásicos, pero nos enfocamos más la coctelería de autor", comenta. Sabor, olor, presentación… un todo que Philip Luz malea a su antojo hasta diseñar unos característicos cócteles: "yo suelo decir que nosotros,los que nacimos para esto de la coctelería, somos como los chefs pero del líquido". Al fin y al cabo, razón no le falta.
Esa fuente de inspiración innata en su propietario, hizo que Sopa de Gallo añadiese a su carta un singular apartado de "freakshake". Pero no unos batidos cualquiera, sino licuados adornados con todo tipo de dulces encima: desde donuts a gofres o cualquier otro elemento que os podáis imaginar. La idea de introducir esta vertiente en el local surgió como la solución a una problemática de domingo. Luz se dio cuenta que en este día la gente no estaba acostumbrada a beber cócteles y otros alcoholes, sino que buscaban más los sabores dulces. "Cuando empezamos con esto sólo había dos locales haciendo esto aquí en Galicia", recuerda Philip. A día de hoy, los freakshake siguen en carta y, al igual que los cócteles, van renovando su oferta cada cierto tiempo.
Más allá del espacio físico en Pontevedra, Philip Luz todavía dedica una pequeña parte de su tiempo a los eventos privados. "Tema de catering, coctelería, bodas, eventos… ", relata el barman. "Al tener el local ahora hago menos, pero algo mantengo", agrega. También, la irrupción de la pandemia y sus restricciones han hecho mella en esta faceta del negocio, aunque su propietario confía en que muy pronto los eventos bajo el sello de Sopa de Gallo puedan aumentar también su regularidad.
¿De dónde viene Sopa de Gallo?
Pese a las raíces portuguesas de su propietario ―y aunque pueda parecerlo―, la historia detrás del nombre de Sopa de Gallo poco tiene que ver con el símbolo nacional del país vecino. En lo que respecta al universo de la coctelería, existen tantas versiones como combinados hay en el mundo que explican el origen de dicha práctica. Y uno de esos relatos fue la fuente de inspiración de Philip Luz.
Tenemos que trasladarnos hasta los Estados Unidos del año 1779, concretamente al barrio de Georgetown, en Virginia, para conocer la historia. En aquella época, según cuenta la leyenda, un irlandés abrió una humilde taberna donde servía unas mezclas de bebidas llamadas "bracers". Las jornadas pasaban para el propietario entre riñas y disputas con uno de sus vecinos, el cual tenía un corral de gallos. El vecino se quejaba del ruido de los clientes, y estos a su vez del canto de las aves.
Una noche, el tabernero y su hija decidieron sacrificar a todos los gallos y decorar sus características bebidas con las plumas de las aves. La clientela habitual preguntó asombrada por la mezcla y como respuesta del irlandés recibieron una breve pero concisa explicación: "Esto es un cock-tail" (cola de gallo). Y esa, sería según este relato popular, el origen de la palabra cocktail.