Viajar, probar y reproducir sabores y técnicas de todo el mundo ―añadiendo su esencia y toque innovador― a platos de cocina urbana ha sido la hoja de ruta de Argentinos Burguer desde su apertura en 1980. Fueron Sindo Pose y Marta Ventura, un matrimonio intercultural formado por una argentina y un gallego retornado del país de la plata, quienes pusieron en marcha esta primera hamburguesería de A Estrada, y una de las pioneras en su clase de toda Galicia. En la actualidad es ya la segunda generación familiar, con Gonzalo y Guille Pose a la cabeza, la que ha tomado las riendas del negocio para elevar (más si cabe) el fast food con producto local a nuevos niveles gastronómicos.
"El primer día que hicieron la inauguración para la familia, que fue un viernes, la gente se empezó a amontonar en la puerta hasta el punto de que los propios familiares que estaban en la apertura tuvieron que ponerse a trabajar y ayudar a mis padres", relata Gonzalo. "Ese primer fin de semana que abrieron no cerraron hasta el lunes a las 9 de la mañana (día de descanso del local desde entonces)", agrega. Sin duda, una apertura de récord que ha servido para marcar los ritmos y compases de un negocio al que a día de hoy peregrinan personas llegadas desde todos los puntos de la geografía gallega. "Nosotros somos lo que somos gracias a los clientes de la Estrada y eso es lo que más orgullo nos da, aunque ahora viene gente de toda Galicia y eso también es una felicidad asombrosa", sentencia el propietario.
Las etapas gastronómicas de Argentinos Burguer
La historia de Argentinos Burguer se escribe en varios capítulos de un mismo libro que lleva la cocina callejera e internacional por bandera. Tras el éxito de la apertura, en el año 1987 es cuando sus propietarios deciden ampliar el local y la oferta. "Instalaron una cocina y metieron el primer horno de pizzas que tuvieron… Fue cuando decidieron introducir las pizzas y la pasta tradicional argentina, con recetas que hacía mi madre de mi abuela", rememora Gonzalo, que reconoce además entre risas que el éxito de estas elaboraciones vino dado por el auge en pantalla de unos míticos dibujos: "la gente quería comer lo que comían las Tortugas Ninja , decía mi madre (en referencia a la pizza)".
Con todo, Argentinos Burguer lleva más de cuatro décadas siendo un referente en la comarca de Tabeirós – Terra de Montes, gracias, en gran medida, a la inquietud de la familia Pose Ventura por viajar, descubrir e introducir nuevas tendencias culinarias en su local: "En el 80 y pico, 90, cruzamos más o menos toda la península en distintos años, con una furgoneta que todavía tenemos", relata Gonzalo. "Empezamos a introducir también poco después los burritos, nachos y tacos… pero en un formato Tex-Mex", comenta este apasionado de la cocina picante. De hecho, fue en esa misma época cuando la familia puso más el foco en la cocina callejera e internacional de otros países, llegando a abrir un restaurante ítalo-argentino en Santiago de Compostela, conocido como La Trattoria y que regentarían hasta 2006.
"Es cierto que empezamos a experimentar más en la cocina internacional, pero siempre centrados en las hamburguesas y las pizzas, que son nuestra seña y especialidad", reconoce Gonzalo. Bocadillos en pan de pita y gourmet, falafel casero… Los platos y sabores en Argentinos Burguers hacían ―y hacen― viajar a sus comensales hasta los confines de la tierra. También la crisis del 2008 supuso otro punto de inflexión para el local estradense: en este capítulo culinario, con el objetivo de "movilizar y dinamizar el restaurante", pusieron en marcha distintos eventos ("Argentinos Hot Dog Challenge", el primer concurso de comer perritos calientes de España) y jornadas temáticas (Mexicana, italiana, San Patricio…), con fines de semanas enteros destinados a la gastronomía de otros países. "Recuerdo que empezamos con una jornada dedicada a la comida mexicana que iba a ser un viernes, y terminó siendo viernes, sábado y domingo", rememora el propietario sobre una historia que ya resulta habitual en Argentinos Burguer.
"El boom más grande se dio con las jornadas americanas (…) intentábamos buscar recetas que no fueran las típicas sino algo más específico, como cocina sureña, carnes ahumadas…". Lo cierto es que la cocina americana ha estado siempre muy ligada al recetario del restaurante y a día de hoy es, sin duda, una de las más valoradas entre la clientela: "descubrir el pullet pork ha sido también otro punto de inflexión en nuestra vida. Hicimos un viaje a Nueva York en familia para conocer un poco más de cerca la gastronomía americana (…) Después, a base de insistir, probar y mucho ensayo-error, fuimos pillándole el truco y ahora es el bocadillo por excelencia", aunque también lo presentan en otros formatos.
A día de hoy, y aunque estos eventos ya no forman parte de la programación habitual del local, desde hace un tiempo los fueras de carta han servido a Argentinos Burguer para traer novedades cada temporada al local. Quizás no existan las máquinas del tiempo, pero la carta de Argentinos Burguer es probablemente lo más parecido que vayamos a encontrar, pues cada nuevo plato en el recetario (del que suelen ser pioneros en la zona) supone una especie de salto al futuro de las tendencias gastronómicas.
El local y su oferta en la actualidad
Entrantes, ensaladas, pastas, pizzas…la lista de platos resulta interminable (e irresistible) y sin embargo, tal y como señala Gonzalo, la mayoría de la gente sigue peregrinando al Argentinos Burguer, precisamente, para probar sus hamburguesas. Este plato estrella, en sus diferentes versiones, se adereza con una base de productos de primera calidad y de cercanía, y con un pan brioche hecho de forma artesanal por el restaurante. Todo ello sumado a la explosión de sabores que cada receta provoca en el paladar hace que la clientela se rinda ante cualquiera de las variedades disponibles en carta.
Más allá de las burguers gourmet, según indica su propietario, la pizza de masa argentina también supone otro de los "caballos de batalla del restaurante" junto a la milanesa de ternera napolitana, "el plato épico de la carta". Se trata de un plato muy común en argentina que se presenta gratinado con una salsa de tomate, jamón y queso. "Llevamos por lo menos 10 años sin trabajar con números en carta y la gente todavía se acuerda. Es tan clásica que muchas veces nos llaman y nos dicen.. yo quiero un 14".
La nota dulce tampoco podía faltar en la carta de Argentinos Burguer, en este caso a través de los postres caseros ―o postressitos, tal y como diría Sindo con su acento argentino― que guardan, en palabras de Gonzalo, "el toque de mi madre de toda la vida". De entre todos ellos, el tiramisú y el flan de dulce de leche se han convertido en los platos finales más solicitados por la clientela del local.