Tabernas, taperías y restaurantes hay muchos en la comarca de Caldas, pero el nombre y la fama de O Loureiro resuenan en el corazón de su capital desde 1992. En aquellos primeros años de la era de los noventa, Manuela Touceda y Emilio Esperón decidieron poner en marcha un proyecto familiar que con el paso del tiempo ha ido ganando popularidad dentro del universo gastronómico de Caldas de Reis. En el presente, y tras más de dos décadas al servicio de la hostelería, hace sólo medio año el local experimentó su particular metamorfosis estética y conceptual de la mano de Manuel Esperón, la segunda generación al frente del negocio. "A idea coa reforma era poder manter os materiales que había de antes: o suelo colocado en espiga, os terrazos, as barras que se levaban en mármol e dúas alturas… pero todo cun toque un pouco máis actual", aclara el propietario sobre una renovación que se extiende también hacia las propuestas culinarias de la tapería.
Lo que está claro es que O Loureiro ha sabido adaptarse a los compases impuestos por la nueva hostelería sin dejar de lado en ningún momento su faceta más tradicional. El reto ahora ―dice Manuel― es conseguir ese balance entre la cocina más creativa y las recetas clásicas que siempre han coexistido en la carta del establecimiento. Es por ello que, elaboraciones como el bocadillo de jamón asado (un clásico entre los clásicos) siguen siendo uno de los platos estrella junto con otras incorporaciones mucho más recientes entre las que destaca la tarta de queso casera de O Loureiro. Además, en esta nueva etapa del local caldense, la cultura del vino se encuentra más presente que nunca y la bodega particular supera ya el centenar de referencias entre etiquetas gallegas, nacionales y hasta extranjeras.
Gastronomía de fusión
Raciones pensadas para compartir y una carta que se mueve entre la cocina más creativa y tradicional: así es la gran propuesta de valor dentro del universo gastronomómico de O Loureiro. "Ao final, sobre todo durante a tempada de verán, temos moita xente de fora e gústanos dar a esa xente a opción de probar a gastronomía típica da zona", explica Esperón sobre un perfil de cliente muy marcado por el paso del Camino de Santiago por Caldas de Reis. De esta forma, los comensales que visitan hoy por hoy el templo culinario de O Loureiro pueden disfrutar de una variedad de platos que llevan ímplicto todo el sabor de Galicia. Croquetas de lacón con grelos o choco en su tinta, tortilla al más puro estilo de Betanzos, oreja a la gallega, pulpo con queso de tetilla o la croca de vaca madurada son sólo algunos de los manjares que conforman el recetario habitual de la tapería.
En su apartado más callejero, los bocadillos clásicos y las hamburguesas gourmet conviven en una perfecta armonía que lleva dos décadas conquistando hasta a los paladares más exigentes. "A verdade e que dende toda a vida O Loureiro é bastante famoso polo bocata de xamón asado", reconoce Manuel. En lo que respecta a las burguers, cabe destacar que los medallones de carne de estas recetas más sibaritas son 100% de ternera gallega y suelen acompañarse con pan de pueblo casero. Además, al margen de esqueleto de platos del menú, "todas as semanas ―aclaran― poñemos algún plato fóra de carta, pois dende por exemplo unha hamburguesa diferente a algún marisco que se pode poñer máis hacia ao verán".
El broche de oro y la nota dulce de O Loureiro la ponen unas sobremesas caseras preparadas de forma diaria en el local. De hecho, la existencias de estas tartas suelen ser limitadas (hasta agotar existencias) para evitar así desperdiciar el producto y que los clientes puedan disfrutar cada día de unos postres lo más frescos y sabrosos posibles. "Sempre tratamos de meter algunha tartiña ou coulant de chocolate e facer cousas distintas. Eso sí, a tarta de queixo nunca falta", afirma Manuel. "incorporamos a receta hai uns tres anos e a verdade e que ten moito éxito. De feito, ven moita xente de fora sólo pola tarta de queixo", asegura.
El desayuno y el vino también tienen su espacio
Más allá de las propuestas culinarias de la tapería, el local caldense también reserva un espacio de su carta para los desayunos. La clientela del espacio puede disfrutar de esta primera comida del día entre las 8:30 y las 12:30 horas, momento en el que encontrarán una variada oferta de tostas, dulces, tortitas e incluso boles de yogur ecológico.
Al margen del apartado gastronómico, el universo del vino también conforma una pieza fundamental dentro del proyecto de O Loureiro. En la actualidad, la bodega del local cuenta con más de un centenar de referencias tanto de dentro como fuera de nuestras fronteras, algunas de ellas también disponibles por copa. "A idea tamén e ir sacando unhas tres botellas distintas cada certa tempo, para que a clientela poida probar cousas distintas", apunta Manuel Esperón. "Estame sorprendendo, por exemplo, que estamos vendendo bastantes viño de Toro (Zamora)", agrega sobre una nómina bodeguera que viaja desde el Salnés hasta Canarias o Italia para traer a Caldas de Reis las mejores referencias dentro del universo del vino.