El templo del queso ya tiene nombre propio en la localidad del Albariño: Airico Quesoteca es una nueva apuesta gastronómica dedicada a las mejores variedades de este manjar. Un concepto de bar-quesería que fusiona su carta principal con otras delicatessens que van desde las tablas de ibéricos, a patés y enlatados, raciones y exquisitos vinos de la zona para el maridaje perfecto con cada plato. Como apuntan en su perfil de instagram, en este local "la edad sólo es importante si eres un queso o un vino". Y es que a la vista está que la amplia oferta de la quesoteca incluye elaboraciones y bebidas para todos los gustos y bolsillos.
Detrás de este proyecto en pleno centro de Cambados se encuentra la dupla formada por Ainara Blanco y Belén Rodriguez. Durante la cuarentena, la idea de "montar un negocio propio" empezó a aflorar en las mentes de estas dos amigas; y hace apenas un mes, a principios de junio para ser más exactos, aquella volátil idea por fin pudo terminar de materializarse. Además, Airico Quesoteca es un espacio pet friendly que da la bienvenida a mascotas y sus dueños, lo cual no es de extrañar, pues su curioso nombre procede de las primeras letras de las perritas de ambas propietarias.
Un rincón para los "cheese lovers"
Desde Estados Unidos a Galicia, el mundo entero está repleto de auténticos cheese lovers que profesan a diario su amor infinito hacia este alimento. Cambados no podía ser menos, y así se demostró el día de la inauguración de Airico, cuando la quesoteca logró completar el aforo ―y casi sin haber hecho promoción― con una pasmosa facilidad. "La gente hasta nos daba las gracias y nos decía que faltaba algo así en Cambados", recuerda Ainara. De hecho, el éxito del negocio fue tal, que en poco tiempo ambas propietarias tuvieron que contratar a dos empleados más para cubrir las tardes-noches de la taberna.
En lo que respecta a la oferta de quesos, la carta actual incluye hasta 15 variedadades diferentes: tiernos, curados o añejos, de leche de vaca u oveja, con corteza o sin ella, granulares o compactos, grasos o magros…Todos los tipos tienen cabida en Airico Quesoteca. "Ahora nos tenemos que afianzar y saber qué quesos son los que más le gustan a la gente, ir probando…", explica Blanco. "Nuestra idea es, más adelante, ir metienda cada mes un queso diferente o una tabla fuera de carta", añade.
Otra curiosidad en Airico es que cada tabla de quesos lleva en su nombre una referencia a la localidad cambadesa, como A Torre, Santa Mariña, Fefiñáns, O Torrado y Espiñeiro. Además, entre las raciones especiales ambas propietarias quisieron incluir también un pequeño guiño familiar. "Tenemos una tabla cada una dedicada a su abuela", aclara Rodríguez. Pastora, confeccionada por Belén a base de chorizo Celta, San Simón y Arzúa-Ulloa; y Carmuega, hecha por Ainara con Jamón, Arzúa-Ulloa, Cebreiro, Mezcla Semicurado y San Simón.
Entre las tablas que más comandas reciben, "la de Fefiñáns es la favorita de los amantes del queso" e incluye las variedades más fuertes de la carta, como el Gorgonzola, el Mahón y el otro especial de trufa. En sentido contrario, tal y como aseguran las dueñas, A Torre es la predilecta entre los menos fanáticos; y aquellas tablas en las que triunfa el queso gallego se han convertido en uno de los productos estrella del local. Aunque las tornas pueden cambiar en cualquier momento, está claro que cada cliente de Airico podrá encontrar en el local un queso ―quizás varios― a su gusto y medida.
Más allá de los quesos: la otra cara del negocio
En esta quesoteca cambadesa, los vinos también juegan un papel muy importante en su oferta del día a día, desde los clásicos albariños a variedades de rioja o ribeiro, e incluso alguna referencia de mayor caché. "Estamos en zona del Salnés, entonces el Albariño tenía que estar. Tenemos unos cuatro albariños por copa ahora mismo (…) otros dos riojas y algún ribeiro", comenta Ainara.
"También acabamos de introducir un sobre lías, que es un albariño diferente", agrega. Este tipo de crianza conlleva un proceso que proporciona a los vinos ciertas propiedades organolépticas ―de sabor, textura, olor, color o temperatura― y una mejoría en su estabilidad físico-química. "También trabajamos con vinos un poco más caros, otras clases de referencias para gente que ya conoce el mundillo, como el sotomontano", asegura Belén. En la sección de bebidas, las cervezas de barril y los cafés de autor de Astro Café Roasters (tostado en Galicia y envasado a mano) rematan el inventario.
En la faceta más gastronómica de Airico, las raciones y los ibéricos han logrado encontrar su espacio entre los quesos. En ese sentido, la oferta del local se completa con distintas tablas de embutidos: varias de jamón, lomo iberico, chorizo celta o de vaca, carpaccios y cecina de vaca, entre otros. También otras "gallegadas" se suman a esta lista de elaboraciones en las que no pueden faltar la orella a feira, el lacón gratinado con Ulloa o los quesos con menbrillo. A mayores, los patés (de centollo, nécora, camarón, ostra con castaña, finas hierbas o mouse de foie) y bocadiños del mar y la huerta (ventresca, anchoas, mejillones, pimientos del piquillo o espárragos de Navarra) ponen el broche de oro a una carta confeccionada de principio a fin para conquistar los paladares de todos los clientes.