Los chiringuitos son los verdaderos templos de la temporada estival en Galicia y una muestra de la identidad y la cultura de nuestro país cada vez que llega el calor. En las Rías Baixas, concretamente en la localidad de A Illa de Arousa, A Boa Vida se ha convertido en uno de estos espacios de referencia para disfrutar del verano, la gastronomía, los cócteles y un ambiente inmejorable con vistas a la ría de Arousa. Una propuesta de lo más auténtica que basa su faceta culinaria en el producto local, con un recetario que conforma toda una oda al territorio gallego pero que tampoco deja atrás el guiño a los sabores y técnicas del mundo. Una propuesta que además acaba de ser distinguida con un "Solete de Verano" de la Guía Repsol, un reconocimiento que la afamada guía dedica cada año a aquellos establecimientos que "despiertan una sonrisa, seducen por su cercanía, por su propuesta apetecible y buen ambiente".
El álma mater de este oasis veraniego frente al arenal de Cabodeiro es José Luis Falcón, lucense e isleño de adopción que reconoce que la idea de poner en marcha de este proyecto resultó ser del todo espontánea. "Un conocido mío me ofreció hacerme con la caseta del chiringuito y al principio la compré por comprar, pero no sabía ni dónde ponerla. Surgió este sitio y el primer año fue un poco de prueba, sin el comedor cubierto ni nada, como un chiringuito al uso (…) ya al año siguiente monté el comedor para poder trabajar aunque llueva", recuerda Falcón sobre aquella aventura que arrancó en el verano de 2020, con la pandemia todavía muy presente en todo el territorio. "A pesar de todo, cogimos unos años buenos porque aunque el montaje fue un poco caos, todo de repente, en pandemia, de no saber nada a ya poder trabajar… después la gente tenía muchas ganas de salir", reconoce el propietario. Lo cierto es que desde su apertura, A Boa Vida no ha dejado de reinventarse bajo una filosofía de compromiso y respeto por el entorno para ofrecer a su clientela la mejor gastronomía ―ahora también desde el desayuno― y coctelería de la zona acompañada de conciertos y espectáculos en directo que llenan el calendario del verano de principio a fin.
Tradición y modernidad entre fogones
El desfile de platos en A Boa Vida ofrece los mejores productos del mar y la tierra, con una carta "sencilla y rápida" capaz de atender a la alta demanda y conquistar al mismo tiempo a los paladares más exigentes. La cocina tradicional como base rige los fogones del chiringuito isleño, cuya propuesta se completa con recetas típicas de la cocina oriental como los ya clásicos pan baos. De hecho, el pan bao de pulpo con queso de San Simón se ha convertido en uno de los platos insignia del local. "Luego tenemos otros de pollo poblano que le hacemos también una salsa casera y tiene un toque picante", aclara José Luis.
Pero más allá de las sugerencias de fusión, las elaboraciones más propias de la cocina de mercado son sin duda el eje del chiringuito. "La croca de vaca es nuestro plato estrella, las navajas que le encantan a la gente, también el paté de mejillón que lo elaboramos aquí desde cero y tenemos un pez espada que compramos la pieza entera y lo fileteamos aquí", apunta el propietario de A Boa Vida. La carta del chiringuito se completa con alguna que otra particularidad para la clientela más gourmet como es el caso del churrasco de black angus. Otra de las especialidades del local isleño son las ensaladas especiales tales como la representativa "Boa Vida", compuesta de pepino, fresa, queso feta, canónigos, lechuga, cherry, sésamo y reducción de vinagre de módena. "Este año hemos metido en carta una nueva que lleva aguacate, nueces, queso fresco… es la Cabodeiro", agrega Falcón.
La propuesta gastronómica de A Boa Vida se completa con una carta de postres caseros que incluye desde la exquisita tarta de lotus hasta la irremplazable tarta de queso fría, el flan de café casero o incluso una fusión propia de tarta de queso con galleta lotus. Además de las sobremesas, los clientes de este rincón a orillas de la playa de Cabodeiro también podrán disfrutar de ricos vinos de la zona y una coctelería clásica que constituye a su vez una de las piezas fundamentales dentro de la oferta veraniega del chiringuito. Mojitos y daikiris de sabores, un daikiri frozen (pasado en batidora), caipirinhas, caipiroskas y como no podía ser de otra forma también un cóctel de la casa: "El Boa Vida, que tiene un color así como verde agua que no deja de ser un guiño a nosotros y al entorno", explica José Luis.
Con todo, en A Boa Vida Chiringuito todavía hay margen para seguir mejorando y sorprendiendo tanto a nuevos como a habituales. De hecho, una de las grandes novedades de este verano en la oferta del local serán los desayunos. "Hemos hecho varias pruebas y esta semana arrancamos con ello (…) habrá zumos, tostadas, yogur con cereales…", avanza Falcón sobre una idea prácticamente ejecutada que sitúa al chiringuito isleño como uno de los pocos ―sino el único― en ofrecer desayunos en su carta. De este modo, los más madrugadores podrán disfrutar de la primera comida del día en este remanso de paz de A Illa de Arousa, con opciones como las tostadas de aguacate y queso fresco, con crema de lotus o plátano o de nutella con fresas entre las nuevas incorporaciones.
Espectáculos en directo y mucho más
En el espíritu y la esencia de A Boa Vida resuena una música de fondo y la filosofía ecofriendly está muy presente. Los conciertos en directo forman parte de la programación clásica del verano en los chiringuitos de toda Galicia y el local de temporada isleño no iba a ser menos. Durante toda la temporada estival la música estará presente cada semana, con grupos y artistas que repiten un año más en este rincón convertido ya en su casa. "Además tendremos como todos los años algún espectáculo de magia para los más peques", apunta José Luis. "Aquí como tenemos vecinos solemos hacer los conciertos, más o menos, entre las 19:00 y las 21:00 horas", agrega el propietario.
Al margen de los conciertos y las actividades de ocio, el chiringuito isleño también está poniendo poco a poco su granito de arena a la hora de crear un mundo mucho más sostenible. Lo último han sido unas botellas de vino recicladas que hoy por hoy lucen en las mesas del establecimiento en forma de bandejas personalizas. "Son de nuestro vino cosechero (…) mi mujer trabaja aquí en una empresa de cristal y de ahí surgió un poco la idea. Estas bandejas las utilizamos ahora para poner croquetas, el paté casero de mejillón o los pimientos de padrón que también van aquí", aclara José Luis.
Otra de las grandes iniciativas de A Boa Vida en su búsqueda de revulsivos para combatir la contaminación en la zona lleva ya un par de años de pequeño impacto positivo en el entorno de Cabodeiro. En este chiringuito se ofrece una caña o refresco a cada persona que les entregue un vaso hasta arriba de colillas. Una iniciativa que surgió fruto de la desesperación y que su propietario reconoce que ha tenido una "aceptación menor de la que debería", aunque no hay jornada en la que no reciban unos cinco u ocho vasos de estos desperdicios. "Normalmente el que lo quiere hacer lo hace y ni siquiera te quiere después la cerveza o el refresco", explica el propietario. "A pesar de que esto todo sale de nuestro bolsillo, que nadie lo subvenciona ni financia, estaría encantado de que fuese más solo por ver el entorno limpio. Al final la isla es un paraíso", sentencia José Luis Falcón. Lo cierto es que ese amor por el entorno y la gratitud por estos años de servicio ha llevado al dueño de A Boa Vida a adquirir una tabla de paddle surf para que su clientela pueda hacer uso de ella de manera gratuita y así descubrir de una forma diferente el increíble litoral de A Illa de Arousa.