Un pequeño local de la calle Alfonso XIII, en el conocido barrio vigués de Churruca, ha sido incluido en la lista de coctelerías más importante de la Península Ibérica. Top Cocktail Bars es un listado en el que se encuentran los referentes en el mundo de la coctelería en España y Portugal, que elabora la plataforma Neodrinks, "punto de encuentro para profesionales y apasionados del mundo de la coctelería, los destilados y los mixers".
Gracias a su "aire cosmopolita", que "conlleva un servicio profesional bajo un ambiente distendido", Vitter se ha hecho con un merecido puesto en la lista. La plataforma reconoce la amplia oferta de la coctelería, "semejante a la de grandes ciudades como Londres, Nueva York, Roma o Berlín", pero con el toque personal de sus tres dueños "quienes interactúan con la clientela para que se sientan como en casa".
La verdad es que Marcos Tapia, Fernando Fernández y Antonio Balboa han logrado construir un precioso local urbano, pero también una gran comunidad de amantes de los cócteles. "Al principio tuvimos algo de miedo porque en Vigo no existía el concepto de coctelería como tal", confiesa Antonio, "pero tuvimos una magnífica acogida y a día de hoy contamos con muchos clientes fieles que vienen cada fin de semana".
Estos tres socios, dos vigueses y un coruñés, no tienen muy claro por qué un local como el suyo puede haber triunfado en un barrio como Churruca, "que es más de cerveza que de cócteles elaborados". Lo que sí pueden afirmar es que tres años después de su apertura se han consolidado en la ciudad y han creado una pequeña comunidad que ama sus brebajes.
There’s no place like Vigo
Antonio, Fernando y Marcos se conocieron en la carrera de hostelería, en Santiago, y desde que se graduaron supieron que querían crear algo juntos. Pero la vida da muchas vueltas y Antonio y Fernando se fueron a trabajar a Londres, mientras que Marcos partía a la lejanísima Australia. "Siempre quisimos volver a casa, estuvimos fuera para aprender y empaparnos de la cultura del cóctel, que se ve poco en España, y en cuanto tuvimos la oportunidad volvimos".
La oportunidad surgió en forma de local, el que quedó disponible en el momento en el que Fernando y Marcos, los vigueses del equipo, decidieron barrer para casa. "El sitio nos encantó y a mí me daba igual quedarme en Vigo o en Coruña, solo quería volver a casa y el local fue la señal idónea", dice Antonio. Así nació Vitter, en la esquina entre Alfonso XIII y Martín Códax.
Desde su apertura tuvieron claro que serían una coctelería especializada, algo inédito en la ciudad, y, aunque ofrecen vinos y cervezas, han logrado traerse de Londres "la cultura del cóctel". "En Vigo hay bares que hacen cócteles, normalmente los más clásicos como pueden ser el mojito o la piña colada: nosotros ofrecemos un plus, recetas especialmente pensadas para cada destilado o para cada sabor".
Antonio asegura que incluso tienen clientes que piden recomendaciones en base a su bebida favorita o el sabor que más les apetezca. "Es cierto que hay clientes que vienen a por un mojito, pero mucha gente se atreve a probar cosas nuevas y nuestro trabajo también es recomendar y preparar una bebida casi personalizada".
Como es lógico, tienen una carta, que dicen que han tenido que reducir por la pandemia "porque muchos siropes son caseros y tenemos que adaptarnos a los tiempos que corren, no tenemos la misma afluencia de público ahora que hace año y medio". Esta carta, no obstante, es bastante amplia y cuenta con delicias para todos los gustos, desde el cóctel más goloso hasta el más amargo.
También cuentan que gran parte de su carta puede hacerse virgen, es decir, sin alcohol. "Cada vez más vemos que siempre hay alguien que no puede beber porque tiene que conducir, porque está tomando una medicación o porque simplemente no bebe: eso no es un impedimento para que disfrute de una bebida especial y elaborada con el mismo mimo que un cóctel alcohólico".
Su estrella, el Santa Madonna: Aperol, zumo de pomelo, puré de fruta de la pasión y cava. "El Aperol y el zumo de pomelo son un punch de amargor, en Italia gustan muchísimo los cócteles amargos. En España, sin embargo, somos más dulzones y por eso añadimos la fruta de la pasión. El cava es el toque de frescor que hace que sea un cóctel perfecto para el verano".
Desde veinte hasta setenta
Antonio dice que, además de reducir su carta, han reducido bastante el aforo, pero no han visto reducida la afluencia de clientela. "Somos muy afortunados y tenemos muchos clientes habituales, podría decir que son la gran mayoría: todos los fines de semana tenemos uno o dos grupos de gente que viene puntualmente a pasar la tarde con nuestras bebidas".
En cuanto reabrieron, asegura, la gente se animó y volvió al local para disfrutar de su terraza y de la atención de los dueños. Aunque cada fin de semana ven caras nuevas, reconoce que "la clave de que nos vaya bien" son esos fieles que los visitan semanalmente.
La sorpresa llega cuando confiesa la edad de esos clientes: entre 20 y 70 años. "Es muy curioso y es una de las razones por las que nos encanta el ambiente que se ha creado, y es que en una mesa puede haber un grupo de chavalitos jóvenes y en la de al lado unos señores mayores, y todos disfrutan por igual". Su local, afirma, ha resultado ser un punto de encuentro entre personas con gustos y ritmos de vida completamente opuestos.
Por el momento, solo están abriendo los fines de semana, por el miedo a que las restricciones vuelvan a obligarlos a cerrar, "porque Vigo funciona mejor el fin de semana". Lo que más desean ahora es volver a la antigua normalidad y volver a ofrecer música en directo los jueves y cócteles de autor también entre semana.