David Lojo, el dueño de Baiuca, ha vuelto a dar un giro a su vida con la apertura de El Cisne, un pequeño local en el que vende productos gourmet. Su pequeña aventura hostelera toma así un nuevo cariz, que busca conquistar al turista y al vigués que prefiere tomarse un buen vino en la tranquilidad de su hogar.
Lo que empezó como almacén de Baiuca, su vinoteca, terminó por abrirse como una nueva tienda de delicatessen de la ciudad olívica. A escasos metros de la Colegiata y de su propio restaurante, Lojo ha abierto las puertas del rincón en el que esconde sus mejores vinos.
Abrió el 11 de noviembre, en lo que él mismo define como un "muy mal mes", acompañado del mal tiempo y la agresiva escalada de contagios de coronavirus en toda Galicia. Por el momento, además, está él solo y tiene que compatibilizarlo con la marcha de Baiuca, por lo que las dificultades van sumándose.
No obstante, David Lojo ha decidido "arrancar poco a poco" y afianzarse en una ciudad en la que que, aunque hay mucha oferta gourmet, pocos establecimientos tienen una selección tan especial como la suya. Entrará en 2022 con ganas de estabilizarse y presentarle a Vigo un proyecto personal que viene pisando fuerte.
Un almacén "ordenado"
El Cisne es en realidad un almacén, el espacio en el que David guarda los productos que vende al público en Baiuca. "Me di cuenta de que teniéndolo cerrado me resultaba muy caro, pero Baiuca tiene tan poco espacio que necesitaba un lugar de almacenaje", explica. Por esa razón, decidió darle un lavado de cara al local y abrirlo como tienda gourmet.
El catálogo, dice, es muy parecido al de la vinoteca, con la misma selección de buenos vinos gallegos y portugueses, a los que va añadiendo nuevas referencias. "Para las fiestas, por ejemplo, traje champán, cava y sidra, y la idea es ir ofreciendo vinos también de otros puntos de España o incluso internacionales: Galicia es muy rica pero tenemos excelentes productos a nuestro alrededor".
Por el momento, no obstante, al espacio le está costando arrancar porque David tiene que repartir su tiempo entre Baiuca y la tienda, "así que por ahora tengo los horarios limitados". Reconoce que las cestas de Navidad de empresa le han salvado el mes, "aunque empecé muy tarde, pero la gente se está animando a hacer este tipo de regalos y es lo que estoy vendiendo, principalmente".
También dice que muchos vigueses entran a curiosear pero pocos a comprar, pero asume que "el mes de presentación" debe ser así. Por eso para el año que viene prepara nuevas ideas basadas en productos de calidad, además de potenciar sus ya exitosas cestas de delicatessen.
El nuevo Cisne
A pesar de conservar el nombre del anterior local, David Lojo le ha dado una nueva vida a esta antigua mercería del Casco Vello. Con el nuevo año, además, quiere darle otra vuelta de tuerca y comenzar a vender ibéricos "para llevar". "Es algo que vi en Andalucía y que allí gusta mucho, yo quiero que la gente se lleve cucuruchos de jamón con picos o bocadillos de ibéricos, que se compre una lata de refresco o una cerveza y pueda irse a pasear o sentarse en los bancos que hay en la plaza".
Con el buen tiempo espera que la clientela crezca y que este nuevo modelo de tienda gourmet cale en los vigueses, pero también en los turistas. "Tengo cestas especiales para turistas, diferentes a lo que se suele ver porque llevan un vino de calidad, unas buenas conservas y poco más: tres productos gallegos de referencia y alta calidad por menos de veinte euros, un pack Rías Baixas".
Con la misma intención creará ‘packs’ para ocasiones especiales, teniendo en cuenta también el llegar a los vigueses que quieran "escapar de la cesta tradicional". "Mi intención es que sirvan para hacer regalos especiales en San Valentín, por ejemplo, que el producto principal sea un cava; o que para carnaval se pueda incluir una lata de buen cocido… que no sea la típica cesta con muchas cosas que poco tienen que ver entre sí".
Confiesa que está siendo difícil establecerse como tienda especializada en vinos "porque hay ya muchos negocios online que lo hacen y tienen precios más bajos, con los que las tiendas no podemos competir". "Por eso lo que quiero es distinguirme con los ibéricos y con el resto de productos, además de las cestas, que por ahora están teniendo muy buena acogida".
Sus planes para el año nuevo, a pesar de todo, son humildes y asegura que quiere ir arrancando al mismo ritmo que ahora y afianzando a la clientela. "Me gustaría que Baiuca y El Cisne funcionasen y se asentasen en el Casco Vello, que vayan creciendo y poder poco a poco seguir innovando en ambos establecimientos".