La calle Príncipe de Vigo tiene desde hace tres días un nuevo negocio: Casa Cerralbo, una jamonería con producto llegado directamente de Salamanca. "Es nuestra primera incursión en tierras gallegas", declara su dueño, Francisco Sánchez. "Vigo siempre ha sido una ciudad que nos ha gustado mucho y nos intentamos posicionar en ciudades con potencial".
Casa Cerralbo es una empresa familiar que lleva trabajando en el sector de los ibéricos desde 1918. Como cuenta Sánchez, el logo del negocio representa la casa donde nació su padre. Allí están las granjas: "Intentamos no desconectar desde la selección de la mejor genética de ibérico, la mejor forma de cría, y estamos muy pendientes de la elaboración y fabricación", explica el gerente.
Así, el producto estrella de Cerralbo es el jamón, que pretenden ofrecer de forma accesible a todo tipo de cliente, desde los bocadillos de jamón que muestran en el escaparate hasta los artículos de gama alta, como el "jamón de bellota etiqueta negra cortado a cuchillo".
Aunque su seña de identidad sea el jamón ibérico "de toda la vida", se puede encontrar una variedad amplia de embutidos típica de Salamanca que también cumple con ese examen exhausto de calidad. "Utilizamos las partes más nobles del cerdo", detalla Francisco, "El secreto, el solomillo, el lagarto o la pluma los metemos dentro del embutido".