Después de diez años abiertos en el centro de Vigo, los dueños de la Crêperie Bretonne Annaick se ven obligados a cerrar su establecimiento de la calle Urzáiz. La crisis de la pandemia y el incremento de la factura de la luz han hecho que este local no soporte la presión y tenga que cerrar "próximamente".

No obstante, desde el restaurante confirman que el local de Nigrán seguirá abierto y allí se podrán seguir disfrutando sus galettes y crêpes. El local se encuentra al inicio del paseo de la playa de Patos, por lo que cuenta con una amplia terraza.

El establecimiento de Nigrán, además, conservará la tradicional ambientación que caracteriza a esta crêperie, en la que la cocina ocupa el centro del local gracias a una impresionante furgoneta Hanomag Kurier de los años 50. El comensal se encontrará comiendo en un food track en el interior del restaurante.