Si hay una tradición gastronómica arraigada en nuestra cultura es la del tapeo. Esta práctica, que consiste en ir de bar en bar probando diferentes pinchos o aperitivos, es una forma muy práctica para conocer la cocina típica de Galicia, protagonizada principalmente por productos procedentes del mar, en un ambiente relajado e desenfadado.

Pulpo á feira, empanada, raxo, mejillones al vapor y tortilla de patatas son algunas de las tapas más típicas de Galicia. En cada rincón de Vigo es posible degustar algunos de estos exquisitos platos, aunque si eres una persona indecisa y nunca saber por cuál bar o restaurante decantarte, quizás deberías ir a la calle Pescadería, más conocida como la calle de las Ostras.

Punto de referencia en la ciudad

Ostra fresca Shutterstock

Es una de las calles de Vigo que más bares concentra por metro cuadrado y un lugar de referencia para los miles de turistas que llegan en grandes trasatlánticos. Sin embargo, antiguamente, cuando los mercados todavía no existían, esta calle albergaba varios puntos para la compra de pescados y mariscos al lado de la Ribera.

Hoy la conocida como calle de las Ostras poco tiene que ver con lo que fue, ya que se ha convertido en un reclamo turístico de la ciudad olívica. Cuando uno visita la calle, ahora cubierta y modernizada, a cada paso que da, se encuentra con un gran número de establecimientos de hostelería con diferentes propuestas gastronómicas, aunque la gran especialidad y producto estrella son las ostras de Arcade.

Este molusco bivalvo llega cada mañana directamente de las bateas y está disponible en cualquier momento del año. Se suele comprar en los puestos de las ostreras y ostreros por docenas o media docenas, con un precio medio que ronda entre los 25 y 15 euros, aproximadamente. Para degustar el producto, los establecimientos colindantes ofrecen cocinarlas y ponerles limón, y para acompañar este manjar, puedes pedir una copa de vino blanco D.O. Rías Baixas.

Pero más allá de las ostras, la calle Pescadería es un excelente sitio para disfrutar de la gastronomía local típica, desde las almejas de Carril hasta los mejillones al vapor, con establecimientos de referencia, como La Marina, con más de 100 años de historia; O Portón, un local auténtico de comida gallega; el restaurante Casa Vella y el bar La Piedra, entre otras opciones.

El Casco Vello de Vigo concentra también un gran número de bares y restaurantes en la plaza de la Constitución, declarada Conjunto Histórico por la Xunta o la plaza da Pedra, donde Mosquito y Taberna Sopapo son todo un clásico, mientras que Joaquín Yáñez alberga dos establecimientos conocido por sus contundentes y sabrosas raciones: Lume de Carozo y Vaiche Boa.