"Primero, sorprendidos; después, encantados". Así reaccionaron desde El Molino de Vigo, uno de los siete locales de la provincia de Pontevedra que ayer, lunes, recibió el distintivo de Solete con Solera.
Según reconoce su propietaria, María Dolores Fernández, la noticia la conocieron a través de Treintayseis, ya que desde Guia Repsol no les habían notificado nada. "Fuimos reaccionando poco a poco, hoy es el día en el que nos llegan las felicitaciones y todavía lo estamos asimilando", explica a este medio.
En esta edición, la Guía Repsol ha querido homenajear a aquellos negocios que apuestan por la tradición y reivindicar los locales clásicos. El Molino responde a esta definición, como bien refleja María Dolores.
Innovación respetando la tradición
"Desde el principio quise innovar, pero siempre pensando en lo que ofrecemos diariamente, porque es difícil seguir la tradición muy bien. Todo lo que está en tu tienda tiene que estar bien, desde un sandwichito a un cruasán", explica.
Además, destaca que en el obrador mantienen las fórmulas tradicionales a la hora de elaborar sus productos, pero las van mejorando. "Se ha rebajado el azúcar y se ha subido la almendra, por ejemplo", decisiones que parten de una norma: trabajar con la mejor materia prima.
Desde El Molino, también exigen que haya una extensión desde el obrador hasta el servicio: "Es una continuación, en la tienda se tiene que transmitir también esa misma forma de trabajar", revela María Dolores, que destaca al equipo de profesionales que trabaja con ella.
Por último, destaca que, para ella, en la pastelería "el entorno tiene que ser neutro, porque destaca el producto mismo". Por esto, desde que entró fue descartando la decoración excesiva y la fruta escarchada por un diseño más "minimalista" y fruta natural; básicamente, "quitar todo lo que sobra" y que sea "un adorno innecesario".