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Tras más de un año al frente del icónico local de Churruca La Iguana Club, Martiña Álvarez lucha por devolver a la sala de conciertos la esencia de siempre y, sobre todo, la música en directo.

Treintayseis

Pero en este caso, la viguesa hará las veces de guía gastronómica creando una ruta para los lectores de Treintayseis por los locales favoritos para disfrutar de todas las comidas del día y terminar el día con unas copas, donde no falta, como no podía ser de otra manera, La Iguana Club.

Para desayunar

Con dos locales muy vinculados al Celta, uno en los alrededores de Balaídos y otro en la propia sede del club, El Trigal es la opción para desayunar. "Me encanta el café de allí y el bizcocho tan esponjoso y rico que te ponen para acompañar, mis favoritos de allí son sin duda el bocadillo vegetal de pan dulce y el cruasán integral".

Para tomar el aperitivo

Para el aperitivo, vamos al centro de la ciudad a ElBar, nuevo local del que Martiña destaca "su encanto también en la decoración, inspirado muy en 'el bar de toda la vida'. Para acompañar la bebida, señala la "tapita" que sirven, "patatillas con mejillones"; además, si se abre el apetito, las opciones están claras: "Riquísima la bomba de huevo frito con chorizo y los boquerones con pan y tomate".

Además, valora que "el personal y el trato, muy muy buenos".

Para comer

Omichi Ramen

Martiña deja claro que le gustan "prácticamente todo tipo de comidas", aunque reconoce que es "muy de platos y tapas tradicionales". "Algo sencillo pero bien hecho y rico no necesita añadidos", añade.

Con estas condiciones, elige la Taberna Rabuda, un lugar que frecuenta habitualmente y del que le conquista "el concepto, la decoración y el personal", que destaca que "es muy agradable". A la hora de disfrutar de los platos, lo que más le gusta es "la ensaladilla, la de toda la vida pero con su toque personal, riquísima", que nunca falta cuando va por allí. "También me encanta la tortilla poco hecha y jugosita que está muy sabrosa y los mejillones en escabeche casero", comenta.

Más internacional es el Omichi Ramen Bar, donde sirven "sin duda el mejor ramen de Vigo"; su favorito, el de Miso: "el caldo y los fideos de allí son de otro nivel". También destaca de este japonés que "el ambiente es muy acogedor, tanto por la decoración del local como por el trato amable y cercano de todo el personal".

Para merendar

En Navia se sitúa el Tintico, donde además de servir desayunos y brunch, es un lugar perfecto para merendar. Eso sí, Martiña se decanta por el brunch: "Siempre tomo el menú brunch, esta fenomenal de precio con opciones de dulce y salado a elegir; la tosta de salmón con huevo poché, rúcula y salsa holandesa en pan de centeno sin duda, mi favorita".

Para cenar

O Lagharto Pintado

Dos opciones para la hora de la cena: O Lagharto Pintado, "un clásico que nunca falla", donde ofrecen tapas "con un toquecito moderno, ricas y abundantes"; aquí Martiña señala que lo que más le gusta es "la ensalada de cecina con burrata y cherrys confitados" que suele acompañar "con su tortilla, muy rica y jugosita".

Y en el Paseo de Alfonso, con unas vistas privilegiadas, está el Buenavista Bar, como su propio nombre indica: "Las vistas más bonitas de Vigo", incide Martiña, que considera "un privilegio" cenar en su terraza con buen tiempo, y como recomendación elige "su ensaladilla con tartar de atún rojo y la tortilla con tetilla".

Para tomar una copa

Para despedir el día, Churruca es la zona donde Martiña se desenvuelve como si estuviese en casa. Así, presenta seis locales, cada uno con sus virtudes. El Tinta Negra, del que recomienda "el Moscow Mule muy rico y el Bloody Mary picantón"; el Bar Códax, donde disfrutar de "una buena caña y muy bien tirada"; o el Vitter, que ha anunciado que cambia de ubicación, aunque todavía no se conoce el nuevo destino, donde disfruta del "Verdita y el Bourbon Sour".

No puede faltar La Fábrica de Chocolate, donde tomar "una fresquísima 'Green' de Superbock", la Sala Kominsky con el chupito Hot Kominsky, que "debería ser nombrado tradición en Churruca", y la última parada en La Iguana Club. "Buenos tragos hechos con mucho cariño, chupito clásico de sangre de iguana que hay que probar al menos una vez en la vida y por supuesto ¡mucho Rockn’Roll!".