La marca de moda con sello ourensano Adolfo Domínguez ha conseguido tocar la fibra emocional con su nuevo spot, un total homenaje a las abuelas y madres gallegas de otra generación que comenzaron a trabajar fuera de sus hogares sin abandonar el papel de cuidadoras de familia.
No es la primera vez que desde Adolfo Domínguez apelan a la madurez y a la belleza del paso del tiempo; imposible olvidar el lema publicitario "La arruga es bella" o su "Sé más viejo".
La protagonista de la campaña, difundida en las redes sociales de la firma, es Juana Dios Prado, una mujer de 92 años que trabajó para la industria conservera. En el anuncio podemos verla sentada entre los pasillos de un taller, mostrando con gracia uno de los vestidos de la nueva colección de Adolfo Domínguez, cuyo estampado emula el uniforme de la fábrica.
"Había un mandil para poñer por riba da roupa, pero non era un mandil con vestido", explica Juana, mientras se suceden imágenes de archivo de las trabajadoras conserveras vestidas con ese uniforme a cuadros.
El anuncio no necesita demasiados elementos para emocionar al espectador, porque Juana consigue atrapar con su relato desde el primer momento. Emociona porque suena real y porque gran parte de los gallegos conocemos a nuestra Juana particular.
"A vida era levantarse, facer a cama, almorzar, vir para a fábrica. Nesas dúas horas limpar a roupa a man, ir buscar auga para lavar a loza", relata la mujer con total naturalidad. Con esta campaña, Adolfo Domínguez consigue presentar "vestidos que son pura morriña" y remover a todo aquel que los ve.