El único nombre que anunciaba el Náutico de San Vicente por su trigésimo aniversario arrancaba con las entradas agotadas, esperando a un Miguel Ríos que no defraudó.

El rockero actuó junto a su banda, The Black Betty Trío, en un evento benéfico cuya recaudación se destinó íntegramente a la Fundación Miguel Ríos.

Después de casi dos meses de conciertos secretos, el Náutico hacía una excepción en su ya clásica metodología para dar la bienvenida a uno de sus habituales, que volvió a hacer vibrar la playa de San Vicente.

Miguel Ríos tocó este domingo todos sus grandes clásicos ante un público entregado y deseoso de disfrutar del rock más ochentero, que se vio sorprendido por una versión en gallego del mítico Bienvenidos.