A las 7:30 horas de esta mañana, el acceso al Muelle de Trasatlánticos ya se encontraba ocupado. Eran solo dos chicas, pero poco a poco se les fueron sumando más fans de C. Tangana. El objetivo, lograr el mejor sitio para ver al artista madrileño en el concierto que ofrecerá a partir de las 22:00 horas.
A pesar de que todavía faltaban más de 12 horas para la apertura de puertas, que será a las 20:00 horas, las primeras en ocupar el lugar en la cola llegaron impulsadas por las ganas de ver en primera fila la actuación; a ellas se les fueron uniendo otras amigas y nuevas avanzadillas que, a partir de las 9 de la mañana, comenzaron a desplegar sus campings improvisados. "Yo soy más normal, llegué a las dos de la tarde", comentaba la encargada de llevar la comida.
Toallas para el suelo, sillas, paraguas para protegerse del sol y agua eran los elementos básicos de estos pequeños espacios comunitarios, además de abanicos, gorras y gafas de sol. "Lo peor, el calor que pasamos", decía una de las primeras en llegar, sentada en una silla de tijera. Su presencia no pasó desapercibida para los turistas y transeúntes que recorrían el Náutico, a los pies del Centro Comercial A Laxe. "Nos miraban diciendo, ¿pero qué hacéis aquí?", explican entre risas.
Son las tres de la tarde y el sol cae con justicia sobre la ciudad; el termómetro marca 33 grados, en uno de los días más calurosos de la semana. A lo largo del paseo de madera al borde del mar, cerca de 70 jóvenes pasan las horas a la espera de poder acceder al Muelle de Trasatlánticos, donde este fin de semana brilló el festival Latitudes. Unos duermen la siesta, otros comen y muchos buscan la sombra al cobijo de las palmeras, únicas opciones de la zona para combatir el sol.
En ese corredor, son constantes las entradas y salidas de jóvenes en bikini y, sobre las 15:15 horas, llegan las, de momento, últimas de la fila. Llevan una mochila con la comida y la bebida para unirse a los picnics pre concierto. En las próximas horas hasta que arranque la voz de C. Tangana, se espera una masiva afluencia en ese mismo lugar, que será un auténtico hervidero de gente para presenciar uno de los conciertos más esperados del verano.