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Muchas grandes historias nacen en un bar. Si este fuese el arranque de un documental, ahora mismo la imagen que se vería en la pantalla es la del Liceo de Bouzas. En el interior, tres jóvenes estudiantes de Imagen y Sonido toman un aperitivo durante el descanso de las clases: "¿Por qué no montamos una banda?". Ellos eran Andrés, Raúl y Antón; aquella idea, el germen de Querido.

"Empezamos a quedar para tocar muchas personas, éramos ocho o nueve, y al final quedamos sólo los tres", explican Antón y Andrés entre risas. Corría el año 2019, al que se le añade el apellido de "prepandemia", y dos después se incorporó Roque: "Antón y yo nos conocíamos ya de otra banda, del conservatorio y del instituto, también". 

La carrera de Querido ha sido meteórica. De aquella iniciática idea de barra de bar a la formación del grupo han pasado más años que desde su primer concierto hasta la popularidad, con las redes sociales como aliado ineludible. Un concierto en el Náutico de San Vicente en el verano de 2023 dispara las alarmas entre los melómanos y nacen los titulares que centran el foco en Andrés; es el hijo de Iván Ferreiro y su parecido, tanto físico como en los movimientos sobre el escenario y en la voz, desata los comentarios.

Era su primer concierto, la primera vez que ponían en liza sus canciones y aquella viralidad los cogió desprevenidos; uno enfermo, otro viendo la Fórmula Uno, otro el fútbol. "La verdad es que fue un poco como a posteriori, porque tocamos un viernes y el vídeo se hizo viral un domingo", recuerda Andrés. Fue emocionante al principio, "cuando empezaron a subir los números" de reproducciones y de seguidores, matiza Roque, pero para ellos se paró ahí.

Nacer con un propósito

Los integrantes de Querido, a falta de Raúl, que no puede asistir a la entrevista con Treintayseis, hablan con la seguridad y la despreocupación del que tiene muy claro qué es y, sobre todo, a dónde quiere ir y hasta dónde quiere llegar. Lo reconoce Andrés, que incide en que desde el principio son una banda con muchos gastos para alcanzar el objetivo de mantenerse y vivir de la música: "Desde el principio tuve muy claro qué quería, hacia dónde tenía que ir el proyecto, luego podemos llegar o no, aunque creo que sí que vamos a llegar. Creo que tenemos las canciones, las ganas y el trabajo, y al final es currárselo".

Antón, Andrés y Roque, de Querido. Treintayseis

Al fin y al cabo, Querido nace de las influencias de grupos como Radiohead, Love Of Lesbian, Egon Soda o Piratas; nombres que se alejan de la música que hoy en día rompe los datos de escuchas y reproducciones, pero que abogan por una trayectoria basada en una idea. "Hay gente que no quiere las canciones rápidas y todo lo que se lleva ahora, gente que quiere escuchar música y escuchar una letra que diga '¡guau!'. Ese es nuestro target, el de gente con patata que le gustan las canciones de ocho minutos y medio", dicen entre risas.

Un proyecto que nació sin nombre. Reconocen que "lo más dramático de la música" es buscar el nombre para la banda, y también para las canciones. En este caso, la luz se encendió durante un cursillo de Marketing Digital que hacía Antón, donde le pidieron diseñar un logo. "Entró en un randomizador de logos y le apareció uno que ponía 'querido'". Se lo enseñó a Andrés y acordaron que sería el elegido, porque además es una muletilla que éste último utiliza mucho para referirse a la gente de su alrededor.

La suerte de un productor

Tenían el nombre y las canciones. Andrés le envió unas maquetas a Sergio Martínez Puga porque necesitaban grabar unas baterías, pero terminó convirtiéndose en su productor, además de tocar el bajo en los directos. Así, se une a la formación en la que Andrés es la voz, Antón con guitarra y sintetizadores, Roque a los teclados y Raúl, el batería.

"Tuvimos la suerte de encontrarnos con Sergio, que es exactamente igual que nosotros. No es un productor que vaya a buscar el single, va a buscar la patata y la canción; sí que nos ha dicho 'esto sobra', pero también nos quita estribillos y nos mete otra parte distinta en la canción", explica Andrés. 

En la composición, surge de manera natural la colaboración entre Andrés y Antón; el primero, las letras, y el segundo, la música. Es decir, cada uno lo que mejor se le da, aunque poco a poco van mezclando estos roles. De hecho, el primer single que lanzaron y que da nombre a su disco de presentación, Una Nueva Esperanza IV, comienza con una frase que Antón le pasó a Andrés: "Nació obediente sin saber por qué".

De hecho, esta frase salió de la boca del periodista deportivo Antoni Daimiel en el programa El Faro, de la Cadena SER, y Antón la escuchó de madrugada en el coche, mientras su madre conducía de regreso de su aldea. Daimiel, contactado por este medio, reconoce que se siente "muy agradecido y hasta orgulloso" de que una frase suya "haya sido la chispa para la creación de una composición musical". "Sobre todo, porque es esta frase, que es algo que pasa cada vez menos. La verdad es un gusto", añade. 

Estreno en casa

Con apenas dos años de trayectoria, se lanzan a la carretera a una gira que los llevará por varias ciudades de España. La parada en Vigo, su casa, es el próximo viernes, 15 de noviembre, en La Fábrica de Chocolate. 

Consideran que en directo ganan "bastante" y poco a poco se han ajustando las canciones, alejándose del sonido del disco e ir mejorando cada uno en su parte. Una cita, la de Vigo, que no les preocupa ni les quita el sueño, aunque sí que reconocen que es la que más ilusión les hace.

A pesar de ser una banda tan joven, en plazas importantes como Madrid y Barcelona el ritmo de entradas va muy bien, lo que les afianza en que están en el camino correcto. "Tenemos que crear una base de fans sólida, que yo creo que lo estamos consiguiendo. En nuestra primera gira, de repente hay más de 50 entradas vendidas en todas las ciudades. Yo hablé con mi padre y me dijo '¿50 entradas en Barcelona? Yo tardé 15 años'. Bueno, pues entonces tan mal no iremos, refrenda Andrés.

Su padre, Iván Ferreiro, un nombre y una referencia de la que no rehúyen, ni siquiera les molesta que les pongan ese apellido a la banda, la del "hijo de". "Somos lo que somos, él es hijo de quien es, es algo natural y evidente, y en ningún momento se ha tratado de esconder", razona Antón, que considera que les ha ayudado más de lo que les ha restado.

"Sí que es verdad que al principio abre muchas más puertas de las que cierra, pero luego, igual a largo plazo, sí que hay que quitarse ese peso a base de canciones", retoma Andrés, que lo compara con otros casos de padre-hijo, como el de Carlos Sainz y Carlos Sainz Jr: "Igual los patrocinios de su padre le ayudaron al principio, pero el que es rápido dentro de un Fórmula Uno es él, no es su padre", sentencia.

"Por mucho que sea el hijo de mi padre, no venderíamos 75 entradas en Madrid o 55 en Barcelona. Entonces, es algo que está ahí y que para nosotros es tan natural desde el día uno que tampoco le damos mucha importancia", incide. 

Lo que sí tiene importancia es su música, sus letras y su puesta en escena sobre el escenario, algo que Vigo podrá comprobar el próximo viernes en directo.