Después de un año y cuatro meses de pandemia todavía no conocemos la respuesta a muchas de las preguntas que surgieron con la llegada del "nuevo coronavirus", pero hay algunas que preocupan especialmente ahora que los casos repuntan: ¿cuáles son los protocolos actuales para decretar una cuarentena o confinamiento domiciliario? ¿Qué ocurre si estoy vacunado con la pauta completa y he sido contacto estrecho de un positivo? ¿Y si solo tengo una dosis? ¿Tengo que hacer cuarentena si he sido contacto de un contacto?
Podríamos seguir escribiendo preguntas, porque los que no han vivido esas situaciones quizás no saben cómo reaccionar tras tanto cambio en los protocolos. Las llamadas a la prudencia, a la responsabilidad y a la precaución son constantes, pero, ¿se reacciona de igual forma si la persona que ha estado con un positivo tiene un sistema inmune preparado para hacer frente al virus?
Lo primero que hay que hacer es saber qué es un contacto estrecho: este tipo de contacto ocurre cuando dos personas permanecen más de 15 minutos en un espacio cerrado y sin guardar la distancia de seguridad (al menos 1,5 metros). No obstante, los protocolos de la Consellería de Sanidade especifican que si se mantiene la distancia y utilizan mascarillas todo el tiempo o si se está al aire libre se estudiará el caso de forma individualizada, porque no siempre se consideraría contacto de riesgo.
Actualización del protocolo
Hasta el pasado 8 de julio todas las personas consideradas contacto estrecho estaban obligadas a cumplir con la cuarentena y el aislamiento de diez días. Sin embargo, con el aumento de población vacunada o que haya pasado la enfermedad se han tenido que actualizar los protocolos de manejo de estos contactos estrechos, lo que ocurrió el pasado 8 de julio. Desde ese día en Galicia se exime de guardar cuarentena a las personas con la pauta vacunal completa y a los que pasaran la Covid-19 en los últimos seis meses.
Para que este nuevo protocolo sea aplicable, ha sido necesario definir qué es la pauta vacunal completa: haber recibido las dos dosis de Pfizer, AstraZeneca y Moderna o una de Janssen y que hayan pasado los días que establece el laboratorio para llegar a la inmunidad (7 o 14 días). También están exentas de cuarentena aquellas personas que hayan pasado la enfermedad en los últimos seis meses, por entenderse que tienen anticuerpos para combatirla del mismo modo que los vacunados.
También en estas exenciones hay excepciones, pues no todos los sistemas inmunes responden del mismo modo a la vacuna ni a una reinfección. Por esta razón, las personas inmunodeprimidas deberán guardar cuarentena igualmente si están vacunadas con la pauta completa y han estado en contacto estrecho con un positivo. Asimismo, aquellos pacientes de los que se sospeche que hayan sido contacto de un paciente contagiado de una variante más contagiosa (actualmente las beta o gamma están en esta lista), también estarán obligados a aislarse. El último caso en el que no se podría eximir de cuarentena es en aquellos en los que la persona que fuese el contacto estrecho se haya contagiado de un visón.
Los protocolos en la práctica: ¿qué está pasando?
La realidad es que ni Sanidade ni la población gallega esperaban una quinta ola con el nivel de contagios al que nos estamos enfrentando. El propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reconocía que los más de 1.000 contagios diarios que se vienen registrando en los últimos días han obligado a dar marcha atrás en la desescalada.
El propio Conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, reconocía hace unos días que la gente parece haberse relajado: "antes, cuando había un positivo, el número de contactos estaba entre cuatro o seis; ahora, cuando hacemos el rastreo, los contactos pueden llegar a ser 40". A esto se suma que con el descenso de casos tras la cuarta ola se redujo al personal que realizaba test diagnósticos e incluso se llegó a cerrar algún punto de extracción de muestras, como ocurrió con el auto-Covid del Hospital Meixoeiro de Vigo.
A pesar de que la presión hospitalaria todavía no refleja este desmesurado aumento de contagios, el aumento exponencial de casos positivos y la relajación del último mes ha hecho que el sistema de rastreo esté empezando a saturarse. Tanto es así, que la consellería ha tenido que reforzar con 250 profesionales el equipo de rastreadores de la comunidad, en vista de que la situación estaba empezando a colapsar la Atención Primaria.
También parecen estar saturados los sistemas de detección de positivos y por el momento, las farmacias están advirtiendo a sus usuarios que los resultados de los test PCR en saliva están tardando aproximadamente 72 horas en ser notificados. Esto podría suponer que, por ejemplo, una persona que haya sido positiva un lunes podría no saberlo hasta el jueves, por lo que podría haber hecho vida normal y haber contagiado a otras personas durante tres días sin saberlo.
¿Qué debo hacer?
Prudencia. La palabra que más repiten las autoridades y que debería aplicar cualquier gallego: prudencia. Una vez más, es necesario llamar a la responsabilidad y pensar en que el final está cada vez más cerca, pues Galicia ya roza la deseada inmunidad de rebaño con más de un 65% de gallegos con pauta vacunal completa.
El verano ya está aquí y parece que el virus no quiere dar tregua, por lo que es necesario tratar de volver a limitar los contactos estrechos al máximo y disfrutar del aire libre y de los planes en exteriores. El número de información del Sergas para información general sobre el coronavirus (900 400 116) es gratuito y es a donde hay que recurrir en caso de que se tengan síntomas compatibles con la enfermedad.
Los profesionales sanitarios recuerdan que no se debe acudir al centro de salud si se sospecha que se puede estar contagiado, para evitar poner en riesgo al personal del centro y a otros usuarios. En todo caso, si se presentan síntomas y estos empeoran, en el teléfono de información recomiendan llamar al 061.
Lo más importante, en este momento, es ser responsables, tomar precauciones y autoconfinarse en caso de sospechar haber sido contacto estrecho de un positivo, esperando recibir la llamada de los rastreadores.