El Instituto Cardiovascular del Hospital Vithas Vigo, que coordina el Dr. Andrés Íñiguez Romo, ha realizado con éxito la primera sustitución percutánea de una válvula tricúspide -implantada directamente en el anillo tricúspide- de un hospital privado en España. La primera paciente que se ha beneficiado esta técnica con una menor estancia hospitalaria ya realiza vida normal tras recibir el alta asintomática y sin complicaciones.
La válvula tricúspide es la que regula el flujo de sangre entre la aurícula y el ventrículo derechos. La insuficiencia de esta válvula hace que la sangre fluya en sentido inverso. Los casos más graves tienen una mortalidad del 30% a un año y hasta el 60% a los cuatro años. Los síntomas son bastante inespecíficos y suele detectarse en controles rutinarios o cuando está asociada a otra patología cardiaca. En cualquier caso, suele causar fatiga, arritmias, falta de aire al realizar actividades y/o hinchazón en el abdomen piernas o venas del cuello.
Hasta ahora, los casos graves de esta insuficiencia se solían tratar con farmacología destinada a ayudar al corazón a manejar la sobrecarga que supone el malfuncionamiento de la válvula, o con un reemplazo quirúrgico que se realiza con circulación extracorpórea, técnica que implica cierto riesgo y pobres resultados a medio plazo.
La novedad de la técnica empleada en el Hospital Vithas Vigo es la intervención percutánea, es decir, a través de un implante de una válvula biológica con técnicas de transcateter. A través de la vena yugular derecha, en el cuello, se introducen unos catéteres a través de los que se desplaza la válvula plegada hasta que está en la posición correcta. Una vez en la posición adecuada, se libera la válvula, que se expande por un mecanismo de autoexpansión y se ancla a la pared derecha del tabique intraventricular. De esta forma, la válvula comienza a funcionar correctamente y evita el reflujo se sangre del ventrículo a la aurícula, y mejora la circulación de la sangre hacia la arteria pulmonar.
Esta primera intervención se realizó a una mujer de 52 años que ya hace vida normal después de haber permanecido ingresada tan sólo una semana, totalmente asintomática y sin complicaciones postquirúrgicas. El Dr. Andrés Íñiguez, actual presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC) y presidente de honor de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), destaca que la técnica percutánea para la reparación de la válvula tricúspide tiene beneficios tanto para el paciente como para el médico, que no tiene que asumir los riesgos de una intervención abierta.