Si durante la reciente edición del Triatlón Desafío Islas Cíes se hubiese instalado un aplausómetro para medir el apoyo a los deportistas participantes, José Antonio Estévez -conocido en este mundillo como Josiño- se hubiese llevado la palma, y nunca mejor dicho. Ahí radica su fortaleza: En el cariño que recibe en las competiciones y de parte de todos los seguidores -más de 5.000- que se han sumado a su proyecto, "Kilos de sobra".
Este vigués de 48 años, funcionario de la administración pública y trabajador, actualmente, en la empresa privada dentro del sector del márketing; inició hace unos seis años el más importante de los desafíos: El que uno puede tener consigo mismo. Y es que, tras llegar a pesar más de 180 kilos, decidió que era el momento de cuidar y preservar su salud, cambiar sus hábitos alimenticios, e iniciarse, con constancia, en la vida deportiva.
Para motivarse, Josiño decidió compartir sus pequeños logros en Instagram, una plataforma que le ayudó a creer en él y a ayudar a otras muchas personas que confiaron en el vigués para demostrarse a ellas mismas que también podían. Desde que el perfil "Kilos de sobra" vio la luz, el funcionario logró bajar unos 60 kilos de peso.
El propio Josiño cuenta que "siempre he tenido muchos kilos de sobra", pero,"durante mucho tiempo", circunstancias familiares le impidieron pensar en él: "Es el tema de los cuidadores, que al final no nos cuidamos a nosotros mismos para cuidar a otras personas", reconoce el vigués. "También hubo dejadez, entonces llegó un momento en el que pesaba muchísimo: 184 kilos", añade.
Cuando las cuestiones personales se lo permitieron, el vigués comenzó cuidarse. Sin embargo, reconoce que, al principio, no siempre hizo gala de constancia en este sentido. "Las pautas las tenía, pero me faltaba el tener una rutina saludable", explica. A esto le ayudó el abrirse un perfil específico en redes sociales: "Cree un perfil de Instagram pensando en la posibilidad de que alguien se animase a seguirme. Era una motivación para mí pensar en que mi paso a paso le valiese también a alguna persona", apunta.
El vigués también se animó, con éxito, a organizar andainas. Cuenta que, a través de esta iniciativa, conoció a muchas personas y fue iniciándose en la vida sana. "Por aquella época, en la que igual podía pesar 170 kilos, hacer algo que no fuera caminar era complicado", reconoce. "Al principio no tenía nutricionista. Estaba guiado por mi médico de cabecera. Dejé de tomar alimentos con azúcar, pan, refrescos con gas…", añade.
Conforme fue pasando el tiempo, Josiño se dio cuenta de que necesitaba "algo más". Así que contrató los servicios de un entrenador personal, que le guió en el proceso. En aquel momento comenzó a "trotar". Esto le llevó a seguir bajando kilos, sin embargo, llegó a otro punto de estancamiento, tal y como él mismo cuenta: "Ahí ya decidí comenzar con un nutricionista que, junto al entrenador, me ayudó a seguir cumpliendo objetivos".
Primeras competiciones
De las andainas, Josiño pasó a correr y a practicar también la marcha nórdica, una disciplina que considera "muy interesante", "sencilla" y también "saludable". Completó, caminando, la carrera Vigo Contra el Cáncer y llegó a partipar en el Campeonato de España de Marcha Nórdica. Después llegó la Nocturna de Vigo: "Completé los cinco kilómetros, corriendo. Por supuesto llegué de último (ríe) y yo feliz", cuenta. "Me sentí orgulloso y reventado, no podía mas. Pero la alegría de hacer algo que, para mí, era impensable hacía poco tiempo, fue un empujón. Dije ‘esto me gusta y voy a seguir'", añade.
Josiño cumplió su palabra y continuó. Lo hizo con otras carreras y otros deportes: Bicicleta, natación, carrera por asfalto o trail, entre otros. Llegó a bajar de peso hasta los 112 kilos, pero, tal y como él mismo puntualiza, fue "un espejismo". En este sentido, subraya que tuvo que someterse a una carga de hidratos para afrontar una carrera próxima, lo que le llevó a coger algún que otro kilo más. "Una lesión me ha impedido hacer tanta actividad física en los últimos meses, algo que, sumado a que he cogido masa muscular, ha derivado en que ahora pese unos 132", explica el vigués. "Esto me afectó un poco psicológicamente pero pensé que había que seguir. Estoy otra vez en el camino -entrena seis días a la semana- y ya me voy encontrando mejor. De todas formas esos 132 kilos no son los mismos que antes. Ahora tengo masa muscular y aguanto las carreras", añade.
Desafío Islas Cíes
Precisamente, esa perseverancia le llevó a prepararse y a disputar el Triatlón Desafío Islas Cíes: El reto que Josiño asumió en este 2023. Antes hizo, y completó, dos pruebas similares -aunque con distancias más cortas- en Castellón y en Allariz. Un dolor agudo en la espalda le llevó a abandonar, al finalizar la segunda vuelta, el Desafío Islas Cíes: "Preferí no forzar. Estoy muy orgulloso de lo que he hecho -1,9 kilómetros de natación, 90 kilómetros de bicicleta y 16 corriendo- y conseguido teniendo también en cuenta las condiciones climatológicas que había, que no eran fáciles. Me quedé a seis kilómetros", remarca. "Por el tiempo ya no iba a entrar en meta, pensé en seguir, pero no forcé. No pasa absolutamente nada. Está bien", añade.
Si algo emocionó a Josiño fue el ánimo que le trasladaron los espectadores: "Agradecí cualquier gesto. Fue súper importante para mí. Escuché muchos gritos de ‘venga que tú puedes'", cuenta con mucho sentimiento. "Nunca pensé en dejar este proyecto porque pienso, desde que abrí el perfil de "Kilos de sobra", en todas las pesonas que se unieron, que empezaron a venir a las andainas, que se interesaron por la vida saludable… No siempre es fácil, pero no puedo tirar la toalla porque tengo a mucha gente detrás que me dice que le sirvo de inspiración", añade.
El objetivo de este vigués no está trazado a largo plazo, sino que pasa por cumplir metas pequeñas y reforzarlas. "Me voy planteando un reto al año en el aspecto deportivo. Este año fue el Desafío Islas Cíes, el anterior la media maratón de Valencia y, el año que viene, posiblemente caiga hacer las medias maratones de Plátano de Canarias", explica. "Luego siempre hay alguna carrera por el medio", añade.
Una nueva vida
La vida de este vigués ha cambiado radicalmente desde que se inició en el mundo del deporte y los hábitos alimentarios saludables. En su propio día a día es donde más lo nota, y es que, antes de iniciar esta etapa se cansaba con facilidad y no podía encontrar ropa en cualquier tienda. Esto ha cambiado: "Antes si quedaba en el centro de Vigo me cogía al coche y llegaba con él, como quien dice, hasta la puerta del local. Ahora me voy andando", remarca. "Para mí era impensable hacer cien kilómetros en bicicleta como hago ahora o, sin ir más lejos, poder comprar ropa en una tienda normal…¡Eso es alucinante!", concluye con emoción.