Las lentillas se convierten, cada año, en uno de los complementos estrella de los disfraces. Por ello, el Colexio de Ópticos Optometristas de Galicia ha querido lanzar una serie de recomendaciones sobre el uso de las lentes de contacto y advertir sobre los peligros que entraña el no contar con la supervisión de un profesional en este sentido.

Los profesionales del sector explican que las lentillas, al estar colocadas directamente sobre la córnea, requieren una adaptación previa de un óptico optometrista, quien valorará el estado del ojo y también de la lágrima para determinar si dicha adaptación es posible. También el mismo profesional instruirá al usuario en el uso, la manipulación y conservación de las lentes de contacto.

Con respecto a lo anterior y según los ópticos gallegos, una lente de contacto inadecuada para un ojo, que se manipule incorrectamente o que no se cuide de la manera adecuada, puede provocar a la larga conjuntivitis, queratitis o erosiones epiteliales. "Los síntomas que se pueden tener si la adaptación o el mantenimiento de la lente de contacto no son correctos son sensación de sequedad y arenilla en los ojos, ojos rojos, picor o incluso dolor al quitárselas", explican los profesionales.

En carnaval el uso de lentes cosméticas o de fantasía se incrementa, por ejemplo, para disfraces como el de Drácula, el Hombre Lobo o de zombie. Por ello, el colegio aprovecha para recordar los peligros de un uso de estos elementos sin supervisión. "Son un complemento ideal para los disfraces, pero no debemos olvidar que siguen siendo lentes de contacto y como tales su uso debe ser supervisado por un profesional", remarcan, antes de precisar que nunca se deben compartir ni tampoco dormir con ellas puestas en aras de evitar infecciones y lesiones.

Por último, el colegio aconseja usar base líquida de maquillaje en lugar de polvos para disminuir el riesgo de que entren partículas en el ojo y en la propia lentilla. Para retirarlas de los ojos, será imprescindible lavarse las manos antes para eliminar la suciedad de las manos, los hilos, o las pelusas que puedan quedar.

La entidad gallega ha vuelto a manifestar su "preocupación" ante el constante aumento de la venta de lentes de contacto vía Internet: "El consumidor tiene que ser consciente de que las lentes deben ser siempre adaptadas a cada usuario por un óptico optometrista, con el fin de evitar riesgos innecesarios

asociados a su uso", concluyen.