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En un giro sorprendente, Ashley Cross, una mujer de 32 años, ha sido oficialmente incluida en la lista negra de Walmart en todos sus establecimientos a nivel nacional. La decisión se tomó tras un incidente ocurrido en uno de los locales de la cadena en Elvis Presley Boulevard, donde Cross fue acusada de robar.

Según informes de testigos y fuentes cercanas a la investigación, Ashley, de 27 años, fue vista por cámaras de seguridad ocultando varios productos de alto valor en su bolso, sin pagar por ellos en las cajas de salida. Al ser abordada por los empleados de la tienda, Cross intentó justificarse, pero fue entregada a la policía local, quienes luego la arrestaron por robo en tiendas, un delito que ha causado revuelo en la comunidad.

El comportamiento de Ashley ha sorprendido a muchos, ya que hasta el momento no tenía antecedentes penales y, en su mayoría, había sido conocida por su comportamiento amigable y respetuoso en la comunidad. Sin embargo, esta nueva situación ha dejado muchas preguntas sin responder, especialmente acerca de sus motivaciones para cometer el delito.

Entre los objetos robados se encontraban 11 paquetes de fideos ramen, un par de botas, jeans azules y una camisa, sumando un total de 137,34 dólares. La cómplice de Cross logró sustraer una mochila, dos sujetadores, un kit de pestañas y un accesorio para carro, valorados en 57,86 dólares.

Tras el arresto, Walmart emitió un comunicado en el que expresó su compromiso con la seguridad de sus clientes y el personal de la tienda. "Valoramos a nuestros clientes y asociados y queremos que tengan una experiencia de compra agradable. Aunque es poco frecuente, hay casos en los que alguien ya no es bienvenido en nuestras tiendas", afirmó Walmart al respecto en una declaración.

Historial de Ashley Cross

Según USA Today, los registros judiciales del condado de Shelby indican que esta no es la primera vez que Cross intenta robar una tienda. En abril de 2024, fue declarada culpable de hurto en una sucursal de Circle K en Memphis, donde trató de llevarse cuatro sándwiches, dos granizados, una bolsa de papas fritas y una lata de salsa de queso, con un valor total de 33 dólares.

Situaciones similares se han repetido en años anteriores. En febrero de 2023, fue condenada por robar artículos por un valor de 502 dólares en un Nordstrom Rack; en noviembre de 2021, por 381,25 dólares en un Dick's Sporting Goods; en diciembre de 2019, por 281,12 dólares en un Walmart; y en noviembre de 2019, por 32,64 dólares en un CVS.

Política de empresa

Este tipo de sanción no es infrecuente en casos de robos en comercios, especialmente cuando se detecta que el infractor tiene intenciones repetidas de delinquir. En este caso, Ashley Cross se enfrenta a una prohibición permanente de entrar a cualquier establecimiento Walmart, una medida que podría extenderse a otras cadenas de tiendas si se determina que su conducta constituye un patrón.

La reacción de la comunidad no se ha hecho esperar, y varios residentes han expresado su preocupación por el futuro de Ashley. Algunos sugieren que la joven podría estar atravesando dificultades personales o económicas que la habrían llevado a cometer el robo, mientras que otros creen que debe enfrentar las consecuencias de sus acciones.

La situación también ha encendido un debate sobre la creciente incidencia del robo en tiendas y el impacto que tiene en las grandes cadenas comerciales, que a menudo se ven obligadas a invertir grandes cantidades de dinero en medidas de seguridad para evitar pérdidas. Aunque el delito de Ashley Cross no es un caso aislado, ha resaltado la importancia de reforzar la seguridad en lugares públicos y comerciales.

Por su parte, el abogado defensor de Ashley ha solicitado una audiencia judicial para revisar el caso y determinar si la pena impuesta es excesiva, argumentando que su cliente mostró arrepentimiento y que el incidente fue aislado.

Walmart, conocido por su política de "comportamiento respetuoso" dentro de sus establecimientos, no tardó en tomar cartas en el asunto. Tal y como se ha mencionado anteriormente, la compañía decidió prohibirle la entrada a todos sus locales a nivel nacional, asegurando que la seguridad de sus clientes y empleados es su prioridad. 

Walmart ha dejado claro que mantiene una política estricta contra el comportamiento violento o disruptivo dentro de sus tiendas. En este caso, la medida también busca enviar un mensaje claro: cualquier conducta que ponga en peligro la experiencia de compra será penalizada, sin importar la magnitud del incidente.

El caso ha generado una serie de reacciones en las redes sociales, donde los usuarios se dividen entre los que apoyan a Cross, argumentando que las grandes corporaciones deberían tener más empatía con los consumidores, y los que respaldan la decisión de Walmart, destacando la importancia de mantener un ambiente seguro y respetuoso en sus instalaciones.

Este incidente ha puesto sobre la mesa una vez más el debate sobre el equilibrio entre los derechos de los consumidores y la necesidad de que las empresas protejan la seguridad y el bienestar de su comunidad.

Mientras tanto, Walmart continúa reforzando su política de "cero tolerancia" para aquellos que alteren el orden en sus tiendas, asegurando que las acciones como las de Cross no quedarán impunes.