La relación entre la alimentación y el cáncer de colon ha sido objeto de numerosos estudios que sugieren que ciertos hábitos alimenticios pueden influir de manera significativa en el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Dietas ricas en carnes rojas y procesadas, altas en grasas saturadas y bajas en fibra, como las que predominan en muchas sociedades occidentales, han sido asociadas con un mayor riesgo de cáncer colorrectal.
Estos alimentos pueden promover la formación de compuestos cancerígenos en el intestino, lo que a su vez aumenta la probabilidad de alteraciones celulares que favorecen la aparición de tumores. Además, la falta de frutas, verduras y granos enteros en la dieta contribuye a una deficiencia de antioxidantes y nutrientes esenciales, que desempeñan un papel protector contra el daño celular.
La importancia de los yogures
Precisamente, dentro de las recomendaciones dietéticas para prevenir el cáncer de colon, el consumo de yogur ha emergido como una opción beneficiosa, especialmente por su contenido de probióticos.
Un reciente estudio, publicado el 12 de febrero en la revista Gut Biomes, sugiere que consumir yogur podría ofrecer más beneficios que los de un simple desayuno.
La investigación, realizada por médicos y científicos del Mass General Brigham, analizó dos estudios que involucraron a más de 150,000 personas que han formado parte de una cohorte durante más de 30 años.
A través de este extenso seguimiento, los investigadores exploraron cómo el consumo regular de yogur podría estar vinculado a una menor incidencia de cáncer colorrectal. De hecho, puede afectar de manera diferencial, dependiendo de la cantidad de Bifidobacterium presente en los tejidos.
Este tipo de bacteria, que se encuentra en los probióticos del yogur, podría desempeñar un papel crucial en la protección del colon, ya que promueve un ambiente intestinal saludable y reduce la inflamación. Los científicos sugieren que el aumento de estas bacterias beneficiosas podría ser un factor clave en la prevención de este tipo de cáncer, destacando así el potencial del yogur como un aliado en la lucha contra esta enfermedad.
El estudio detectó que aquellos que comían yogur al menos dos veces por semana tenían "menor incidencia de cáncer de colon proximal positivo a Bifidobacterium" que aquellos que lo comían una vez al mes o menos.
Dieta equilibrada
La flora intestinal juega un papel fundamental en la protección contra las enfermedades, ya que una microbiota equilibrada ayuda a la digestión, la absorción de nutrientes y la defensa frente a agentes patógenos y compuestos potencialmente cancerígenos.
Además, los probióticos contribuyen a la producción de ácidos grasos de cadena corta, que tienen efectos antiinflamatorios y protegen el revestimiento del colon, reduciendo así el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
Además de los probióticos, el yogur es una excelente fuente de calcio y vitamina D, nutrientes que también se han vinculado con la reducción del riesgo de cáncer de colon.
El calcio, por ejemplo, puede ayudar a reducir la proliferación celular en el colon y promover la apoptosis (muerte celular programada) en las células precancerosas. La vitamina D, por su parte, desempeña un papel importante en la regulación del crecimiento celular y en la modulación de la respuesta inmune.
En este sentido, incluir yogur en la dieta no solo favorece el equilibrio intestinal, sino que también puede proporcionar nutrientes clave que contribuyen a la prevención del cáncer de colon.