En el estado de Kansas, en el condado de Harper, se encuentra Freeport, una pequeña localidad que se ha convertido en uno de los pueblos más despoblados de Estados Unidos. Con una población de apenas 4 personas según el censo de 2020, este lugar es considerado un pueblo fantasma, sin escuela, iglesia ni muchos de los servicios básicos que suelen encontrarse en otras comunidades del país.
Freeport no siempre estuvo al borde de la desaparición. Durante años, esta localidad fue reconocida como la ciudad incorporada más pequeña de Kansas. Sin embargo, en noviembre de 2017 perdió oficialmente su estatus de ciudad, pasando a ser una comunidad no incorporada debido a la drástica reducción de su población.
Este declive refleja un patrón común en muchas áreas rurales de Estados Unidos, donde el éxodo hacia ciudades más grandes ha dejado comunidades enteras casi vacías.Ubicada a unos 90 kilómetros al suroeste de Wichita, Freeport tuvo en su momento una escuela, una iglesia y algunos negocios locales que mantenían la vida en la comunidad.
Un pueblo en el que el tiempo se detuvo
Con el paso del tiempo, el cierre de comercios y la falta de oportunidades laborales llevaron a sus habitantes a mudarse a otros puntos de Kansas o a otras regiones de Estados Unidos en busca de mejores condiciones.
A pesar de su reducida población, una ciudad aún conserva estructuras que recuerdan su pasado. Su antigua iglesia, aunque cerrada, sigue en pie como testigo de la época en la que la comunidad contaba con una vida más activa. Del mismo modo, algunos edificios comerciales permanecen vacíos, reflejando el impacto de la despoblación en las zonas rurales del país.
Hoy en día, no cuenta con una escuela, un servicio de bomberos ni infraestructuras esenciales. Sus habitantes dependen de localidades cercanas para cubrir sus necesidades diarias. Sin embargo, este pequeño rincón de Kansas aún atrae a visitantes curiosos que buscan conocer de cerca la historia de los pueblos fantasmas de Estados Unidos.
Mientras otras áreas rurales de Kansas luchan por revitalizarse, Freeport sigue resistiendo el paso del tiempo con solo cuatro residentes, manteniendo su lugar como una de las comunidades más pequeñas del país.