Milagros Moreni
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Costco, una de las cadenas minoristas más populares en Estados Unidos, es el destino preferido de millones de personas para adquirir productos de todo tipo, desde alimentos hasta artículos de limpieza. Sin embargo, un producto en particular está causando malestar entre los clientes: el papel higiénico de su marca propia, Kirkland Signature.

Lo que alguna vez fue un favorito de los consumidores ahora recibe duras críticas. Muchos compradores aseguran que la calidad del papel ha disminuido significativamente, al punto de que ya no lo recomiendan. Las redes sociales y foros de opinión se han llenado de comentarios negativos sobre este producto, alertando a otros clientes sobre sus inconvenientes.

Las principales quejas apuntan a su fragilidad, el exceso de residuos que deja tras su uso y su posible impacto en los sistemas de plomería.

Problemas de calidad y críticas de los consumidores

Usuarios en foros y redes sociales también han expresado que las hojas se rompen con facilidad, lo que genera inconvenientes tanto en el uso personal como en la limpieza del baño.

Otra crítica recurrente es que el papel higiénico de Kirkland es demasiado delgado y se desintegra rápidamente al contacto con el agua. Incluso, algunos compradores lo acusan de obstruir los sistemas sépticos, a pesar de que la empresa lo comercializa como seguro para este tipo de instalaciones.

Los precios de la panadería: otra queja sobre Costco

Otra queja recurrente de los clientes de Costco, en las últimas semanas, ha sido sobre el precio de los croissants de mantequilla, los cuales han subido oficialmente a $6.99 por paquete, un aumento de $1 respecto a su precio anterior. La noticia ha generado reacciones divididas entre los clientes, quienes debaten si el incremento es justificado o una traición a su fidelidad.

Muchos consumidores han notado cómo la inflación y los problemas en la cadena de suministro han afectado a la panadería de Costco, elevando el costo de varios productos, desde panes hasta pasteles. Mientras algunos aceptan el aumento como una consecuencia inevitable del panorama económico actual, otros consideran que la tienda debería mantener sus precios accesibles.

A pesar del ajuste, algunos clientes defienden el precio de los croissants. En comparación con cafeterías y hoteles, donde un solo croissant puede costar más de $5, pagar menos de $0.60 por unidad sigue pareciendo una buena oferta.

Más allá del precio, este debate pone en evidencia cómo los consumidores valoran no solo el costo monetario de un producto, sino también el impacto emocional de los cambios en sus compras habituales. Los clientes de Costco han desarrollado una relación de confianza con la marca, y cualquier variación en los productos que consideran esenciales genera reacciones inmediatas.